domingo, 25 de octubre de 2015

Profesora Dolores Herrera Vda. de Richard.



Dolores Herrera Vda. de Richard.
Nació en la comunidad de Atotonilco Ciudad Fernández, S.L.P. Un 2 de diciembre del año de 1893, sus padres fueron los señores Lorenzo Herrera y María de Jesús Rodríguez. Inició su labor docente un 5 de septiembre de 1936, en 1937, estuvo a cargo del quinto grado en la Primaria “General Vicente Guerrero”. En 1946, la escuela antes mencionada sólo contaba con varones y la escuela “Josefa Ortiz de Domínguez” solo con niñas.  Fue precisamente cuando se fundó la escuela “Pedro Antonio de los Santos”, un 26 de febrero de 1946, abriendo sus puertas y contando con un número de 318 alumnos excedentes de las escuelas “Vicente Guerrero” y “Josefa Ortiz de Domínguez”, iniciando con dos primeros, dos segundos, dos terceros y un cuarto grado. En ese tiempo fungía como Presidente Municipal de Rioverde, Don Luis A. Tenorio.
 A la nueva secundaria vespertina se le da el nombre de “Dolores Herrera Vda. de Richard” en memoria a su trabajo en el Magisterio y porque para ella, siempre significó mucho la educación; ya que fue fundadora de la actual escuela “Pedro Antonio de los Santos” la cual está apoyada por el Sistema Educativo Estatal Regular y la Sección 52 del SNTE, por lo que es hoy en día una nueva opción con deseos de superación para los jóvenes.



ARCHIVO HISTORICO DE CD. FERNÁNDEZ, S.L.P.

domingo, 18 de octubre de 2015

El Directorio Revolucionario de Rioverde

El 29 de noviembre de 1852 la guarnición de Tampico se pronunció por el regreso al poder de José Antonio López de Santa Anna. Los rioverdenses secundaron este movimiento subversivo, pues la sala capitular de esta ciudad levantó un acta donde, además, desconocía al gobernador Julián de los Reyes, quien se había hecho reelegir. Para lo cual, formaron un llamado “Directorio de Rioverde”; organismo que tenía la misión de enjuiciar al gobernador. Estaba conformado por personas de relieve, tanto social como político. Por supuesto que don Manuel Verástegui no podía estar fuera del Directorio, siendo uno de los promotores más encarnizados. El movimiento estuvo apoyado por las fuerzas militares acantonadas en esta localidad, así como por los soldados de la colonia militar de San Ciro de las Albercas.

Para lograr el fin propuesto, hacía falta tener en las manos el espurio gobernador, y para ello, contrataron los servicios de un notorio bandido, al que se le conocía con el mote de “El Amito” o el “Amito Andrés”. Mediante la suma de $8,000.00 el bandido se comprometió a secuestrar a don Julián, preparó a su gente, y el 9 de enero de 1853, al caer la tarde, esperó a que el gobernador saliera a dar su habitual paseo por la Calzada de Guadalupe de la capital potosina. Al pasar frente a la Caja del Agua se le acercaron galantemente y lo invitaron a que montara un caballo, que le tenían preparado.

Don Julián era un individuo irascible, por ello se había ganado el odio de mucha gente, de inmediato, con palabras fuertes declinó la invitación. Con el ruido del alterado los curiosos y vecinos comenzaron a asomarse a las puertas de sus casas; esto no estaba previsto en los planes, y como, ni por la fuerza pudieron montarlo en el caballo, sencillamente le dieron muerte, huyendo del lugar de la escena.

Los resultados fueron los apetecidos por los miembros del Directorio; pues triunfante la revolución tomó el poder su candidato, el Lic. Ramón Adame, quien para febrero de ese año ya era el gobernador en funciones. [1] Eugenio Verástegui. Hechos de Armas en Rioverde. Pp63-65. Mecanografiado. 1968. 

1a. foto es Tomás Mejía y la otra es la representación de la rendición de Mariano Escobedo ante  Mejía. Retrato proporcionado por Emmanuel Mejía (bisnieto) al Archivo Histórico Municipal; versión libre a lápiz por Manuel Fuentes


Fuentes:

Motilla Martínez, Jesús. Entonces lo matan...Ed.Universidad Autónoma de San Luis Potosí, SLP. México. 2001.
Escritora, Maestra Teresita Verástegui Nieto
Historiador, Lic. José de Jesús Alvarado Orozco
Archivo Histórico Municipal, LCC. Lucas Hernández Salinas

Cronista de la Ciudad, Lic. Ricardo Castillo Robles

domingo, 11 de octubre de 2015

Una Anécdota del Dr. Martinez

Dr. Martinez a la derecha, foto tomada del archivo de
Elenita Rodriguez de la Tejera.
De los recuerdos de Elenita Rodriguez de la Tejera.


Ambos el Dr. Y su esposa fueron personas muy caritativas y además simpáticas y agradables, era mi tío ya que su esposa, a quien yo llamé siempre “Mamá Nena”, era prima de mi mamá. El Dr. Solía no cobrar las consultas, en esas tardes de calor olorosas a azahares era común que en su consultorio se juntara algunos amigos para escuchar los partidos de Baseball, sobre todo la de los Niños Beisbolistas de Monterrey, no recuerdo el nombre del equipo. Hasta donde llegaban personas a pedirle consulta. También si lo encontraban en la Plaza de Armas, les daba la consulta en ese lugar y a falta de recetario, solía escribirles en la mano la receta. (Mi padre tenía una farmacia y me toco varias veces surtir la receta escrita en la mano).
A pesar de su peso era muy ágil, contaba que en el Colegio Militar le decían La Liebre, por su rapidez y en una ocasión lo vi, en una calurosa noche de verano jugar carreras en la plaza, no recuerdo si era con el Sr. Adolfo López Díaz, a la sazón presidente municipal, habiendo ganado el Dr. Martínez y solo se detuvo al llegar a un poste de la luz en una esquina de la plaza, agarrarse del mismo y por la velocidad que llevaba, le dio dos o tres vueltas agarrado del poste.

Cuantos y enormes recuerdos tengo de estos fabulosos tíos.
ANECDOTAS
LIC. ELENA RODRÍGUEZ DE LA TEJERA

domingo, 4 de octubre de 2015

FRANCISCANOS EN RIOVERDE

Después de que Cristóbal Colon en 1492 descubre un nuevo mundo para los europeos, y en 1521 cae Tenochtitlan en manos españolas, da comienzo la pacificación y colonización.
Una de las tareas culturales más importantes del Virreinato fue la Evangelización, debido a que contribuyo a incorporar la población del Nuevo Mundo a mundo cristiano de Europa.
La conversión al cristianismo voluntaria o forzada, implico que los pueblos prehispánicos abandonaran sus dioses y adoptaran un dios extranjero. Para llevar a cabo la Evangelización en la Nueva España, se crearon misiones atendidas por Frailes, se trataba de centros donde además de cristianizar a los indígenas se les enseñaba oficios.
En 1523 llegan a la Nueva España los primeros tres frailes Franciscanos, un año más tarde arriban doce frailes, quienes comienzan a planear la forma en que se ha de llevar a cabo la evangelización.
Las primeras instituciones dedicadas a la educación en la provincia de San Luis Potosí y demás provincias de la Nueva España fue la iglesia, donde destacaron los franciscanos quienes dieron educación elemental a los indígenas y mestizos; además, se ocuparon de enseñarles algunos oficios, en particular el cultivo de la tierra.
Para 1542 el franciscano Juan de San Miguel quien había fundado un convento en un pueblo cercano al actual San Miguel de Allende, emprendió esta importante tarea en Rio verde, algunos años después, Fray Bernardo de Coussin convirtió a muchos indígenas con la ayuda de traductores y fundo parroquia con el apoyo de jóvenes indígenas llamados pilhuanes.
En 1543 Fray Juan de San Miguel al conocer de esta tierra se decidió penetrar en el valle de Rio verde por Xichu en la Sierra Gorda del actual estado de Querétaro quien se hizo acompañar de Fray Bernardo de Coussin al parecer fue el primer europeo que entro en esta región.
En el año de 1555 fray Bernardo de Coussin, hizo una segunda entrada en el Valle de Rio verde y a su comarca, quien fue acompañado por los interpretes Alonso Carava y Juan Guancheche y bautizo mucha gente, y nunca más volvió “porque dicen lo mataron los indios de guerra” rumbo al actual estado de Zacatecas.
En enero de 1601 Fray Juan de los Ángeles, uno de los misioneros radicados en Xichu se internó en la sierra de Rio verde y de las Huastecas, para 1607 se encontraba en el valle de Rio verde, Fray Juan de Cardenas, acompañado de Fray Juan Bautista de Mollinedo, escogiendo lugares donde podrían establecer las misiones, construyendo iglesias de “bajareque” (carrizo y lodo).
En 1612 se concedió el real permiso para la fundación de las Misiones de Santa Catarina Virgen y Mártir del Rio verde, por lo que se pidió a don Diego Fernández de Córdoba Virrey de Nueva España que ordenara al provincial de la orden Fray Diego Núñez que saliera hacer el reconocimiento de dichos lugares para hacer la reducción y conversión de los indios.
Por acuerdos del 18 de abril y 6 de junio de 1617, la real hacienda determino que había las condiciones para la construcción de convento e iglesia en Rio verde: en consecuencia se procedió a la fundación, inmediatamente el padre Mollinedo se dedicó a la empresa.
Así el 1 de julio de 1617, después de que limpio el jacal que servía de capilla celebro la misa, enseguida procedió a la declaración solemne de fundación de la Misión de Santa Catarina Virgen y Mártir del Rio verde en un lugar llamado Santa Elena, que se encuentra al poniente y a dos kilómetros de distancia, en el único ojo de agua dulce del lugar.
Para 1622 la Misión de Santa Catarina es elevada a categoría de Custodia, pasando a ser la cabecera de las Misiones fundadas por Fray Juan Bautista de Mollinedo.
El 27 de abril de 1626 en visita pastoral del padre Fray Alonso Revolero, detecto 454 pobladores indígenas compuesto por 79 coyotes, 134 mascorros, 131 Otomíes y 110 Guachichiles sin tomar en cuenta pobladores de las haciendas vecinas.
El 7 de febrero de 1674 existía en Rio verde convento, iglesia y la casa del Capitán Protector, las viviendas de los indígenas se hallan separadas y sin calles, el Capitán Protector don Martin Mendalde fue quien ordeno que se hicieran las viviendas alrededor del convento y de las casas citadas.
El 10 de octubre de 1688 Fray Martin Herrán, dirigió una carta a don Melchor Porto Carrero Lasso de la Vega, Conde de la Monclova y Virrey de la Nueva España para darle a conocer que los españoles estaban invadiendo las tierras de los indígenas, los cuales comprendían 3 leguas alrededor de los pueblos.
Este escrito le fue contestado favorablemente el 25 de enero de 1691, advirtiendo a los españoles que respeten los ejidos cedidos a los naturales y si no serán sancionados con una multa de mil ducados hasta que la real audiencia determine lo contrario.
Otro de los logros del padre Herrán fue conseguir que a los religiosos se les diera $ 300.00 anual a fin de solventar lo más indispensable de sus necesidades, allanándoles así el camino de su labor apostólica y civilizadora. Esto se asentó legalmente el 12 de junio de 1693.
Para el mes de enero de 1735 se expidió Cedula Real que exime a los indios de la Custodias de Rio verde, que pague impuestos por celebrar la fiesta de la Patrona concediendo licencia para que anualmente se hagan en ese pueblo las funciones y fiestas acostumbradas en obsequio de culto de Nuestra Señora Patrona Santa Catarina Virgen y Mártir.
En 1743 da inicio la construcción de la actual iglesia y para 1777. Según don Eugenio Verastegui el templo ya tenía el crucero con una hermosa media naranja y había 10 frailes en la custodia.
Para 1748 ya contaba el pueblo con un vecindario de 101 familiares compuesta por españoles, mestizos y mulatos y algunos indios chichimecas.
Para febrero de 1787 se notificaba que los religiosos de Rio verde se sostenían de limosna, la cual no serían suficiente para los ministros seculares.
En 1817 se solicita licencia para reanudar la celebración anual de las fiestas patronales suspendidas con motivo de la Guerra de Independencia y el 24 de noviembre de 1820 se celebra la fiesta anual que había sido suspendida, desde 1811 por el movimiento independentista. La fiesta se celebraba desde 1735.
Posteriormente para 1845 el templo de Rio verde (franciscano) fue secularizado pasando a depender del Obispado de San Luis. La secularización de las misiones termino cuando la provincia franciscana de Michoacán abandono las ultimas misiones que tenía en la región y el primer párroco al desaparecer la Custodia de Rio verde fue don Anastasio Escalante. (J. Jesús Alvarado Orozco, Datos Cronológico de Rio verde)
RICARDO CASTILLO ROBLES

CRONISTA DE LA CIUDAD