José Catarino Verastegui Correa nació en Rioverde el 18 de
marzo de 1838. Fue hijo de Manuel Verastegui Suarez y Joaquina Correa Salinas.
Después de terminar su instrucción primaria y de los conocimientos que pudo
adquirir durante aquella época, se dedicó a la agricultura en una finca de campo
de Odón, su hermano mayor. José Catarino gozo de gran estimación y simpatía,
fue ejemplar ciudadano y un buen padre de familia. Era honrado y hábil,
cualidades que demostró en la Jefatura de Hacienda, en donde por muchos años
presto sus servicios.
A los 21 años de edad se trasladó a la ciudad de Querétaro
como administrador principal del Correo, después en la reorganización de la
línea del Correo de México, Guadalajara y Tepic, en la Aduana del Estado de
Jalisco descubrió un desfalco e hizo efectivas las responsabilidades. De ahí lo
comisionaron a la frontera norte en
donde reorganizo el Cuerpo de Vigilancia, desocupo a los corruptos e ineptos y
puso en su lugar hombres aptos de acrisolada honradez.
En 1867, en la ciudad de Querétaro, gracias a su grado de Capitán
y a sus méritos en la administración publica, fue nombrado Vocal del Consejo de
Guerra que juzgo al infortunado archiduque Maximiliano de Habsburgo y a sus
compañeros Miguel Miramón y Tomas Mejía. En 1881, lo postulaban para Gobernador
del Estado, pero todo quedó en un buen esfuerzo, pues el General Porfirio Díaz
lo nombro Administrador General del Timbre.
En 1882 fue Administrador de la Aduana Fronteriza de Laredo,
en la ciudad de México fue designado Jefe principal de la Administración
General del Timbre. Cuando ostentaba ese cargo fue retado a duelo a muerte por
el Coronel y Diputado Francisco Romero, debido a que escucho cuando lo tacho de
inepto y desprestigiaría al ejército, por lo que le exigió una explicación.
Al no encontrar respuesta, le pidió que buscara sus testigos
que el haría lo propio. Fue así como se acordó el duelo que se realizaría a las
4 de la tarde del 12 de agosto de 1894. Francisco Romero nombro sus testigos el
señor Barreto y el Coronel Lauro Castillo, y Catarino Verastegui nombro al Lic.
Ramón Prida y a don Apolinar Castillo, y como juez de campo se desempeñó el General
Sostenes Rocha.
El desafío fue con pistola, a treinta pasos de distancia
cada uno. Se enfrentaron en los alrededores del panteón español. El General
rocha dio la voz de atención, los combatientes estaban alerta y sonó la voz de
mando, empezando el conteo hasta tres y se escucharon dos disparos simultáneos.
El señor Catarino Verastegui dio un paso adelante girando
sobre el pie derecho y cayo violentamente en los brazos de los testigos que
acudieron, la bala entro por el costado derecho y salió por la espalda, el señor
Romero avanzo hacia Verastegui, y descubriéndose respetuosamente se retiró del
lugar. Mucha gente fue a velar a Catarino Verastegui, ya que era una persona
muy querida, por su parte el Coronel Romero, rindió su declaración en su casa
ante el juez, en razón de su investidura como Diputado: sin embargo, fue desaforado
pasando pocos meses en prisión, pues los legisladores expidieron una ley de Amnistía.
El juez sentencio a romero por el delito de homicidio en
duelo, la pena fue de 3 años 4 meses de prisión, y condenado a pagar $ 1,800.00
pesos de multa o 100 días de más de cárcel, además se le obligaba a indemnizar
a la viuda con $ 4,500.00 pesos anuales, con mensualidades adelantadas por 18
años, también debería pagar $ 400,00 pesos por los costos del sepelio.
Así es como sucedió
el último duelo registrado en México.
Fuentes:
Historiador,
Lic. José de Jesús Alvarado Orozco
Cronista
de la Ciudad, Lic. Ricardo Castillo Robles
Archivo
Histórico Municipal, LCC. Lucas Hernández Salinas