domingo, 30 de junio de 2019

Recuerdos de Hilario Tovar “El Cenizas”





Uno de los jugadores querido por la afición de Rioverde es sin duda “El Cenizas” quien en la época de los 60s. 70s. llego para quedarse en esta región; el mismo nos cuenta algunos de sus recuerdos:

Recuerdos de Hilario Tovar “El Cenizas”

Yo Soy de matamoros y el beis bol me llevo a conseguir muchas cosas como amistades, trabajos y conocer lugares; a mí me insistieron muchas veces que viniera a Rioverde pero nunca quise porque yo ya había venido aquí pero en aquel entonces no había luz, no había carretera y los alambre donde prendían la luz se le miraba el alambre en la noche y por eso no se me antojaba venir; en una ocasión con un amigo vine a valles pues a mí me gustaba mucho el beis bol, recuerdo que de matamoros me fui a Veracruz, de ahí pase a naranjos, en ese entonces yo andaba de arriba para y trabaje con el difunto Tito Gutiérrez sus hijos y sus hermanos, el traía una carpa de tiro al blanco y andaba en las ferias recorriendo muchos lugares y yo me pegaba con ellos y como a ellos les gustaba mucho el beis bol pues yo andaba muy a gusto con ellos y una vez estando en valles me dijeron: vamos para Rioverde te pagamos todo pero yo me negaba por la experiencia anterior de que ni carretera tenían, hasta que me convencieron, estuvimos en una feria en Tamaulipas de ahí nos fuimos a valles y acabamos el 23 y el 24 de noviembre tomamos el tren y nos vinimos a Cárdenas y de ahí para Rioverde, recuerdo que llegamos a la central de santa fe que estaba en la Morelos frente a la potosina; lo primero que hicimos fue andar reconociendo a Rioverde caminando por sus calles y anduvimos con pascual y ya por la tarde conocimos a Abel Moctezuma el cual llevaba una muy buena amistad con mi amigo, a partir de ahí me di cuenta de que la gente me apreciaba y de que yo podía conseguir cosas por medio del beis bol y de esa manera me empecé a encariñar con Rioverde,

Recuerdo que yo llegue en domingo y el lunes ya teníamos el boleto de regreso para valles pero yo miraba a un señor que pasaba para allá y para acá hasta que se animó se metió y me pregunto que si yo era El Cenizas y le dije que si, dijo le voy a pedir un favor vamos aquí a la vuelta donde están unos señores que quieren hablar con usted para que se quede aquí a jugar con ellos, le dije pero es que ya compramos los boletos, de eso no se preocupe se arreglan o no se arreglan yo le pago a usted los boletos, la comida, le pago el pasaje y todos los gastos que se originen, el señor era don Jesús “El Conero” pues lo habían mandado a él para que me convenciera, mi amigo me dijo: ve y habla con ellos, fui allí con ellos nos arreglamos y ya nomás fui a traer mis cosas a valles y desde entonces me quede aquí hasta la fecha, era el año 62

A mí los que me contrataron fueron los naranjeros de amando y bien claro me dijeron: no ganamos, nos dan unas palizas de la fregada, pero nosotros queremos que ande con nosotros, en ese entonces jugábamos los jueves era el juego de la liga y los domingos se jugaban los juegos del naranjeros de chon ya el difunto amando torres el de la frutería me ayudó mucho y él me acerco al equipo de chon Ceballos.

Algunos de los que me animaban a que me quedara fueron el Pascual, el burro y la puya querían que jugara yo con el refugio.

Un día fui a la colonia 20 de noviembre a ver a un curandero y él me reconoció y me hablo de mi apelativo y le dije me conoces? Como no te voy a conocer si jugamos juntos no pues yo no me acuerdo y es que mi memoria siempre ha sido muy corta.

Un tiempo jugué con el naranjeros de la cruz verde que lo patrocinaba “el bucho”, nacho Barrón y chabelo Gutiérrez los 3 eran socios y jugábamos aquí en la liga municipal.

A mí me decían “La Cenicienta” pero Roberto Reynoso me lo cambio a “El Cenizas” porque decía que estaba muy grande

Lo que no se me olvida es el pelotazo que me dio el conde y la gente de aquí de veras le tiro bien feo, en esa ocasión fue jugando y yo considero que fue adrede, pichando él y yo bateando y una vez fuimos a cerritos y le comente del pelotazo que me dio pero dijo no recordarlo, pero yo le decía, pero hombre si tiene como tres meses que me distes el pelotazo a poco no te vas a acordar conde, le digo mira todavía hasta la fecha se me mueve la banqueta, me pego a un lado de la oreja y todavía no se usaba el casco, mi gusto fue que le di tres dobletes y me di cuenta que a pesar de haber sido un ídolo aquí cuando se fue, luego luego ya no se acordó de Rioverde.

Anécdota

Yo estaba aquí solo y llega un amigo en un domingo y llega el chavo y me dice: “ceni” vamos a Cárdenas, vienen paisanos tuyos a jugar, tomamos un carro de sitio y le digo bueno vámonos nos fuimos y en la pasadita venia Benito “El Fachas” y le digo al chofer parece, ya se paró dele pa tras, saliendo Benito le dije: súbete, a donde van? tu súbete, no pues a donde van? súbete hombre, que se sube y vámonos yo traía bien mala una rodilla que me había pelado en una barrida, llegamos allá empezó el juego el primer juego de dos y luego se arrima la toña que era el que traía el equipo y que me dice “ceni” (los tenían bien zocados) no seas mala gente ayúdame, le digo mira yo no puedo porque ando bien malo traigo una rodilla bien pelada pero aquí traigo un amigo, y si podrá? Le digo si, si puede, le digo, el ha jugado conmigo; va y le dice: si nos ayuda? Si como no, pero no traigo nada, y le dijo bájese, aquí le damos todo, lo vistieron, recuerdo que iban perdiendo por una carrera y tenían un hombre en primera y lo metieron de emergente y en el primer lanzamiento vámonos pal otro lado así quedo el juego le juntaron dinero y ya no se quiso venir con nosotros que iba a jugar el juego de la tarde y el juego era Rioverde con el Mante y así fue como Benito reforzó a Cárdenas

Otra anécdota de Benito era que cuando recibía un batazo en la tercera le daba a la bola un toque a tierra y la tomaba en el aire y la lanzaba a la primera alcanzando a sacar al bateador pero esa acción era solo cuando el batazo era muy fuerte porque le daba tiempo de hacer esa maniobra y si iba lento no la utilizaba pero Benito tenía la facilidad y la inteligencia de hacer ese tipo de jugadas.

Yo reconozco a las personas que más ayudaron al beisbol fueron don José Román, Jesús “el Conero”, del jefe de estación don Juan C. Luna toda esa gente ayudo y yo no entiendo nadie se acuerda de ellos, tambien don Agustín Verastegui y Eustorgio Martínez.

Yo en el 65 me case en ese entonces se acababa el campeonato de las huastecas y me iba a donde fuera a valles o a Tampico o Veracruz al último ya me lleve la muchacha en el 65 me fui para matamoros allá me puse a trabajar en el sindicato de la región 16 ahí me quede en el 70 yo tenía comunicación la gente de aquí y venía los domingos a jugar los juegos foráneos y me regresaba

Yo tuve 7 hijos y me quedan 3 yo nunca le hice mal a nadie yo mi amor era el deporte y en el 70 me regrese por razones de salud de la familia y ya me quede, recuerdo cuando se acabó la euforia del beisbol recuerdo que trabajé mucho tiempo con amando manejando la camioneta llevando naranja a san Luis y a Guadalajara luego ya hubo un problemilla ahí y me fui a agarrar un taxi pero con la condición de que nada más trabajara en la noche y yo aguardaba el taxi de día o lo agarraba el patrón el primer taxi que agarre fue el de juan Carbajal y pues él no podía manejar y trabaje mucho tiempo con el luego me fui con amador Ortiz el taxista que por cierto ya se murió ahí trabajaba su papa el también traía un carro con él trabajaba el papa el hermano de don cacahuate él tenía 3 carros luego trabaje con el difunto maromas y el ultimo patrón que tuve fue el maestro Quevedo.

Esa ha sido mi historia en el Beisbol y en Rioverde.

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