José Tristán “El Perro”
Saben de dónde le viene ese apodo a José Tristán?
Resulta que José estudio en la Escuela Pedro Antonio de los
Santos en el año 1953 comenta que él vivía al final de la calle Galeana ya
cerca de la Cofradía por lo que en aquel entonces él era considerado más de
aquel lugar que de aquí de Rioverde, por lo mismo los demás niños lo miraban
con cierto recelo y ya en aquel entonces le hacían bullyn, los chamacos le
hacían bromas algunas de ella un poco pesadas desde 1º. Recuerda que En la hora
del recreo tenía la costumbre de irse al quiosco, y se sentaba a hacer su tarea, en una ocasión pasaron sus amigos Lorenzo
Uresti, Lázaro Cruz y Primitivo Mata lo invitaron a ir a los baños de Lourdes
porque ahí entrenaban boxeo, el entrenador era Silvestre “la bota” García se
animó a ir y mientras ellos entrenaban se puso a hacer su tarea en eso estaba
cuando llego el entrenador y lo miro y le dijo que ahí no se iba con
libros le dio un short y le dijo que se pusiera a entrenar con los demás en un
principio las primeras disciplinas eran las de como subir al el ring llegar y
brincar sobre las cuerdas lo primero que me enseñaron fue que el boxeo era una disciplina
y debemos de respetar al contrario pero cuando ya no te respetan entonces es
cuando te debes hacer respetar y yo entre con la idea de desquitarme de todas
las que me habían hecho pues cuando no me quitaban mi libreta lo hacían con los
lápices o me los tiraban y yo no les decía nada pero en el box me enseñaron a
tirar los golpes y a esquivarlos y empecé a defenderme y de esa manera se
aplacaron
La causa de mi salida de la escuela fue en una ocasión
estaba jugando canicas y uno no quería que yo jugara y así me lo dijo, yo no
decía nada así que las recogió y me las aventó, eso a mí me hizo enojar
entonces me incline a recogerlas pero en lugar de recogerlas me levante y con
el impulso le di un golpe entre nariz y boca sangrándole inmediatamente, al ver
esto los muchachos y las Maestras que estaban ahí se fueron contra mí pero Salí
corriendo y me metí al salón recogí mis útiles y cuando quería salir ya venían
todos sobre mí; corrí y salte por una de las ventanas y corrí hacia la salida
pero todos le gritaban al de la puerta que no me dejara salir por lo que yo me metí
al salón de tercero y salte por la ventana que daba a la calle; ya después
mandaron hablarle a mis papas y me boletinaron en todas las Escuelas para que
no fuera recibido; me desquite de los que abusaban de mi pero me costó el
estudio.
A raíz de los problemas que tuvo en la escuela, al salirse
de quinto año y haberse iniciado en el boxeo le dio por practicarlo y pues si le
costeaba porque por una pelea le daban 25 pesos de aquellos y solo por comparar
a su papa por toda una semana de jornal le pagaban 25 pesos y a él en una sola
pelea le daban eso pues estaba bastante bien, otra era que lo hacía a
escondidas de sus papas pues no contaba con el permiso y siempre que subía al
encordado luego luego le gritaban “Perro” “Perro” y de ahí se le quedo este
mote; también recuerda que en una ocasión que llego su entrenador le dijo que
le ofrecía una pelea con un hermano de la gringa el cual era un poco pesado y
le caía gordo al organizador y le ofreció los 25 pesos por la pelea pero que si
le ganaba le daría el doble o sea 50 pesos y pues le fue bien ese día; a ese
boxeador le decían Elvis Heraldo
Le toco ir a los Estatales en el año de 1960 en esa disciplina,
para poder ir y pues sus papas no estaban de acuerdo en que boxeara les dijo
que iba a trabajar en un aserradero en esa ocasión los llevo el güero
Bernardino, además de José Tristán fueron Paco Álvarez, Maximino Martínez que era
conocido como “Maxi Max” Primitivo Mata Lorenzo Uresti Enrique “la muralla” uno
que le decían “el charra” que nunca supo su nombre y “el pescado” que era
estibador; en esa ocasión si convenía porque además de tener todos los
servicios médicos por cada pelea se les daban 35.00 y en esa ocasión José peleo contra uno de Cárdenas,
uno de San Ciro y uno de Matehuala y llego a semifinales peleando contra uno de
Cerritos el cual se lo estaba llevando de calle y le estaba dando una buena
vapuleada pero su entrenador que era muy leedor de la misma, vio lo que hacía
el contrario y le dijo como contrarrestarlo le dijo que acostumbraba lanzar
siempre un golpe y de esa manera se desprotegía por lo que debería de esperarlo
y darle luego luego y tundirlo de golpes así lo hizo y empezó a golpear con
éxito al contrario, hasta que de repente el réferi paro la pelea dándole el
triunfo al de Cerritos, al ver esto inmediatamente el manager se le fue encima
al réferi y le reclamo porque lo eliminaba contestándole que era porque se
agachaba mucho para esto ya se había subido el “güero” Bernardino también muy
enojado correteando al réferi con un cuchillo e inmediatamente bajaron a José y
se lo llevaron al vestidor y como traía un grano en la cara y el contrario se
lo destripo traía un hilillo de sangre y un reportero fue y le dijo tu eres José
Tristán? le dije que sí y que le saca una foto; con eso sacaron los periódicos
un desplegado donde se mencionaba el evento, la cara del boxeador sangrando
además de que habían correteado al réferi con un cuchillo; pues se hizo grande
todo eso y con la esperanza de que sus papas no se dieran cuenta en esa estaba
hasta que uno de sus hermanos vio la noticia y se las llevó a sus papas y santa
regañiza que le dieron
Seguí en el boxeo aunque con otro nombre pero la gente ya me
identificaba y nadamas salía para subir al ring la gente empezaba a gritar
“Perro” “Perro” y pues era reconocido por mi forma de pelear
La etapa de boxeador se terminó porque tuve la oportunidad
de empezar a trabajar en la fama y eso me convenía más.
Pero esos pasajes de mi infancia quedaron ahí, el no poder
terminar por el bulling que me hicieron, el entrar a boxear disfrutar y llegar
hasta donde llegue, el haber hecho muchos amigos por el mismo box y el de
recibir un mote de “Perro” que yo sentí que era más una muestra de cariño que
un mote despectivo; por todo eso estoy muy agradecido.