domingo, 23 de junio de 2019

5 historias de don Zeferino Juárez. aqui en Rioverde.



5 historias de don Zeferino Juárez.

Dijo don zeferino ahora voy a hablar de mi yo soy el pecador más grande del mundo y las únicas cosas buenas que hice a lo largo de mi vida fueron 5, se las cuento:

Enfrente donde yo tenía mi negocio estaba el servicio sanitario y enfrente había un pozo, en ese lugar sucedieron varios casos:

Había un cieguito que se llamaba Luis, él estaba picadito de viruela y se entiende que a raíz de la viruela perdió la vista y el tenía un conocimiento total del mercado, el sabia donde estaba uno y otro y sabia también muy bien donde estaba el pozo, el para evitarlo se pasaba por la banqueta, pero cuando tiraron el mercado el pozo quedo al ras del piso, él ponía un puesto de lotería frente a la iglesia los sábados y domingos y una noche de invierno hacia mucho frio y caía una lluvia menudita y en mi changarro estaba un señor que se llamaba Rosendo Rodríguez otros dos y yo estábamos platicando, era entre las 11 y 12 de la noche y alcance a oír como que se rompió un vidrio pero note que ese vidrio era algo delgado seguí platicando y como a los 15 minutos Salí a ver y no vi a nadie y seguí la plática, al rato escuche que decían zefe, zefe, y Salí y no vi a nadie, paso un rato y que vuelvo a escuchar la voz que decía: zefe, zefe y entonces pensé yo creo que alguien se cayó en el pozo y como yo siempre tenía una lámpara de 2 pilas que las saco y descubro al cieguito, el ya no tenía el paso como antes así que al caminar llego a donde estaba el pozo y se resbalo, afortunadamente cayo parado y estaba dentro del agua bien fría saque una escalera grande que tenía y la metimos y ya salió y le dimos tequila y cerveza y pagamos un carro para que lo llevara a su casa.

Otra vez en el día saque a un perro que se cayó y la gente se decía que como lo iba a sacar, con la escalera me metí y lo agarre pero yo tenía miedo que me mordiera y cuando lo llevaba agarrado le pise una patita pero el pobre no ladro ni nada ya Salí la gente se aglomero y me ayudo y el perro solo se fue corriendo.

Otra vez fue más dramático porque precisamente pepe el gangoso tenía dos hijos una niña como de 8 años y un chamaquito como de 6, yo los vi pasar al nuevo mercado después de media hora yo andaba en lo mío y alcance a oír que una niña lloraba desesperadamente y que pataleaba y que voy a ver al pozo y era la niña, afortunadamente mi mente reacciono rapidísimo, corrí y agarre la escalera y fui a meterme al pozo, el niño pataleaba por el miedo pero me metí y los saque, ya andaban ahogándose pero los empecé a sacar, para esto se arremolino la gente y me ayudo a sacarlos y decían agarren bien al niño no se les vaya a zafar, después de que los sacamos se los llevaron con un doctor; paso el tiempo y ahora él es gente muy conocida, después de tiempo vivía en ciudad Fernández y en una ocasión me encontró con sus hijos y les dijo: este señor me salvo la vida cuando lo encuentren salúdenlo respétenlo y eso me dejó muy buen sabor de boca.

Aquí pasaba un señor joven tal vez 60 o 65, años se carcajeaba y platicaba con mi papa bueno paso el tiempo después lo conocí parece que el ya tenía 98 años pero una de las cosas que uno no analiza la situación de las personas yo lo veía con un carrito sosteniéndose y caminando muy lentamente se llamaba Vicente pero una vez en la colonia san Rafael estaba sentado en una tienda comiéndose un bolillo y entre yo y le dije que paso Vicente como está?, esta bien?, está comiendo? No, no ha comido? Pues no, quiere algo? El tenía a su esposa nomas fue él y su esposa y ella había muerto años atrás así que vivía solo y ya a esas alturas recursos de donde, entonces le dije yo a la de la tienda por favor deme un atún, y le dije a Vicente: quiere un atún? Dijo si, si me haces favor y le dije a la de la tienda: dame un atún un bolillo y una soda y se los di y le regale 20 pesos, entonces él lloro y me besaba la mano yo solo le dije que no hiciera eso, otra vez venia yo de la plaza como a las 9 de la noche y ahí en la plaza de los solkis se ponen en la noche carros de tacos de tortas y estaba el sentado en el marco de la puerta y lo vi y le dije que paso Vicente, ya ceno? Dijo no porque no me toca turno pues cuantos pidió? Nomás dos tacos y por dos tacos quien y luego le dije al señor porque no atiende al señor no lo ves como esta? Y dijo es que tengo muchos turnos por delante y entonces le dije: perdón quien es el que tiene el primer turno aquí? Soy yo me contesto una persona, y le dije no le permite que atiendan a este señor mire como esta, y me contesto: no, no, está bien adelante, y ya le dije al que atendía no le des dos dale cinco y le dije quiere más? No con cinco y su soda y como siempre me senté a platicar con él y me conto que el duraba una hora para llegar de ahí a su casa desde entonces siempre le llevábamos comida almuerzo y cena a veces enchiladas pobrecito lloraba y me decía yo no soy nada, no valgo nada, no tengo a nadie, te agradezco mucho que vengas a verme a veces le llevaba cerveza, cena, enchiladas y cuando venían mis parientes con comidas carnes y todo yo le llevaba y un día que le lleve y al siguiente día fuimos le llevamos su comida y estuvimos toque y toque y no salía pensé yo a poco le dio un ataque y esta tirado entonces hable con la vecina y me dijo como a las 11 de la mañana había venido una camioneta y se lo llevaron al siguiente día fui y me dijo no se ha sabido nada de él y nunca supimos de el pero el pobrecito lloraba solo y triste y esos son las fases de la vida y tiene uno que soportarlas estoicamente porque no hay santo que lo ampare a uno ya y que se hace.

Yo fui vendedor de impecsa y me tocaba atender todo lo foráneo entre ellos Cárdenas y el tren me cobraba 60 pesos yo iba 3 días eran 180 pesos y una vez una persona de una tienda me dijo vaya con una señora que tiene una casa de huéspedes modesta y le cobra menos fui a verla y me rento y dure 3 días y ya cuando me iba le dije señora cuanto le debo y me dijo son 15 pesos y yo creía que eran 15 pesos diarios entonces le di uno de a 50 tenga está bien los 50 y dijo no señor 15 pesos por los 3 días le dije no señora es un crimen usted que cobre 5 pesos ni la lavada de las sabanas y era una señora que estaba invalida le había dado un infarto y tenía a su hija también con una enfermedad que la hija se deformo tenía un aspecto muy feo y ella atendía esa casa por los vecinos unos lavaban la ropa otros aseaban y así porque ella no podía desde entonces desde ahí le di 30 pesos diarios en vez de 25 a ella le daba 90 por los 3 días y también lloraba la señora y me decía: nadie hace conmigo eso ni mi hijo, porque tenía un hijo ferrocarrilero en san Luis y a veces venia cada dos meses a verla total después que iba yo le llevaba comida y pobrecita lloraba después Salí me cambiaron a mí y ya no fui pero iba a verla cada 15 días y lloraba y me decía no nos abandone por favor no deje de venir y después fui y pregunte porque ya no estaba y me dijeron vino el hijo y se la llevo para san Luis y así se acabó todo y eso ha sido lo único bueno que he hecho yo en mi vida.

No creo que sean las únicas historias buenas de don Zeferino porque con cada una de ellas nos demuestra un corazón noble y nos dice que a través de su andar ha dejado una estela de bondad, gracias don Zeferino por compartirnos estas historias.

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