domingo, 30 de junio de 2019

Recuerdos de Hilario Tovar “El Cenizas”





Uno de los jugadores querido por la afición de Rioverde es sin duda “El Cenizas” quien en la época de los 60s. 70s. llego para quedarse en esta región; el mismo nos cuenta algunos de sus recuerdos:

Recuerdos de Hilario Tovar “El Cenizas”

Yo Soy de matamoros y el beis bol me llevo a conseguir muchas cosas como amistades, trabajos y conocer lugares; a mí me insistieron muchas veces que viniera a Rioverde pero nunca quise porque yo ya había venido aquí pero en aquel entonces no había luz, no había carretera y los alambre donde prendían la luz se le miraba el alambre en la noche y por eso no se me antojaba venir; en una ocasión con un amigo vine a valles pues a mí me gustaba mucho el beis bol, recuerdo que de matamoros me fui a Veracruz, de ahí pase a naranjos, en ese entonces yo andaba de arriba para y trabaje con el difunto Tito Gutiérrez sus hijos y sus hermanos, el traía una carpa de tiro al blanco y andaba en las ferias recorriendo muchos lugares y yo me pegaba con ellos y como a ellos les gustaba mucho el beis bol pues yo andaba muy a gusto con ellos y una vez estando en valles me dijeron: vamos para Rioverde te pagamos todo pero yo me negaba por la experiencia anterior de que ni carretera tenían, hasta que me convencieron, estuvimos en una feria en Tamaulipas de ahí nos fuimos a valles y acabamos el 23 y el 24 de noviembre tomamos el tren y nos vinimos a Cárdenas y de ahí para Rioverde, recuerdo que llegamos a la central de santa fe que estaba en la Morelos frente a la potosina; lo primero que hicimos fue andar reconociendo a Rioverde caminando por sus calles y anduvimos con pascual y ya por la tarde conocimos a Abel Moctezuma el cual llevaba una muy buena amistad con mi amigo, a partir de ahí me di cuenta de que la gente me apreciaba y de que yo podía conseguir cosas por medio del beis bol y de esa manera me empecé a encariñar con Rioverde,

Recuerdo que yo llegue en domingo y el lunes ya teníamos el boleto de regreso para valles pero yo miraba a un señor que pasaba para allá y para acá hasta que se animó se metió y me pregunto que si yo era El Cenizas y le dije que si, dijo le voy a pedir un favor vamos aquí a la vuelta donde están unos señores que quieren hablar con usted para que se quede aquí a jugar con ellos, le dije pero es que ya compramos los boletos, de eso no se preocupe se arreglan o no se arreglan yo le pago a usted los boletos, la comida, le pago el pasaje y todos los gastos que se originen, el señor era don Jesús “El Conero” pues lo habían mandado a él para que me convenciera, mi amigo me dijo: ve y habla con ellos, fui allí con ellos nos arreglamos y ya nomás fui a traer mis cosas a valles y desde entonces me quede aquí hasta la fecha, era el año 62

A mí los que me contrataron fueron los naranjeros de amando y bien claro me dijeron: no ganamos, nos dan unas palizas de la fregada, pero nosotros queremos que ande con nosotros, en ese entonces jugábamos los jueves era el juego de la liga y los domingos se jugaban los juegos del naranjeros de chon ya el difunto amando torres el de la frutería me ayudó mucho y él me acerco al equipo de chon Ceballos.

Algunos de los que me animaban a que me quedara fueron el Pascual, el burro y la puya querían que jugara yo con el refugio.

Un día fui a la colonia 20 de noviembre a ver a un curandero y él me reconoció y me hablo de mi apelativo y le dije me conoces? Como no te voy a conocer si jugamos juntos no pues yo no me acuerdo y es que mi memoria siempre ha sido muy corta.

Un tiempo jugué con el naranjeros de la cruz verde que lo patrocinaba “el bucho”, nacho Barrón y chabelo Gutiérrez los 3 eran socios y jugábamos aquí en la liga municipal.

A mí me decían “La Cenicienta” pero Roberto Reynoso me lo cambio a “El Cenizas” porque decía que estaba muy grande

Lo que no se me olvida es el pelotazo que me dio el conde y la gente de aquí de veras le tiro bien feo, en esa ocasión fue jugando y yo considero que fue adrede, pichando él y yo bateando y una vez fuimos a cerritos y le comente del pelotazo que me dio pero dijo no recordarlo, pero yo le decía, pero hombre si tiene como tres meses que me distes el pelotazo a poco no te vas a acordar conde, le digo mira todavía hasta la fecha se me mueve la banqueta, me pego a un lado de la oreja y todavía no se usaba el casco, mi gusto fue que le di tres dobletes y me di cuenta que a pesar de haber sido un ídolo aquí cuando se fue, luego luego ya no se acordó de Rioverde.

Anécdota

Yo estaba aquí solo y llega un amigo en un domingo y llega el chavo y me dice: “ceni” vamos a Cárdenas, vienen paisanos tuyos a jugar, tomamos un carro de sitio y le digo bueno vámonos nos fuimos y en la pasadita venia Benito “El Fachas” y le digo al chofer parece, ya se paró dele pa tras, saliendo Benito le dije: súbete, a donde van? tu súbete, no pues a donde van? súbete hombre, que se sube y vámonos yo traía bien mala una rodilla que me había pelado en una barrida, llegamos allá empezó el juego el primer juego de dos y luego se arrima la toña que era el que traía el equipo y que me dice “ceni” (los tenían bien zocados) no seas mala gente ayúdame, le digo mira yo no puedo porque ando bien malo traigo una rodilla bien pelada pero aquí traigo un amigo, y si podrá? Le digo si, si puede, le digo, el ha jugado conmigo; va y le dice: si nos ayuda? Si como no, pero no traigo nada, y le dijo bájese, aquí le damos todo, lo vistieron, recuerdo que iban perdiendo por una carrera y tenían un hombre en primera y lo metieron de emergente y en el primer lanzamiento vámonos pal otro lado así quedo el juego le juntaron dinero y ya no se quiso venir con nosotros que iba a jugar el juego de la tarde y el juego era Rioverde con el Mante y así fue como Benito reforzó a Cárdenas

Otra anécdota de Benito era que cuando recibía un batazo en la tercera le daba a la bola un toque a tierra y la tomaba en el aire y la lanzaba a la primera alcanzando a sacar al bateador pero esa acción era solo cuando el batazo era muy fuerte porque le daba tiempo de hacer esa maniobra y si iba lento no la utilizaba pero Benito tenía la facilidad y la inteligencia de hacer ese tipo de jugadas.

Yo reconozco a las personas que más ayudaron al beisbol fueron don José Román, Jesús “el Conero”, del jefe de estación don Juan C. Luna toda esa gente ayudo y yo no entiendo nadie se acuerda de ellos, tambien don Agustín Verastegui y Eustorgio Martínez.

Yo en el 65 me case en ese entonces se acababa el campeonato de las huastecas y me iba a donde fuera a valles o a Tampico o Veracruz al último ya me lleve la muchacha en el 65 me fui para matamoros allá me puse a trabajar en el sindicato de la región 16 ahí me quede en el 70 yo tenía comunicación la gente de aquí y venía los domingos a jugar los juegos foráneos y me regresaba

Yo tuve 7 hijos y me quedan 3 yo nunca le hice mal a nadie yo mi amor era el deporte y en el 70 me regrese por razones de salud de la familia y ya me quede, recuerdo cuando se acabó la euforia del beisbol recuerdo que trabajé mucho tiempo con amando manejando la camioneta llevando naranja a san Luis y a Guadalajara luego ya hubo un problemilla ahí y me fui a agarrar un taxi pero con la condición de que nada más trabajara en la noche y yo aguardaba el taxi de día o lo agarraba el patrón el primer taxi que agarre fue el de juan Carbajal y pues él no podía manejar y trabaje mucho tiempo con el luego me fui con amador Ortiz el taxista que por cierto ya se murió ahí trabajaba su papa el también traía un carro con él trabajaba el papa el hermano de don cacahuate él tenía 3 carros luego trabaje con el difunto maromas y el ultimo patrón que tuve fue el maestro Quevedo.

Esa ha sido mi historia en el Beisbol y en Rioverde.

domingo, 23 de junio de 2019

5 historias de don Zeferino Juárez. aqui en Rioverde.



5 historias de don Zeferino Juárez.

Dijo don zeferino ahora voy a hablar de mi yo soy el pecador más grande del mundo y las únicas cosas buenas que hice a lo largo de mi vida fueron 5, se las cuento:

Enfrente donde yo tenía mi negocio estaba el servicio sanitario y enfrente había un pozo, en ese lugar sucedieron varios casos:

Había un cieguito que se llamaba Luis, él estaba picadito de viruela y se entiende que a raíz de la viruela perdió la vista y el tenía un conocimiento total del mercado, el sabia donde estaba uno y otro y sabia también muy bien donde estaba el pozo, el para evitarlo se pasaba por la banqueta, pero cuando tiraron el mercado el pozo quedo al ras del piso, él ponía un puesto de lotería frente a la iglesia los sábados y domingos y una noche de invierno hacia mucho frio y caía una lluvia menudita y en mi changarro estaba un señor que se llamaba Rosendo Rodríguez otros dos y yo estábamos platicando, era entre las 11 y 12 de la noche y alcance a oír como que se rompió un vidrio pero note que ese vidrio era algo delgado seguí platicando y como a los 15 minutos Salí a ver y no vi a nadie y seguí la plática, al rato escuche que decían zefe, zefe, y Salí y no vi a nadie, paso un rato y que vuelvo a escuchar la voz que decía: zefe, zefe y entonces pensé yo creo que alguien se cayó en el pozo y como yo siempre tenía una lámpara de 2 pilas que las saco y descubro al cieguito, el ya no tenía el paso como antes así que al caminar llego a donde estaba el pozo y se resbalo, afortunadamente cayo parado y estaba dentro del agua bien fría saque una escalera grande que tenía y la metimos y ya salió y le dimos tequila y cerveza y pagamos un carro para que lo llevara a su casa.

Otra vez en el día saque a un perro que se cayó y la gente se decía que como lo iba a sacar, con la escalera me metí y lo agarre pero yo tenía miedo que me mordiera y cuando lo llevaba agarrado le pise una patita pero el pobre no ladro ni nada ya Salí la gente se aglomero y me ayudo y el perro solo se fue corriendo.

Otra vez fue más dramático porque precisamente pepe el gangoso tenía dos hijos una niña como de 8 años y un chamaquito como de 6, yo los vi pasar al nuevo mercado después de media hora yo andaba en lo mío y alcance a oír que una niña lloraba desesperadamente y que pataleaba y que voy a ver al pozo y era la niña, afortunadamente mi mente reacciono rapidísimo, corrí y agarre la escalera y fui a meterme al pozo, el niño pataleaba por el miedo pero me metí y los saque, ya andaban ahogándose pero los empecé a sacar, para esto se arremolino la gente y me ayudo a sacarlos y decían agarren bien al niño no se les vaya a zafar, después de que los sacamos se los llevaron con un doctor; paso el tiempo y ahora él es gente muy conocida, después de tiempo vivía en ciudad Fernández y en una ocasión me encontró con sus hijos y les dijo: este señor me salvo la vida cuando lo encuentren salúdenlo respétenlo y eso me dejó muy buen sabor de boca.

Aquí pasaba un señor joven tal vez 60 o 65, años se carcajeaba y platicaba con mi papa bueno paso el tiempo después lo conocí parece que el ya tenía 98 años pero una de las cosas que uno no analiza la situación de las personas yo lo veía con un carrito sosteniéndose y caminando muy lentamente se llamaba Vicente pero una vez en la colonia san Rafael estaba sentado en una tienda comiéndose un bolillo y entre yo y le dije que paso Vicente como está?, esta bien?, está comiendo? No, no ha comido? Pues no, quiere algo? El tenía a su esposa nomas fue él y su esposa y ella había muerto años atrás así que vivía solo y ya a esas alturas recursos de donde, entonces le dije yo a la de la tienda por favor deme un atún, y le dije a Vicente: quiere un atún? Dijo si, si me haces favor y le dije a la de la tienda: dame un atún un bolillo y una soda y se los di y le regale 20 pesos, entonces él lloro y me besaba la mano yo solo le dije que no hiciera eso, otra vez venia yo de la plaza como a las 9 de la noche y ahí en la plaza de los solkis se ponen en la noche carros de tacos de tortas y estaba el sentado en el marco de la puerta y lo vi y le dije que paso Vicente, ya ceno? Dijo no porque no me toca turno pues cuantos pidió? Nomás dos tacos y por dos tacos quien y luego le dije al señor porque no atiende al señor no lo ves como esta? Y dijo es que tengo muchos turnos por delante y entonces le dije: perdón quien es el que tiene el primer turno aquí? Soy yo me contesto una persona, y le dije no le permite que atiendan a este señor mire como esta, y me contesto: no, no, está bien adelante, y ya le dije al que atendía no le des dos dale cinco y le dije quiere más? No con cinco y su soda y como siempre me senté a platicar con él y me conto que el duraba una hora para llegar de ahí a su casa desde entonces siempre le llevábamos comida almuerzo y cena a veces enchiladas pobrecito lloraba y me decía yo no soy nada, no valgo nada, no tengo a nadie, te agradezco mucho que vengas a verme a veces le llevaba cerveza, cena, enchiladas y cuando venían mis parientes con comidas carnes y todo yo le llevaba y un día que le lleve y al siguiente día fuimos le llevamos su comida y estuvimos toque y toque y no salía pensé yo a poco le dio un ataque y esta tirado entonces hable con la vecina y me dijo como a las 11 de la mañana había venido una camioneta y se lo llevaron al siguiente día fui y me dijo no se ha sabido nada de él y nunca supimos de el pero el pobrecito lloraba solo y triste y esos son las fases de la vida y tiene uno que soportarlas estoicamente porque no hay santo que lo ampare a uno ya y que se hace.

Yo fui vendedor de impecsa y me tocaba atender todo lo foráneo entre ellos Cárdenas y el tren me cobraba 60 pesos yo iba 3 días eran 180 pesos y una vez una persona de una tienda me dijo vaya con una señora que tiene una casa de huéspedes modesta y le cobra menos fui a verla y me rento y dure 3 días y ya cuando me iba le dije señora cuanto le debo y me dijo son 15 pesos y yo creía que eran 15 pesos diarios entonces le di uno de a 50 tenga está bien los 50 y dijo no señor 15 pesos por los 3 días le dije no señora es un crimen usted que cobre 5 pesos ni la lavada de las sabanas y era una señora que estaba invalida le había dado un infarto y tenía a su hija también con una enfermedad que la hija se deformo tenía un aspecto muy feo y ella atendía esa casa por los vecinos unos lavaban la ropa otros aseaban y así porque ella no podía desde entonces desde ahí le di 30 pesos diarios en vez de 25 a ella le daba 90 por los 3 días y también lloraba la señora y me decía: nadie hace conmigo eso ni mi hijo, porque tenía un hijo ferrocarrilero en san Luis y a veces venia cada dos meses a verla total después que iba yo le llevaba comida y pobrecita lloraba después Salí me cambiaron a mí y ya no fui pero iba a verla cada 15 días y lloraba y me decía no nos abandone por favor no deje de venir y después fui y pregunte porque ya no estaba y me dijeron vino el hijo y se la llevo para san Luis y así se acabó todo y eso ha sido lo único bueno que he hecho yo en mi vida.

No creo que sean las únicas historias buenas de don Zeferino porque con cada una de ellas nos demuestra un corazón noble y nos dice que a través de su andar ha dejado una estela de bondad, gracias don Zeferino por compartirnos estas historias.

domingo, 9 de junio de 2019

Cartilla Militar de don Zeferino Juárez Sierra.


Cartilla Militar de don Zeferino Juárez Sierra.

Esta cartilla fue unas de las primeras que se empezaron a dar en México y don Zeferino Juárez nos relata algunos recuerdos de eso:

Cuando fuimos acuartelados Nosotros nos fuimos en el tren a cargo del subteniente Casimiro cervantes Ocampo, nos llevaron a México donde duramos 6meses y después nos pasaron a Guadalajara donde pasamos otros 6meses

Cada semana nos daban 3 pesos y lo llamaban pre y decían te vamos a dar el pre eso la cartilla me la dieron en México cuando terminamos y a través de este escrito manifiestan que ya cumplimos nosotros con el servicio militar obligatorio y firmado por un teniente coronel que era el jefe del regimiento tuvimos dos jefes en México era uno Gustavo de la Riva y Arévalo y en Guadalajara otro comandante Raúl de alba luna y él fue el que nos firmó cuando ya terminamos y eso ahí viene escrito

El servicio militar después de la guerra ya fue más benigno porque a los jóvenes lo llamaban cada 8 días a marchar y eso era el cumplimiento del servicio militar obligatorio y cuando la guerra nos acuartelaron en México y aquí en rioverde no hicimos nada

Primero se empezó con los que tenían 18 años ese tiempo en 1944 de los que nacieron en 1924 nosotros fuimos del segundo llamado del 25 y los primeros fueron del 24 y fueron muchos de aquí de rioverde y a nosotros nos tocó más amistad porque éramos los mismos de la secundaria y nos tocó juntos

Hubo una cosa notable: en México construyeron los cuarteles para reclutar a toda la gente en el campo militar y nosotros los estrenamos, además la instrucción que se nos dio llevaba el que fuéramos mejores seres humanos y mejores ciudadanos y pongo la muestra con una imagen donde se nos pedía una de tantas actitudes que debiamos de tener en nuestro comportamiento en sociedad.

Anécdota:

y después de tiempo que estábamos acuartelados y quien sabe porque sería un capitán hizo algo malo algo que no vimos paso entre los oficiales y nosotros como elementos de tropa no estábamos enterados pero ese capitán algo hizo y estuvo sujeto a jurado militar, me imagino que fue algo grave porque determinaron fusilarlo; y a nosotros nos llevaron a presenciar el fusilamiento, recuerdo que en un cerro lo iban a fusilar, el capitán sentenciado era un tipo fornido parecía un roble bien cortado, y cuando lo llevaban a mí me tocó verlo de cerca pues estábamos casi junto al pelotón y al teniente coronel, él estaba firmes y su superior lo estaba degradando arrancándole las insignias y él no se movía y el aspecto que el presentaba era de pánico con una palidez enorme; ya estaba el pelotón de 5 elementos que iba a lanzar la descarga acabándolo de fusilar y entonces a mi derecha tengo tan bien presente como corrió una señora con dos niñas como de 5 y 7 años y la pobre señora agarra de un pie al teniente y llore y llore y gritando “no y no por favor no lo fusilen” y no soltaba por nada al teniente coronel, total el teniente coronel compadeciéndose de la señora perdona al acusado pero él le decía: usted es un elemento indigno de portar el uniforme militar y cuando se fue le dijo: lárguese asqueroso, indeseable; nunca se me olvidan esas palabras y ordeno a la banda de guerra tocar toques de desprecio toques desafinados y la tambora igual puros toques de desprecio y se fue el capitán; recuerdo su apeido: Castrejón pero del nombre no.

También recuerdo que había un dictador de cuba Fulgencio bautista y el vino a hacer una visita a México y nos pusieron a cantarle porque teníamos que recibirlo en Guadalajara en el teatro degollado y ahí le cantamos el himno cubano y se lo cantamos muy chiquito también estando en Guadalajara vinieron unos militares checoslovacos a hacer revisión de las tropas y ahí estuvimos haciéndole los honores

Mi interés seria ver si existe todavía alguien de aquella época y que por este medio se comunicara conmigo para recordar todo lo que vivimos. Como dice: con una remotísima posibilidad pero lleva un profundo deseo de que sea posible; y seria de los que estuvieron tanto de México, puebla, charcas, tamuin, ciudad valles, san Luis potosí, Chiapas que todavía hubiera alguno de ellos que nos pudiéramos comunicar y que esto sirviera de enlace aunque si están como estarán o tal vez ya no están a lo mejor ellos no lo ven pero los hijos o los nietos y le digan mira abuelo aquí están hablando de este tema.

Ojala.

Fotos de la cartilla de don Zeferino y una imagen de la Revista el soldado editada en 1945 y que es un órgano de divulgación militar.

domingo, 2 de junio de 2019

Luz eléctrica, Planta San Isidro Puente de El Carmen


Sus inicios:

El área arbolada de la compañía de "La Planta San Isidro" fue un bello parque natural. El cuarto de máquinas, los canales y el río aún sin descargas contaminantes, constituyó uno de los lugares más hermosos de la región, el recreo más popular de los rioverdenses. El Lic. Lorenzo Nieto (uno de sus últimos propietarios) reforestó y embelleció el lugar, dio un esmerado mantenimiento con el cuidado laborioso de una cuadrilla de trabajadores.

Pero además, ese paraje representa el inicio de Rioverde en la época moderna, por la producción del flujo eléctrico, a través de la caída del agua del brazo de "El Carmen", proveniente del manantial de agua la Media Luna, que desde el 23 de junio de 1860 el ayuntamiento había concesionado a Manuel Verástegui Suárez para beneficio de su hacienda San Isidro, quien quedó en libertad de elegir si para aserrar madera, fabricar papel, moler trigo, producir hilados u otros productos que redundaran en beneficio público.

En un principio, Verástegui produjo harinas, después en poder del Dr. Arturo Piernás, un médico dentista recién avecindado en Rioverde, que influyó para que lo adquiriera su tía María del Refugio Martínez, y el Dr. como era de empuje decidió aprovechar las instalaciones para generar electricidad. Así, en 1874, el Dr. Arturo Piernás encausó el agua por un canal que mandó abrir de 1.90 metros de ancho, en forma de escuadra, para dar mantenimiento a la corriente que caía sobre una rueda que movía el molino. Sin embargo, con los años cambió la maquinaria de producir harina, por otra para generar electricidad.

De esta manera logró que el agua cayera sobre una rueda Pelton, que hacia girar un dínamo de 80 caballos de fuerza, con el 50% de utilidad. Luego tendió la línea de conducción y las ramificaciones entre el vecindario. Se dieron tomas limitadas a los más "acomodados" a la capacidad de la planta, que transmitía corriente a un alternador Stanley de 1,000 lámparas, en servicio 400 incandescentes, con un costo de $ 1.25 al mes por lámpara de 40 watts, de las cuales, 150 pertenecían al alumbrado público libres de costo. No obstante, fue hasta el 2 de abril de 1902 cuando el gobernador del Estado Ing. Blas Escontría Ruiz y Bustamante inauguró la planta eléctrica.

Las instalaciones se verificaron bajo la supervisión de la casa "Braschi Hermanos" de México, las cuales quedaron bajo la dirección del electricista Manuel Leduc, con oficina en la 2a calle de Moctezuma, bajo la denominación de "Compañía de Alumbrado Eléctrico, S.A." De esta forma, Rioverde fue la segunda ciudad del estado

Que obtuvo el beneficio del alumbrado eléctrico. La compañía era anónima, su primer gerente fue don Francisco I. Martínez, familiar de doña Refugio Martínez viuda de Piernás, quien para 1902 aparecía como propietaria de la referida hacienda.

Para 1906, el nombre de la sociedad anónima cambió a "Compañía Eléctrica de Rioverde", con un capital social de $ 50,000.00 pesos y una junta directiva formada por un presidente, Juan Pablo Alcocer y el gerente Francisco I. Martínez. La planta se anunciaba a seis kilómetros de distancia al sureste de Rioverde, ahora, con un motor generador de 100 caballos de potencia, que abastecía molinos de nixtamal, ventiladores y algunas otras utilidades de las poblaciones de Rioverde y Ciudad Fernández. Para el 28 de febrero de 1918, la planta de Rioverde se llamó "Compañía Eléctrica de Rioverde, S.A." el administrador era don Manuel M. Gama, sucesivamente. En mayo de 1922, la empresa se denominó "Planta Eléctrica San Isidro S.A.", como se le conoció popularmente.

Siguió el tiempo su marcha de manera inexorable, la planta cumplía bien que mal su función, sujeta a los caprichos del río que duraba crecido hasta tres semanas y por el alto nivel que alcanzaba. El agua del río no dejaba operar el desagüe de la turbina, de manera que el pueblo se quedaba sumergido en tinieblas. En el momento menos pensado había que encender los aparatos o quinqués de petróleo, que consistía en un depósito de cristal con una mecha y en la parte superior una bombilla, o bien mechones con el mismo combustible en recipientes que eran de lámina, sin bombilla o las tradicionales velas de cebo que eran amarillentas, o las blancas de parafina, pues era muy comunes los apagones hasta década de los cincuentas.

Por ello, el 19 de febrero de 1937 los consumidores de la compañía de energía eléctrica se manifestaron por los constantes apagones, bajo esta inquietud se unieron, se eligió una mesa directiva en la cual se nombró presidente a Luis F. Tenorio, tesorero Enrique Agreda, secretario Antonio Hernández Guillén, primer vocal Álvaro Martínez, segundo vocal Fidencio Castro, tercer vocal Sabino Martínez. Además se aprobó el acta de la sociedad "Unión de Consumidores de Luz y Fuerza Eléctrica de Rioverde" y el lema "Justicia y Progreso".

En ese año, el presidente de la República general Lázaro Cárdenas ordenó al Secretario de Economía Nacional diera los pasos necesarios para la creación de una Comisión Federal de Electricidad. La Secretaría de Economía Nacional convocó a una junta en la ciudad de México con todos los consumidores de energía eléctrica del país, de esta manera, se acordó autorizar a don Amando Alvarado Alemán para que interviniera en todos los asuntos que ahí se trataran.

Así, el 14 de abril de 1937 asistió a la junta de representantes de consumidores en la ciudad de México, quien al sopesar el panorama nacional contempló la posibilidad de que los usuarios adquirieran y administraran la empresa hidroeléctrica "San Isidro". Para tal efecto, el 24 de abril de 1942, los usuarios se reunieron en los salones de la presidencia municipal. La asamblea fue presidida por el alcalde Francisco Rocha Mendoza, la mejor opción para solucionar el problema del mal servicio de suministro de energía eléctrica, fue que la unión adquiriera la compañía y la administra. En diferentes ocasiones se habían entrevistado con los señores Alcocer en la ciudad de México a fin de obtener las mejores condiciones para llevar adelante la adquisición de la empresa.

En consecuencia, el 6 de mayo de 1942, los usuarios lograron un préstamo por $ 38,500.00 pesos y el primero de junio pagaron el valor de la casa matriz en el Banco Nacional de México y así liquidaron la suma convenida a los señores Alcocer. El 17 de noviembre de 1942, se firmó el contrato de compraventa, los señores Amando Alvarado Alemán y Eleázaro Martínez Sosa procedieron a la legalización. Fue hasta el año de 1954, cuando en un proceso de nacionalización de la industria eléctrica, la Comisión Nacional de Electricidad adquirió el equipo, cuarto de máquinas y demás bienes de la antigua planta de San Isidro así mismo absorbió al personal, procedió a su reacomodo e inició la ampliación de redes de distribución.

Además se realizó el cambio de contratación de las instalaciones caseras. La antigua planta dejó de trabajar hasta el primero de mayo de 1955, cuando fue sustituida por la unidad que construyó la Comisión Federal de Electricidad, CFE en la prolongación de calle Aldama en donde funcionaban dos máquinas diésel, una inglesa y la otra suiza y se mejoró el servicio. Después construyó una unidad en la prolongación de la calle Nicolás Bravo, donde instaló cuatro generadores.

Fue hasta el 29 de mayo de 1971, cuando Rioverde contó con sobrada corriente eléctrica, al ser alimentada la línea de conducción con la que llegó desde la hidroeléctrica de Malpaso, Chiapas, para ello se construyó la subestación del Puente Verástegui, con una capacidad de 15,000 voltios, para después sustituirla por la energía que proviene de Altamira, Tamaulipas.

Un trabajo de Ricardo Castillo Robles
Cronista de la Ciudad
Fotos del Archivo Municipal