domingo, 5 de noviembre de 2017

Quienes y como iniciaron la difusora XEEM aquí en Rioverde

Ricardo Delgado, Don Carlos Martinez y Francisco Guerrero
Quienes y como iniciaron la difusora XEEM aquí en Rioverde?, ¿Quiénes participaron en todo este proyecto? un personaje que estuvo cerca de esta historia fue el Lic. Ignacio Cervantes Álvarez quien de una manera clara y amena revive algunos de sus recuerdos y aquí los comparte:
ANECDOTARIO SOBRE LA RADIODIFUSORA XEEM, SU FUNDADOR Y PRIMEROS LOCUTORES
En el viejo Rioverde que yo con mucha nostalgia recuerdo de la segunda mitad de los años cincuenta en adelante, era un pueblo apacible y muy agradable, donde algunas veces la tranquilidad y el silencio de sus calles era roto por el trote de los caballos de los solkeros, de los carretoneros de los aguadores y el paso cansino de las carretas de bueyes y uno que otro camión minero que en ese entonces circulaban en el pueblo.
El pueblo,  rodeado de huertas y cañaverales y que en temporada de los cortes de caña o naranja se acrecentaba el ruido y bullicio de gente que pasaba muy temprano a las faenas; ya sea en los molinos de caña que recuerdo como el de la Pasadita, el Molino Colorado el de los Rodríguez, el del Jabalí el de San Diego y algunos más que se me escapan en este momento, así como los grupos de cortadores que muchas veces eran trasladados en carretones hacia las huertas, entonando alegres canciones a voz en cuello.
Nuestro Rioverde que se fué, tenía su mercado frente a la Iglesia de Santa Catarina, hoy el área de la plazoleta de los fundadores y durante mucho tiempo era el punto de reunión para los cortadores de naranja, que en cuadrillas y alegres algarabías,  desde las cuatro de la mañana esperaban ser contratados para ser llevados a tal o cual huerta.
Muchas veces la paz y tranquilidad del poblado era roto también por el sonido de las campanas que don Darío hacia tañer con mucha enjundia y que en todo el poblado se escuchaban ya sea para llamar a un servicio religioso o bíen para avisar de alguna “quemazón”.
Por esos tiempos, un grupo de gente visionaria, encabezados por el Lic. Lorenzo Nieto Pro, aveces reunidos en el restaurant Noche y Día, del Patabofa,  en el villar del Capi o de la Cuatana o con Maciste o ya sentados en una banca bajo la sombra de los bambúes de la plaza de armas, idearon que era necesario tener en rioverde una difusora, ya que en la capital ya había varias y en nuestro pueblo ya era necesario contar con una, ya que por un lado algunas pocas familias  tenían televisión y la chiquillada nos arremolinábamos en las ventanas a ver cómicos y canciones Adams, las caricaturas de los picapiedra, la famosa serie de la ley del revolver de la cual un personaje le da el sobrenombre a otros destacado rioverdense por adopción me refiero el famoso  “Chester”.
Pues bién, este grupo de gente de negocios formalizan la sociedad para crear una difusora, se dice que contrataron los servicios de don Carlos Martínes Guillén como técnico operativo como se decía -para echar a andar la difusora-. Por desacuerdos entre los socios ésta se disuelve, pagando a don Carlos sus emolumentos con el poco equipo que se había adquirido.
Don Carlos le da continuación al proyecto por su cuenta, tramita los permisos correspondientes antes las dependencias que ese tiempo aplicaban y en un cuartito de adobe, ubicado en la calle de Aldama 55 en el barrio de San Juan, coloca su tornamesa dentro de un cubículo de fibracel y cartón vinagris que aislara el ruido exterior y nace así un 18 de febrero del año 1958 la radio difusora XEEM la voz de naranjopolis que inicia sus trasmisiones en 880 kc con 100 watss de potencia efectiva en amplitud modulada.
Quiero hacer mención de la persona de Don Carlos Martínez o como era conocido  don Carlos el de la difusora.
Don Carlos Martínez nació un 4 de noviembre de 1918 en la fracción de el Refugio, del municipio de Arroyo Seco, Qro. Su padre fue don Rafael Martínez y su madre doña María Guillen, y se casó con la señorita María Gertrudiz Sánchez Arvizu.
En sus inicios en Rioverde se dice que don Carlos vendía televisores y gas licuado, quizás era la competencia del Chifuga, y de Toño Valduvi.
Pero su ingenio siempre era patente en sus actos, pues el mismo diseñó la antena y siguió la fabricación de la misma en un taller de rioverde.
El realizaba las reparaciones a su estación difusora. Recuerdo que allá a principios de los sesenta inventa y fabrica un vehículo anfibio, que era un simple chassis de estructura tubular, con cuatro llantas de hule de esa de tipo carretilla, una barra y volante al centro en la parte delantera y un cajón acojinado con una almohada amarrada,  que le servía como asiento, bajo el chassis le colocó varias  latas mantequeras selladas, de lámina, de manera que cubría toda la superficie inferior del chassis, y servían como flotadores.
Impulsaba dicho artefacto un ventilador de seis aspas de aprox. 1.50 m de largo que era movido por un motor de petróleo de esos que se utilizaban en las huertas para bombear aguas de las norias o en los molinos de nixtamal de los que había varios en el pueblo y rancherías.
Cuando realizó la prueba de flotación en la Media Luna, se hizo acompañar por su fiel trabajador Max o Machi, también un tipazo  del viejo rioverde, nos contaba Maxi en el estanquillo de don Daniel que estaba sobre la acequia que pasaba por la Placita de San Juan, que fue toda una aventura la que vivió ese día con Don Carlos, ya que tuvo su fallas dicho vehículo anfibio y el nadando lo empujaba hasta una orilla. A su regreso a rioverde entraban por la calle Porfirio Díaz y ahí tomaban la calle Aldama que es donde estaba la difusora. Como en aquellos años no estaba pavimentada ni una calle en Rioverde, ya se han de imaginar la polvadera que levantaba con las hélices a su paso el flamante vehículo anfibio, claro con el corredero de gente y gritos de la chiquillería para ponerse a salvo de la polvadera, algunos muchachos gritaban “ahí viene ciro peraloca” a su paso por la placita de San Juan, con las consiguientes risotadas.
Quiero recordar que en aquellos años a la Media Luna solo se llagaba en solky, carretón o carreta y que no existía ningún árbol que dispensara su sombra, por lo que en semana santa, si había quince gentes en la Media Luna era mucha, algunos muchachos osados íbamos en bicicleta y ya sabíamos que en algunos tramos tendríamos que cargar con ellas al hombro debido a los lodazales que se hacían al reventarse las regaderas de las milpas y huertas.
Don Carlos, inquieto inicia la fabricación de una avioneta en un taller rumbero de la calle bravo y como el fuselaje quedó más largo ya no cupo en el patio del taller, por lo que tuvieron que quitar la barda de carrizos del vecino para sacarla de ahí, desconozco el fin de éste artefacto. Posteriormente decide  comprar una avioneta al Cap. Guillermo Gilbert, el cual venía desde San Luis capital para enseñarlo a volar, nuestro campo de aviación estaba frente a los campos de la minera Rio Colorado, que no era más que un área de aproximadamente 500 m de largo y unos cincuenta de ancho,  desmontada, rodeada de mezquites, zacate y arbustos chaparros, normalmente invadida por chivas o caballos.
Al capitán Gilbert le gustaba hacer “cabriolas” con su avioneta y que nosotros en tierra disfrutábamos con emoción y más cuenta que le metía cada susto a don Carlos al realizar descenso en picada cuando lo traía en adiestramiento.
Un buen día estando por despegar en la aeropista le dice el cap. Gilbert a don Carlos: -bueno don Carlos, ya usted a guiado la avioneta allá arriba, ya conoce los instrumentos de vuelo, así que creo que ya es tiempo de que usted se heche el despegue- Y contaba que don Carlos se pone nervioso y veía al frente la pista con algunos terrones sueltos, pequeños hoyancos y el pastar de los chivos regados por el campo de aviación, y ya la avioneta funcionando, le contesta don Carlos “ oiga capi, mejor déjemela otra vez alla arriba, en lo parejito” ante la consabida risotada del Capitán Gilbert.
Ya siendo Don Carlos un ducho piloto aviador, un buen día convida a don Melitón Godinez a volar y pues el  buen Melitón se la rifa y acepta la invitación. Hago mención de que dicha avioneta era un monoplaza, con fuselaje forrado con lona y cuero y una palanca de mando al centro, es decir no tenía volante.
Pués ahí van nuestros amigos surcando los aires de rioverde, Melitón viendo sus naranjales desde el viento y don Carlos mostrándole cada lugar desde las alturas; que la media luna, que el puente de fierro, que los anteojitos, que el presidio, que los molinos de caña, que allá se ve a don Miguel Panzón, en fin todo lo que su vista alcanzaba a distinguir.
Contó don Melitón que ese día iba muy contento con don Carlos en su avioneta, y le dice a manera de halago –oiga don Carlos pues usted ya pilotea re bién esta charchina- y le contesta don Carlos, con voz socarrona, “si ya la manejo muy bien, aunque todavía me falla algo pa´ aterrizar”, y Melitón agarrándose a veinte uñas de donde podía le replica a don Carlos, -no le creo, si usted pilotea muy bien- y acercándose a la pista le dice don Carlos, mire como tengo los mezquites “todos descopetados” donde no le atino.
Melitón dijo con el pensamiento –ya me llevo la toztada- y comenzó a encomendarse a las once mil vírgenes y a toda la corte celestial para que aterrizaran con bien, en cuanto bajó de la avioneta corrió rápidamente  a abonar los mezquites.
Don carlos recibió del Comandante Roberto Reynoso Parra el patronato de la Cruz Roja, siendo don Carlos y Max choferes y camilleros a la vez.
Con éste breve anecdotario, de manera respetuosa  quise recordar brevemente a ese gran fundador de nuestra difusora XEEM
Ahora mencionaré a los primeros locutores que también fueron una institución dentro de esta difusora y que se cuecen aparte, me refiero a los señores:

Armando Sánchez Herrera
Ricardo Delgado Herrera
Francisco Guerrero Guillén
Que en esos tiempos para obtener la licencia de locutor tenían que presentar un extenso exámen de conocimientos  de cultura general y si aprobaban se les emitía su licencia.

De Armando Sánchez Herrera a quien se le conocía como El Infame, recuerdo que su voz era agradable al oído, había entre otros programas uno que se llamaba “Polkas redovas y canciones”, normalmente con el piporro, los alegres de Terán entre otros y en algunas ocasiones invitaba a músicos que deambulaban por las fondas o cantinas del pueblo ofreciendo sus servicios. Uno de estos grupos que es aun recordado era el de “Bocho y sus astronautas” pues apenas comenzaba la conquista del espacio y era lo de moda, decía el Infame que este grupo se llamaba así porque un astronauta le daba 360 vueltas a la tierra en un día, y que Bocho y sus astronautas le daban 360 vueltas a las cantinas de rioverde en una semana.
Había un programa que se llamaba “complacencias” donde a través de reportes escritos a mano los oyentes solicitábamos las canciones de nuestro agrado. Como el Infame leía los reportes es decir los nombres de los solicitantes de canciones, muy rápido, no faltaba quien le jugaba bromas como aquella de Ma. De Jesús Patiño, que un dia solicita una canción y el infame lee:
Para complacer a María de Jesús Patiño, Marichuy patiño, jesusita patiño, chuya patiño, Jesús Patiño, bueno toda la familia Patiño que diariamente nos escuchan. Y claro la risotada de los radio escuchas.
Tenía el Infame espíritu deportivo y juntaba la muchachada de ese tiempo  como el Avalos, el Ostión, la Gringa Cervantes, el mudo Medel, el profe Paz Badillo y su hermano, Pancholín Martínez Jr., el Vebo Martínez, mi hermano Guillermo Cervantes, el Cheve, Braulio la cochinilla, Poncho la rubia, el Quinillo, los Escamilla, Julio Galicia, Pedro Zarur y muchos otros con los cuales organizaba carreras de bicicletas  ya fuera a Plazuela, a San Ciro,  Santa Rita, Callejones, el lomo de toro o hasta el Charco. Quiero hacer mención que en un principio venía a ésta ciudad desde San Luis Potosí, a apoyar a su amigo El Infame otro gran locutor de la radiodifusora La Rancherita, era nada más y nada menos que Don Marcelino Castillo toda una institución en la radio en san Luis, un gran ciclista y promotor de éste deporte.
Salía toda la muchachada de la meta que normalmente era frente al Molino Colorado, y allá va el Infame dentro del pelotón, pasaban si al caso diez o quince minutos y el primero en regresar era el Infame, ante la sorpresa de todos los aficionados que lo recibíamos con rechiflas, ya que de todos era conocido que el nunca llegaba al punto de retorno y siempre se regresaba antes.
El Infame despedía algunas veces la transmisión a las seis de la tarde diciendo:
X doble e eme llega al final de sus transmisiones, agradeciendo el favor de su atención esperando contar con su amable escucha el día de mañana, “pues aún nos quedan siete luces de esperanza”.
Un día le pregunto que a que se refería con esa despedida, que si eran los siete días de la semana, o los siete magníficos o los siete sabios o setenta veces siete y me dice “hay Kennedy, son los siete focos que tiene la antena y pues mientras no se caiga… seguiremos trasmitiendo”

Ricardo Delgado Herrera, pues vamos a decir que era el que siempre andaba involucrado en los eventos políticos, era el serio de la radio, no bromeaba, raras veces lo veía uno reir, pero era amigable. Muchas veces fungía como maestro de ceremonias en los eventos cívicos.
Cuando despedía la trasmisión a las seis de la tarde decía:
Gracias al esfuerzo de nuestro gobierno y su patriota presidente, XEEM ha llegado este día al final de sus trasmisiones, agradeciendo su gentil escucha, esperamos contar con ustedes el día de mañana y disfrutar de los bienes que nos han dados los gobiernos emanados de la revolución mexicana. Hasta mañana.

Francisco Guerrero Guillén.- Un locutor muy sui géneris, era muy conocido y estimado en todos los ámbitos de la sociedad , pues era un distinguido católico, gran promotor de eventos culturales y religiosos; ya lo veíamos encabezando los rosarios de aurora, ya encabezando a los jóvenes de la ACJM, ya organizando la peregrinación del 12 de diciembre, ya organizando charlas de formación espiritual y humana entre los jóvenes, ya organizaba las carreras de antorchas el 5 de febrero, ya el festival de la palabra que eran concursos de oratoria y declamación, en fin un locutor muy culto, estudioso y alegre. En ese tiempo la ACJM era el único foro de expresión juvenil que había en Rioverde donde fueron miembros ahora distinguidos profesionistas, hombres de negocios, maestros, en fin todos hombres de bien. Un buen día organiza una rondalla a la cual pertenecían entre otros: El chagui, Gabriel Castillo, Miguel Reyna, mismos que eran citados a ensayar todos los días a las seis de la mañana en el campanario. Los muchachos que eran algo flojos para levantarse temprano le dicen a Panchito que como le harían para madrugar, a lo que les suelta la siguiente receta naturista: -tomen mucha agua antes de dormirse, y las ganas de hacer  pipí los hará madrugar- un día ensayando los muchachos maloras rascan las guitarras por ningún lado; unos en do, otros en fa, aquel en re, ese en mi y Panchito que lo único que sabía tocar –era la puerta- les dice: “estamos ensayando en serio” y todos muy solemnes reprimen sus carcajadas. 

Panchito –como se le conocía- tenía la particularidad de utilizar mucho el trastueque, que consistía en cambiar el orden de las palabras en una oración por ejemplo decía;
-San Ciro de Acosta los invita a sus tradicionales fiestas patronales, donde habrá sensacionales carreras de gallos y peleas de caballos. A caray,  remataba
-El telégrafo ofrece elegantes y finos pantalones para caballeros, de lana
-Precios de México tiene para usted finas medias schalimar para señoritas de naylon
El noticiero de las 14:00 horas normalmente no se preparaba, así que únicamente leían el periódico y era común las equivocaciones como esta: Ciudad del Vaticano: El Papa Paulo VI emitió la bula –pasa a la página ocho- a caray eso no es noticia-
Notas de la región: Terrible Marcos en el barrio de San Fuego y describía el hecho. Que era terrible fuego en el barrio de San Marcos.
Después del noticiero había un programa que se llamaba “Agua Viva” con el hermano Daniel de Rioverde, San Luis Potosí, que también fue un gran personaje misionero pentecostal que estuvo en rioverde unos años, pero también con mucho don de gentes, a los chiquillos nos gustaba verlo volar porque desde su avioneta lanzaba volantes o libritos que nosotros en abigarrada algarabía corríamos a –capiarlos-
Pues bien como este programa era de carácter bíblico normalmente grabado, el buen Panchito provocaba algunas veces,  que la trasmisión se viciara con ruidos, reververancias y demás linduras para que el programa fuera inaudible en algunos segmentos. Claro como era la competencia, pues panchito no veía bien ese programa. Aunque no le faltaban los regaños de don Carlos.
Un día estando Panchito en cabina allá por el mes de noviembre que en rioverde era muy frío, Panchito alegremente decía: Bienvenidos todos los visitantes a naranjópolis  -en ésta calurosa y soleada tarde de noviembre-. Y entra don Carlos tiemble y tiemble de frio a la cabina, bien abrigado con su abrigo negro y su paraguas escurriendo de agua y recrimina a panchito: Está usted loco pancho ya vió que esta lloviendo y haciendo un frillazo y usted con sus cosas. Y panchito riéndose le dice: perdóneme don Carlos yo estoy en cabina desde las siete de la mañana y como no vino mi relevo pues no he salido, en la mañana que llegue estaba muy agradable, y sale don Carlos refunfuñando.
Como les recuerdo que le gustaba el trastueque dice un día, como era común en él: son los quince horas tres de la tarde con veinte centímetros. Pues los que lo escuchábamos que héramos muchos decíamos –hoy panchito está bien loco- pero nos hacía reir.
Panchito, así como fomentaba el amor a Dios también fomentaba el amor a la patria, así que era común que el viernes santo el ponía pura música instrumental suave, música sacra, poemas religiosos como el cristo roto, quien te partió la cara, el lobo de gubia, las reflexiones de mons. Fulton J. Shen de vale la pena vivir entre otros. Ese día no complacía a nadie.
El 16 de septiembre su programación era  pura música mexicana de mariachi, que las coronelas, el zopilote mojado, jesusita en chihuahua, Guadalajara, que el herradero, las bicicletas en fin puras canciones mexicanas y pues no podía faltar el Charro Avitia, Miguel Aceves Mejía, Juan Zaizar, y Lucha Reyes con puros temas campiranos.
Un día leyendo una esquela dice: Falleció en el seno de nuestra madre la santa iglesia católica, apostólica, romana y confortado con todos los auxilios espirituales y la bendición papal, el señor Nepomuceno Roque de Aguado a la edad de setenta y ocho años. Le participan con el más profundo dolor SU AFLOJADA ESPOSA, hijos, hijas, nietos y demás familiares. Claro los telefonazos no se hacían esperar para corregirle sus disparates que el siempre tomaba con humor.
Y bueno iniciaba y despedía la transimisón diaria con una oración, una jaculatoria y un agradecimiento a Dios y a María Santísima.
Aun hay mucho de que hablar de aquella que fue nuestra gran difusora la XEEM que trasmite desde Naranjopolis en 880 kc 10000 watts de potencia efectiva.
Sea el presente un modesto homenaje a los directivos, las familias Martínez Sánchez, Rivera Martínez y el cuerpo de locutores que actualmente mantiene las trasmisiones en estos cincuenta y nueve años de estar en el aire.
Felicidades Rioverde por tener ésta típica difusora y que nos dure muchos años más.

Rioverde, S.L.P. a 18 de febrero del 2017

LIC. IGNACIO CERVANTES ALVAREZ
COLABORADOR DE LA ACADEMIA DE HISTORIA

DE RIOVERDE, S.L.P.

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