lunes, 15 de febrero de 2016

Dr. Eleno Cervantes “El Apóstol del Árbol”

La historia de cómo nació en Rioverde “La Ciudad de los Azahares”

Desde estudiante se interesó por la botánica, al grado de que su profesor le dedico uno de sus mejores libros por ser un distinguido alumno. Aun se encontraron en sus textos de consulta, hojas disecadas de las muestras que recolectaba.
Continuo su investigaciones y cultivando especies particularmente de ornato. Llevo los cintos chicos, cierta clase de lirios, las variedades de agrios: Rubí y San Miguel. Vislumbro el futuro de la zona, al abrirse a la comunicación por el ferrocarril, se comercializarían los cítricos al mayoreo; su volumen en aquel entonces se extraía por el sistema de recuas. Fue delos pioneros que impulsaron el cultivo del naranjo en mayor escala, de los primeros cultivadores de frutales que lo hizo en grande, sus huertas eran de las mejores… Con este impulso la localidad se convirtió en una ciudad naranjera, sostén de la economía por muchos años.
Inés Verastegui lo refiere así: La tierra que a su llegada había fascinado al doctor estaba dedicada en su mayor arte al cultivo de la caña de azúcar y era una de las industrias más florecientes, pues no solo en el pueblo sino en todas las haciendas se elaboraba el piloncillo y alcohol de calidad.
Todos los naranjos que existían eran árboles que habían acido de semilla, pero el doctor introdujo naranjos injertados con las mejores variedades, y aprovechando que fungía como presidente planto naranjos dulces en todas las plazas y calles que se prestaban para ello. Como fue la calle José María Verastegui y la de Reyes, a esta se le conoció como la calle de los Naranjos, porque el doctor la adorno con sus árboles favoritos, y construyo bancas llamadas glorietas.
Cuando alcanzaban de 1.50 m. de altura, hacia una fiesta en la cual aprovechaba la oportunidad para exaltar las cualidades de toda clase de árboles y el papel que desempeñaban en la naturaleza. Para el Ayuntamiento, el fruto aportaba la no despreciable cantidad de doscientos pesos anuales. El pueblo tenia oxígeno y sombra y el ayuntamiento dinero. ¡Benditos naranjos!.
Así el “Apóstol del Árbol” inicio la industria citrícola en grandes proporciones, los agricultores se abastecieron con las yemas de los naranjos dulces plantados en las calles para injertar sus viveros y después poblar los huertos con el árbol de las manzanas de oro, que con los años constituiría la principal fuente de ingreso de los rioverdenses y convertiría el lugar en una entidad naranjera por excelencia.
Colaboro en el Centro Agrícola Industrial Potosino que se fundó el 27 de mayo de 1905, con el objeto de procurar el progreso y adelanto de la agricultura y la industria, y el 19 de septiembre de 1906 recibió en compañía de James Reed el primer premio por su participación en cultivo de tabaco en rama.
Es asi como dio inicio la gran industria de la naranja en esta región y que nos dio personalidad y fuimos conocidos con el tiempo como “La Ciudad de los Azahares”
Crónica tomada del “Los Cervantes Lucio y algunos datos de Rioverde” de José de J. Alvarado Orozco.

Foto del Archivo Histórico Municipal.

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