María del Socorro Konishi Maldonado

El Archivo de Ciudad Fernández reconoció públicamente a varias de las personalidades de ese municipio, personajes que han hecho resaltar su ciudad con sus acciones; en esta ocasión les presento a:

María del Socorro Konishi Maldonado

Mujer altruista, humilde y humana, de un corazón enorme que no corresponde a su pequeño tamaño, nació el 21 de febrero de 1931 en Ciudad Fernández S.L.P.

Hija del Médico Militar Mayor Héctor Yaishi Konichi Taira y de Ma. Guadalupe Maldonado Castillo, la 7ª. De 10 hermanos, casada con José Melitón Godínez Ayala con quien tuvo 10 hijos, ha vivido en S.L.P. Rioverde y actualmente reside en Ciudad Fernández su cuna. Suelo que ha pisado, ahí mismo ha dejado huella.

Estudio la Academia Comercial y un curso de primeros auxilios, siendo socia de los clubs sociales “sertoma de damas y corimbo”, dedicados al servicio de personas necesitadas, venta de comida para despensas, visitas a presos y compra de medicamentos. Formo parte del patronato encargado de la construcción del asilo de Ancianos La Divina Providencia del cual a la fecha no ha dejado de estar al pendiente de las necesidades que pueda cubrir. En la iglesia siempre ha participado con la alegría de dar música a través de órgano a los cantos y oraciones de alabanza a Dios por quien lo da todo.

Dentro de acción Católica visita comunidades y les enseñan a construir muebles rudimentarios con cajas de rejillas, la importancia de la limpieza y cocinar de manera nutritiva. En caritas participa del conseguir alimentos para llevar al necesitado. Ayuda a repartir alimentos enviados del extranjero, mediante una cooperación para solventar el flete llevando estos recursos hasta los integrantes de la Escuela de Invidentes en S.L.P. durante una corta temporada consiguen en S.L.P. un lote de cajas de muerto, sumamente económicas de madera sencilla y pintura vinílica gris. El municipio les daba los lugares en el Panteón el Dr. J. Isabel Haro Medico Legista extendia el Certificado de defunción y ella con el apoyo de alguno de sus hijos y algún empleado de las tortillerías (negocio familiar) recogían y enterraban a los muertos.

Actualmente sigue: inyectando, dando comida, hospedaje y prestando ayuda al que necesita. Una sonrisa en su rostro y palabras de alegría, la música viva en su interior y una alabanza a Dios.

Archivo Histórico de Ciudad Fernández, S.L.P.