domingo, 7 de febrero de 2016

TIROTEO EN MOJARRILLAS EN LA REBELION CEDILLISTA

El último encuentro entre tropas federales e insurrectos fue organizado por Pascual Gerardo en el lugar denominado Mojarrillas, como a siete kilómetros de Rioverde. El hecho ocurrió a las 18:00 h del 20 de mayo de 1938, cuando una partida de cedillistas había levantado un tramo de vía del ferrocarril a San Bartolo.
Apoyaban la rebelión el mayor Felipe Martínez, Epifanio López de Cárdenas, Prisciliano Méndez de San Ciro. El mayor Catarino Gallegos de San Francisco, Anaya, Quintero, Ramón Rivera, Serafín Camacho, Pablo Martínez Reyna, José María Méndez, Loza Márquez, entre otros líderes campesinos, principalmente, de La reforma, del Refugio, Plazuela y Rioverde.
Para ello, en una imprenta local imprimieron el decreto donde el Gobierno del Estado desconoció al federal, y El Manifiesto Personal de Cedillo, explicaba las razones de la revuelta.
El contingente se formó con gente de la región. En los llanos de Pastora esperaron al tren que se acercaba con lentitud aparejado con columnas de caballería.
El ejército improvisado defensor de la ideología que enarbolaba Cedillo se enfrentó en línea perpendicular, hasta quedar a una distancia visible. Los representantes con sus asistentes se encaminaron hasta su encuentro, después se caldearon los ánimos y se dispararon sus armas.
Una ráfaga de ametralladora marco la línea a lo ancho de la caballería cedillista, suficiente para que los insurrectos se dispersaran, los que traían buenos caballos y sabían montar saltaban las cercas en su huida. Caballos sin jinete corrían sin destino, puesto que muchos voluntarios no sabían ni montar y se caían, algunos no se detuvieron hasta el cerro del Guajolote, en donde permanecieron escondidos para regresar como si no hubieran participado.
Se registran los fallecimientos: el soldado federal Guadalupe Pérez Cisneros, oriundo de Zacapo Mich. Del 17 Regimiento de Caballería. Francisco Zaragoza Mendoza, FSM de Oxtlan, y el 26 de agosto de 1938, el teniente Rafael Cortes García, en la comandancia de la guarnición en calle de Díaz Sandi (actual mollinedo), las bajas de los cedillistas no aparecen registradas.
Una avioneta del ejecutivo federal, arrojo volantes donde invitaban a los alzados a deponer las armas, que no habría represalias. Los militares desembarcaron en la estación y entraron por la calle Real, los simpatizantes de Cedillo salían desterrándose a diversos lugares, como al estado de Querétaro. El señor W. C. Hallidey ofreció el edificio del internado, el cual fue ocupado como cuartel.


Crónica tomada del Libro Los Cervantes Lucio y algunos datos de Rioverde de José J. Alvarado Orozco.
Foto del Archivo Historico de Rioverde.

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