domingo, 26 de mayo de 2019

Secundaria Federal de Rioverde.



Maestros, Materias y Alumnos de la Secundaria Federal ubicada a un lado de la Presidencia.

De los recuerdos de don Zeferino Juárez Sierra.

Él nos hace un recuento de los Maestros, Materias y alumnos que iniciaron esta secundaria.

En la escuela secundaria los primeros maestros y las materias que nos daban fueron:
Español nos la impartía la maestra Rosa Mata Rangel
Astronomía nos la daba un joven Lázaro Montes y Montes era de Arroyo Seco de la dinastía de españoles
Civismo nos lo daba una maestra muy capaz la maestra Esther Méndez López
Ingles lo daba William c. halliday
Carpintería un señor que se llamó chon García
Matemáticas nos la daba un ingeniero Millán que era gerente del banco ejidal un señor picado de viruela pero era una joya en matemáticas yo le aprendí muchas cosas a ese ingeniero
Botánica nos la impartía Jesús Gama y Silva tío del doctor Carlos Gama y el invento el himno a la secundaria y una vez nos llamó la atención porque no lo cantábamos ni nada que yo un tiempo lo recordé
Geografía Universal parece que esa también nos la impartía Lázaro Montes y Montes
Deportes nos los daban unos señores evangelistas discípulos del señor halliday uno se llamaba Eleazar Martínez siempre vestía de blanco muy pulcro y había otro señor ojos verdes no recuerdo el nombre
Geografía Universal en tercero nos la daba Daniel Gama y Silva
El estudiante era una revista que editamos ahí en la escuela salíamos al comercio para pedir su anuncio 5 pesos otros 10 y así para pagar la imprenta y los directores de esa revista eran Jesús Valdés, Valente Piña Rocha y el tesorero era yo Zeferino Juárez

Los primeros estudiantes que estuvieron en esta secundaria fueron:

Eran más mujeres que hombres una era Marta Gallegos Briones, otra Juanita Cruz, Sofía Gutiérrez vecina, Catalina Banda, Toña Hernández, Pompeya Gámez, Lilia Salcido, Emma Morales Chessani, Carmela Morales Chessani, Josefina Fat Cano y Margarita Fat Cano Meche Robledo, Santos García, Loreto Flores, Delia Luna, Meche Robledo, había dos muchachonas chamacas chaparritas se apeidaban Montenegro y les decían las pirinolas, Socorro Hernández, Luciana Vega, Pricida Rodríguez, Consuelo Gámez, Consuelo Méndez, Consuelo Sandoval, Virgilia que era sobrina de la señora Esther Méndez López, Julia Velarde; de hombres había Mario Luna, Valente Piña, Jesús konishi Maldonado, Mauricio Maldonado, Hipólito Martínez, Efraín Castillo García, Rubén Castillo García, Jesús Valdés Buenrostro, Antonio Avillon Luna, Marcos García Hernández, Antonio Amador Hernández el mosco, Rogelio Rodríguez, Guillermo Hernández, Ausencio h. Linares que el mismo se auto llamaba el mamerto, Honorio Camacho de la cantera, Fernando Gerardo hijo de un político, Manuel Barragán Valtierrez, Chon García, y Tomas Castro.

El primer director fue Jesús Gama y silva

Foto de la Secundaria Federal tomada del Museo

Un Relato de don Zeferino Juarez Sierra.

domingo, 19 de mayo de 2019

La década de los 40s. en Rioverde


Don Lamberto Olivo nos lleva a los lugares y a situaciones que el vivio en ese tiempo:

fue una de las épocas más hermosas de mi pueblo, pues diariamente por las noches no faltaban los puestos de enchiladas que se ponían alrededor de la plaza principal, pero aquellas enchiladas eran exquisitas ya que esas personas sabían su negocio, no como ahora que ya nada más las hacen para ganarse su dinero sin importar su calidad, (algunas no todas, existen lugares donde las hacen muy sabrosas). Me estoy refiriendo a doña Isidra ayudada por todas sus hijas y don Chucho que eran toda una tradición; pero había otras que no se quedaban atrás, solamente que estaban un poco más retiradas. Estas eran Lucha con su mamá y hermana, que estaban en la calle de Zaragoza y al fondo de esa misma calle se encontraba la señora doña María a quien la gente apodaba “Mis Picos”, ya que está señora tenía su boca un poco desviada, producto muy posible de una embolia. Por la calle Centenario se encontraba Doña Nicolasa, que estaba frente a lo que fue el cuartel. A donde quiera que uno fuera a cenar salía satisfecho.

En la esquina de la plaza donde hoy está un hotel de varios pisos, ahí era La Nacional, la tienda de abarrote que pertenecía a don Vicente Anaya y cruzando la calle Colón, había un corredor comercial que comenzaba en esa calle y llegaba hasta frente al atrio de la parroquia, en ese corredor a la entrada estaba La Corona que era la tienda de Eustorgio Martínez, le seguía la panadería de don Longinos Villanueva, después estaba la tienda la japonesa, que su propietario era Fidel Siguetomi, éste señor después se casó con una hermana Julio Villegas; ahí terminaba una cuadra y en seguida había varias tiendas de ropa hasta llegar al atrio. En frente seguían más tiendas de ropa entre las cuales se encontraba una, que se podía decir que era sucursal de la Maravilla, una tienda muy famosa que se dedicaba a vender en abonos, éste señor se llamaba Don Marcos Pinel, volvía a terminar la cuadra y estaba una tienda grande que era de don José Anaya, “El Pitó” y era atendida por sus hijas e hijos, le seguía la de donde molían café y esta era atendida por Don Aniceto del cual olvidé su apellido para terminar con una rasperia grande que era propiedad de doña Elodia.

Los domingos atrás de esos comercios y casi pegando con el atrio se ponían los puestos ambulantes que vendían toda clase de grano, tal como frijol, café, maíz sin faltar el piloncillo. Dentro del mercado se encontraban las verduras y abarrote, además de las carnicerías; también había una fonda muy grande que fue muy famosa, ya que ahí iban a desayunar desde obreros, campesinos y gente de la sociedad, todos unidos sin preferencia para nadie, era atendida por su propietario Don Pedro Nava y estaba abierta desde las cinco de la mañana, hasta las ocho de la noche.

En donde hoy es el Mercado actual, se encontraban los famosos mesones, que eran los hoteles de los arrieros que bajaban de las rancherías para vender sus productos, como eran los quesos, las adoberas , la mantequilla y el requesón, estos y la mantequilla envueltos en hojas de maíz. El sábado desde las cinco de la tarde, comenzaban a pasar por la calle real hoy Centenario con sus enormes recuas de burros cargados con dichas mercancías; se imaginarán cómo dejaban la calle a su paso, pues quedaba tapizada de pajoso de sus animales. Llegando a sus lugares, comenzaban a erigir sus puestos para el domingo muy temprano ya tenían en venta sus productos. Y el lunes muy temprano ya estaban listos para retornar a sus alquerías

En el pueblo había tres panaderos que vendían el pan en sus canastos a domicilio, diariamente por la mañana y por la tarde, ellos eran Gollo, don Ruperto y Calixto. Gollo y don Ruperto vendían el pan de la panadería de don Fidencio Castro que era hermano de don Antonio el esposo de mi tía Natividad y Calixto lo traía de Cd. Fernández en un guallin o bogue; el pan era de su propiedad. También existían las panaderías de don Longinos Villanueva y la de don Luis Tenorio, las piezas de pan costaban a dos por cinco centavos pero cuando se compraban más de cinco entonces les obsequiaban otra que le decían la ganancia, en ese tiempo al bolillo se le decía Birote, ignoro si aún así le llamen.

Tiempos idos que no volverán.

De los recuerdos de don Lamberto Olivo.

Foto propiedad de don Lamberto Olivo. Esa foto es el día del aniversario del programa de aficionados de nuestro club EDUCANTARES, estamos en la arena deportivo que tenía el güero Bernardino hermano de don Eugenio. Si la observa usted bien ahí están Goyita López, Antonio Hernández dueño de la antigua Ferretería LA CASA DE CONFIANZA y muchos más que quizá ustedes recuerden.

domingo, 12 de mayo de 2019

Curtidor de piel en peligro de extinción.


Es una actividad que está a punto de desaparecer y la principal causa son las trasnacionales que traen productos muy baratos y de mala calidad y que la gente los prefiere en lugar de gastar por un producto que valen por sí mismo; lo malo es que no nos damos cuenta del grado de daño que estamos haciendo a nuestra misma gente al quitarles la oportunidad de sobrevivir en base al producto que venden.




Pero, que es el curtido de una piel?:

El curtido es el proceso de convertir la piel putrescible (que se puede pudrir fácilmente) en cuero imputrescible (difícil de podrir), tradicionalmente con tanino, un compuesto químico ácido que evita la descomposición y a menudo da color.

La piel puede ser de res, de puerco o de lo que sea, toda piel se curte, la piel llega aquí a la casa y la traen a vender, en este negocio tenemos como 50 años normalmente lo traen la gente de los ranchos.




El proceso es el siguiente:

1.- El primer paso que se le hace a la piel es remojarlo porque normalmente viene seca es rehidratarlo normalmente se deja en agua como 2 días.
2.- Después se le da una limpiada o sea se le quita el exceso que trae de carne o grasa se le quita con un cuchillo.
3.- el siguiente paso es ponerlo en agua con cal en ese lugar dura como unos 12 días y mientras se está removiendo constantemente para que sea parejo su remojo.
4.- regresa al depósito de agua para lavarlo muy bien y quitarle la cal a base de pura agua. 5.- pasa a un ácido sulfúrico con sal.
6.- luego se pasa al curtiente a un tanino que está en un depósito de agua y es el curtiente que viene siendo una corteza y es un producto que viene desde Sudáfrica llega a león y yo voy cada que necesito cada costal cuesta aproximadamente unos 2 mil pesos y este producto es el que curte la piel le da flexibilidad y macices y se debe de dejar aproximadamente 20 días mínimo y puede durar más y se obtiene mejor resultado.
7.- ya la piel curtida se pasa a lavar y se le da punto para enaceitarla, se enaceita utilizando aceite comestible.
8.- pasa a darle una estirada en una mesa grande y con una pieza de madera.
9.- luego se pasa a secar,
10.- y listo



Haciendo historia mi abuelo J. Isabel Mata fue curtidor en el rancho tortugas de arriba allá por san José de Alburquerque por el lado de torrecitas y le paso la enseñanza a mi papa Abdón Mata y él se vino a Rioverde, yo empecé en varios trabajos uno el de la coca y al último caí aquí con mi papa, yo soy Adalberto mata Yáñez actualmente de 64 años y mi negocio lo tengo en bravo 128 antes de llegar a la calle insurgentes.

El cuero cada pieza me cuesta según el mercado y la demanda unos 200.00 o 300.00 pesos, también depende del mismo cuero que no esté muy cortada o limpia, que traiga garrapatas, delgada, de animales flacos hay piel de 1era. Hasta 5ª. Cuando está terminado el trabajo se le vende a los talabarteros que también ya se están muriendo y son los que se dedican a hacer con el cuero un morral un ajuar de una montura es el que hace los artículos de piel; pero existe un problema al cuero se lo acabo el cuero sintético, yo siempre creo y digo mi eslogan que es “esto no es chino” pero tengo como un año de que no sale nada y comercializarlo yo mire yo tengo aquí 30 años y toda la gente ha venido hacia mi entonces yo no tengo esa idea de ir y ofrecer me dicen bueno salgase pero yo no puedo ofrecer lo mío, hace 8 días lleve una piel dentro de un costal yo me esmero en lo mío y dijo un hombre mire: actualmente lo que se vende es lo barato; lo más malo de todo es que viene una generación nueva que no conoce esto y no sabe ni para qué sirve; la mercancía que tengo, tengo que vendérselo bien al interesado porque es un producto de valor, tengo mis clientes en varios lugares por ejemplo en san Luis visito a unos negocios pero ya no quieren comprar, mis trabajos son de calidad y son cocidos a mano, un cinturón llega a costar 700.00 está cubierta la doy a 500.00 y si me los dan y por mayoreo la puedo dejar a 400.00 y me dijo no pues esta caro por ejemplo una cubierta de cuchillo en el mercado le vale 200.00 pero en calidad no es ni la mitad de esto yo no soy comerciante pero un día le dije a juan castillo oiga le voy a llevar unas cubiertas y me dijo: eso ya no se vende y a como las quiere dar, le dije el precio y me dice juan: pues si quiere lleve unas 2, allí las colgamos haber cuando se venden, yo le dije: lo que quiero es que me des para comer ahorita.

Aquí en almacén tengo mucha inversión en artículos un día vino uno de los ángeles que quería una parte del solki y le dije yo se la hago nomas llévese la parte viejita y yo se la hago y si la trajo en cuanto me la va a hacer y le dije mire por hoy eso se lo hago en 1200.00 y no acepto; un morral cuesta 3,000.00 pero dura mucho un día repare uno que me dijo el dueño este morral tiene 70 años, influye mucho el cuidado porque decía no lo llevamos a la milpa a sembrar y el único cuidado es que no lo toque el sudor del animal , a mí me dijo un hombre también, mira si hay quien te pague tu trabajo nomas que va a ser a menos, siento que mi producto es de alta calidad.

De este tipo de negocio había como 10 o 12 tallercitos y ya no hay ninguno, nomas su servidor; en la Porfirio días estaba Mario González, otro don Benito Silva, Teodoro Flores, Refugio Hernández, Heriberto Medina de la Jiménez, el señor Tenorio de la Iturbide; también los guaracheros que hacían aquel huarache regional, ahorita hay como 2 y ya no se reponen y se van a ir.

Aquí vienen a visitarme gentes de varios lugares, se pararon 2 viejotes de león y me preguntaban en cuanto hacia cada cosa y le dije y me dijeron si no cobras eso no comes, mira este hombre se gana 3.00 pesos en un par de tenis nomas que vende 5000 pares diarios yo en los trabajos me tardo 3 o 6 horas ahorita lo único que trato es la de sacar el lonche y con eso ya estoy ganando, en una ocasión me propusieron que hiciera una escuela pero no creo que sea por ahí.

Me han sucedido cosas muy agradables una vez vino un señor que no sabía de donde era y por cuestiones del destino supe después que era de jalpan y era el Sr. Cura y la última vez que estuvo aquí me agarro de las manos y me las bendijo y me dijo que estas manos nunca se cansen de hacer cosas bonitas y ya no vino lo cambiaron de aquí con eso es lo que me quedo.

Esta es mi historia, no sé hasta cuando resistiré o dure esta situación, pero sigo estando a sus órdenes.

Atte. Adalberto Mata Yáñez.

domingo, 5 de mayo de 2019

Acuartelados de Rioverde



La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) ha sido uno de los acontecimientos políticos y militares de mayor impacto en la historia de la humanidad debido a su alcance y sus consecuencias, así como al número de países que participaron y se vieron afectados.

Alemania, Italia y el Imperio japonés conformaban las Potencias del Eje. Francia, Reino Unido y, posteriormente, Estados Unidos y la Unión Soviética, entre otros, conformaron el grupo de los Aliados.

Un relato de don Zeferino Juárez Sierra. Ultimo sobreviviente.

Como México pertenecía al grupo de los aliados tuvo que participar y enviar a hombres a la guerra, se tomaron hombres de todo el país y Rioverde no fue la excepción, reclutaron a jóvenes de 18 años con el sorteo de la bolita y a los que les toco bola blanca fueron acuartelados, de aquí se llevaron a 8 jóvenes los cuales fueron:

1.-Antonio amador “el mosco”
2.-marcos García Hernández
3.-Jesús konishi Maldonado hijo de un doctor japonés de ciudad Fernández
4.-José Vicente rivera Anaya nieto de un señor muy rico que se llamó don Otilio rivera
5.-Daniel reyes Ocampo él era de ciudad Fernández
6.-Desiderio del pozo Martínez, evangélico fuimos amigos
7.- miguel huerta serna que iba a ser sacerdote
8.-zeferino Juárez (yo).

A mí me toco bola blanca y lo primero que hicieron fue llevarnos al campo militar en México ahí estuvimos 6 meses y luego nos trasladaron a Guadalajara donde duramos otros 6 meses, inmediatamente nos empezaron a capacitar, lo primero que nos dijeron fue: “la finalidad de tenerlos aquí es para capacitarlos dentro de la disciplina militar y para matar gente con determinación, porque el enemigo no va a tener piedad de ustedes; Aquí no hay dios aquí no hay maría santísima aquí no hay nada más que ustedes; también les vamos a enseñar modales de urbanidad para que ustedes si quieren seguir aquí tienen que pasar al colegio militar y si no en la vida civil pero tendrán que demostrar en la vida civil lo que les vamos a enseñar cómo manejar al mundo, como comportarse con el mundo, como ser gente respetable como padres, como esposos”; una de las cosas que aprendí fue radiotelegrafía además nos daban academia y teníamos que estudiar matemáticas y esa era una de las materias principales y lo demás de lo militar y cuando llegamos y empezamos no nos pagaban en aquel tiempo salíamos libres cada 8 días de la mitad del sábado hasta el domingo, el domingo teníamos que presentarnos estar ahí a las 10 de la noche, pasaban lista y a dormir y nos daban lo que llamaban “pre” que eran 3 pesos y eran unos billetes rojos a los que le decían “las roxinas” y es que había un medicamento ligero para la gripa dolor de cabeza en sobrecitos era un polvo y sus pastas eran rojas y el billete tenía una pasta roja y otra no y en aquel tiempo para ir al centro nos cobraban 10 centavos de pasaje en segunda y en primera nos cobraban 15 centavos, nos íbamos Tacuba cuarteles llegábamos a Tacuba y de ahí ya nos íbamos a pie al campo y entre Tacuba y el campo teníamos que pasar un lugar de puro monte pero había una población que le decían la ciudad perdida, ahí andaban en una vereda; en México hicimos muchas cosas de las que nos enseñaron a tal grado que una vez en plena alameda, recuerden que ahí siempre ha sido muy congestionado el tráfico y en esa ocasión estaban unos señores ya unas personas mayores queriendo pasar con unos bultos y no podían por el intenso tráfico, en esa ocasión nosotros éramos 4 y eran como las 5 de la tarde, lo que hicimos fue atravesarnos para parar el tráfico y nos atravesamos y paramos el tráfico y les ayudamos a que pasaran además de ayudarles con sus cajas y los subimos al autobús, algunos nos dijeron cosas pero logramos lo que queríamos, también ellos nos seleccionaban de acuerdo al grado de estudios, a mí me toco artillería pesada.

También había gente de puebla, de Oaxaca, de Chiapas, de México y hasta de Sinaloa; recuerdo a un muchachón muy mandón que se llamaba Marcos Mora Pérez.

Al último nosotros no fuimos al frente porque los americanos tiraron la bomba atómica y se acabó la guerra. Cuando eso sucede hablan con nosotros y nos dicen: si gustan quedarse el que quiera, luego luego lo mandamos al colegio militar y uno de todos esos fui yo y lo remarco para que vea el apasionamiento que tenía yo por el beisbol, me tomaron datos y me dejaron libre con la condición que a los 3 meses tenía que regresar; llegue aquí y como yo quería tanto a Rioverde y luego empecé a jugar el beis bol pues que me iba a acordar y ya no regrese y puro beisbol y beisbol

Una vez puse un anuncio en el periódico Excélsior y uno de ellos vio el anuncio y luego me llamo por teléfono y me hablo que fuera y nos juntamos y él trabajaba para una compañía que vendía literatura para la superación mental y esa vez nos juntamos como 3 y fue la única vez nunca me volví a comunicar y se perdió la comunicación.

Y aquí sigo hasta la fecha, solo me quedo el recuerdo y todo lo que aprendí y pensar que puede haber estado donde se efectuó la guerra.

De los recuerdos de don Zeferino Juárez Sierra.