domingo, 26 de noviembre de 2017

Profesor Celestino Sánchez Cervantes


Profesor Celestino Sánchez Cervantes
Nació en Guadalcázar, S. L. P., el 6 de abril de 1897. Ahí mismo cursó sus estudios primarios y los superiores en la capital del Estado. Fue maestro a la edad de 19 años y desempeñó por algunos años su magisterio en su ciudad natal.

Dada su capacidad y rectitud se ganó la preferencia de la Secretaría de Educación Pública del Estado, y lo designó para ocupar una plaza como maestro en el municipio de Cerritos, igualmente impartió clases en villa de Reyes San Ciro, Lagunillas y Cárdenas donde conoció a la profesora María Aurora Reyes con quien contrajo matrimonio, para luego trasladarse a la ciudad de Rioverde, donde ocupó la dirección de la escuela Gral. Vicente Guerrero.

En 1942 ocupó la Dirección de la Escuela Vicente Guerrero, en donde contó con la asistencia como alumno del ahora profesor, director y principal colaborador, Sr. Carlos Juárez Elías, y como compañeros: profesores Francisca Zavala Salazar, Cholotova Méndez, Concepción Ledezma, Vicente Contreras y otros que pasaron posteriormente a impartir clases en otras escuelas del Estado.

Fue merecedor de la medalla Ignacio Manuel Altamirano en 1973, otorgada por el Lic. Luis Echeverría Álvarez quien le firmó como presidente de la República y por el Secretario de Educación Pública Víctor Bravo Ahuja, medalla que le fue entregada el 15 de mayo del mismo año, en Guadalajara, Jal. Y en 1975 fue nombrado Inspector de la VIII Zona Escolar.

Recibió 15 diplomas que le fueron otorgados por diferentes autoridades de educación y municipales, así como por organizaciones como la otorgada el 15 de mayo de 1956, por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE, en reconocimiento a su limpia trayectoria y amor al desempeño de su trabajo, en bien de la educación y por el compañerismo que procuró entre sus colaboradores.

Con gran vocación y dotes de maestro e inimitable orador, fue apreciado por quienes tuvieron la fortuna de conocerle: ahora los maestros y exalumnos unieron sus lágrimas que cayeron desde el mismo momento que falleció el 23 de septiembre de 1981, y en el póstumo homenaje que se le celebró en la escuela Vicente Guerrero.

Tomado del Libro 400 años de historia de Rioverde
Foto tomada del Archivo Historico Municipal.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Plaza de toros La Lidia



Como y quienes participaron en la construcción de esta plaza de toros:

Plaza de toros La Lidia

a primera noticia de una corrida de toros data del 8 de octubre de 1828, con motivo de las fiestas patronales. En un inicio las corridas se verificaron en la plaza principal, después en los corrales de la casa de la hacienda de la Boquilla, ubicada frente a la plaza, que abarcaba hasta las calles de Madero y Ponce.

El 23 de diciembre de 1924, el cabildo encabezado por Alberto Konell, aprobó la compra del solar de la plaza de toros, al precio de su valor fiscal a Ángela García Verástegui.

Para el 5 de febrero de 1928 se publicó en el periódico Acción que se inauguró una plaza de toros donde participó un incondicional del general Saturnino Cedillo, y uno de los matadores resultó cornado de gravedad. Esa plaza debió ser improvisada, puesto que la de mampostería se empezó a construirse en la tercera de Zaragoza, en los años de 1931/32. Fue don Amando quien personalmente dirigió la construcción, y se concluyó el 24 de diciembre de 1932.

Por el boletaje vendido se estima un aforo aproximado de 1350 almas. Era una réplica del Toreo de México. La fiesta de inauguración se celebró el primero de enero de 1933, y dio inicio la primera temporada taurina, donde se lidiaron toros de la ganadería Ibarra de Cruza Española.

Pero la sociedad se había protocolizado desde el 25 de octubre de 1932, ante la fe del licenciado Franco Méndez, juez en funciones de notario, como plaza de toros de Rioverde, S.A. Empresa de Toros de Rioverde, S.A. de R.L., con doce acciones nominativas, con una duración de veinte años y la disolución al 24 de octubre de 1952, el capital social $7,200.00 pesos en doce acciones nominativas de $600.00 pesos.

Los accionistas:

l.- J. Refugio López.          2.- José M. Martínez.
3.- Roberto Elizondo.        4.- Salvador Muriel.
5.- Amador Reséndiz.        6.- Juan C. Rodríguez Servín 
7.- Otilio Rivera.                8.- Julián Gómez Palacios.  
9.- Ignacio Noyola.         10.- Rodolfo  González
11.- Melitón Godínez.     12.- Amando Alvarado. 

El Consejo de administración:

Presidente. Amando Alvarado Alemán.          1o. Vocal. José M. Martínez.
 Director. J. Refugio López.                            2do. Vocal. Roberto Elizondo.
Secretario. Salvador Muriel.                           3er. vocal. Julián Gómez Palacios.
Cajero. Ignacio Noyola.                                  4to vocal Rodolfo González.
5to. vocal Juan C. Rodríguez.                         6to. vocal Melitón Godínez

El uso de la firma quedó a cargo de Amando Alvarado y J. Refugio López, presidente y director, respectivamente.

memorables las corridas del 21 de enero de 1934, y la del 16 de septiembre con motivo de las fiestas patrias. Algunas en combinación con Pedro Villegas quien percibía el 65% de la entrada general y el 35% a favor de la empresa, como la del domingo 23 de septiembre. Además, se aprovechaban las instalaciones para funciones de box, como la del domingo 25 de noviembre de 1933.

Don Amando procuró que la plaza cumpliera una función social, siempre la puso a disposición a toda clase de eventos en beneficio de la comunidad: el recibimiento del ministro de Educación Pública en mayo de 1933, con mil quinientos niños para presentar los números de cultura estética, que organizó el comité de recepción que presidió el licenciado Lorenzo Nieto Pro.

En efecto, las instalaciones eran facilitadas gratuitamente, tanto al municipio como a particulares en festejos de utilidad social, como la celebrada el domingo 9 de septiembre de 1934, a las 4 de la tarde:

Matadores: Salvador de la Tejera y Aurelio Castillo. 
Presidida por:
Esther Castro Verástegui
Magdalena Nieto Pro
Ma. de la Luz Rodríguez
Rebeca Quilantán
Ma. Antonia Vázquez
Angelina Tenorio
Ma. Socorro Urbina
Evangelina Castillo
Gloria Núñez de la Tejera
Rosita Ruiz Gallardo
Lita Maldonado
Ma. Concepción Rocha y
Raymundo Trujillo
José Anaya
Ismael Salas
J. Inés Coronado
Ignacio F. Maldonado
Dr. Daniel Gama
Ignacio Ruiz
Dr. Manuel Méndez Rocha
Eleázaro Martínez
Lic. Antonio Gómez del Campo.
Ignacio Noyola
José Ma. Alva

La corrida de aficionados del domingo 7 de octubre de 1934, a beneficio de la pavimentación de la plaza de la Constitución; o para obras de la Escuela oficial No. 4 Sor Juana Inés de la Cruz, verificada el domingo 28 de marzo de 1937, a las 15:30 h.

Los carteles eran de la elaboración artística de José C. Ramírez, se instalaban en la plaza, calle del Comercio, eran portátiles y fijos se anunciaban corridas de toros profesionales y de aficionados estan últimas eran para recaudar fondos con fines sociales donde integraban la cuadrilla Jorge Akel alias la Coquena, Luis Gonzàlez, Pepe Rivera, Chavo Izar Nemí, Carlos Mejía, Marcos García Pepe Ruiz, José Urbina Eustorgio Martínez, Raúl Méndez, Enrique Martínez Carlos Castillo, Antonio Hernández Regan, José López López, Salvador Peredo, Avelino Zárate, Salavador Govea, Chifuga, José Martínez este último como cobrador de suertes con toros de La Loma de Salvador Muriel. Las muchachas y señoras iban ataviadas de españolas o de chinas poblanas. En corridas de profesionales llegó a participar Fermín Rivera.

La última fiesta organizada por la empresa, registrada en el archivo de don Amando fue el 11 de diciembre de 1938, con la presentación de las matadoras María y Teresa Olguín, amenizada con la banda de Música de Diego Maldonado. En efecto, don Amando fue el gerente y presidente del consejo de administración hasta mediados de 1939, de acuerdo al reporte dirigido a la Secretaría de Economía.

Le sucedió en la administración Julián Gómez quien aún organizó más eventos, para ese entonces los accionistas eran: Amando Alvarado. J. Refugio López. Otilio Rivera. Sra. Lucina Ramírez viuda de Amador Reséndiz, y Julián Gómez Palacios.

Los puestos se cubrían de la siguiente forma:
Puestos de la segunda corrida de toros 12 de febrero de 1933
Banda de Música Juventino Rosas.
Director Leandro J. Montoya.
Calentador.
Rafael Castañón.
Remendador de caballos.
Ensillador.
Torilero y encargado de vigilar el servicio.
Alfonso Rocha Alvarado.
Encargado puerta arrastre.
José Pintor.
Encargado puerta arrastre.
Julián Barragán.
Encargado puerta de cuadrilla, adentro.
Maximino Delgado.
Id. Id. Id.
Antonio Morales.
Encargado puerta de cuadrilla afuera.
Cleto Benavides.
Id. Id. Id.
Ramón Palacios.
Enfermería.
Victoriano Baena.
Mulilleros.
Peones de Rodolfo González.
Carretillero.
Peón de Rodolfo González.
Acomodador.
Repartidos de programas.
Taquillero sombra.
J. Alvarado.
Taquillero sol.
Fidencio Ávila.
Portero de sombra.
Otilio Medina.
Portero de sol.
Javier Hernández.
Portero entrada sombra.
Néstor Juárez.
Portero entrada palcos.
Ramón Z. Granados.
Portero tendido sol.
Antonio F. Salazar.
Portero tendido de sol.
Elías Chávez.
Monosabio.
Remedios Rangel.
Monosabio.
José Flores.

Corrida del 12 de marzo de 1933
La Banda de música a cargo de:
Pedro Bahena.
Monosabio.
Remedios Rangel.
Monosabio.
José Flores.
Calentador.
Rafael Castañón.
Ayudante de calentador.
Cosedor.
Crisóforo Jiménez.
Ensillador.
Ensillador.
Carretonero.
Norberto Torres.
Jefe del servicio.
Alfonso Rocha Alvarado.
Repartidor de programas.
Cleto Hernández.
Acomodador.
Agustín Meléndez.
Portero cuadrilla adentro.
Maximino Delgado.
Portero cuadrilla afuera.
Antonio Rosales.
Portero cuadrilla adentro.
Ramón Palacios.
Portero cuadrilla afuera.
Cleto Hernández.
Enfermería.
Víctor Bahena.
Portero arrastre adentro.
José Pintor.
Portero arrastre afuera.
Carmen Uribe.
Mulillero.
Mulillero.
Mulillero.
Carretillero.
Taquillero de sombra.
J. Alvarado.
Taquillero de sol.
Elías Chávez.
Portero de sombra.
Otilio Medina.
Tendido de sombra.
Néstor Juárez.
Tendido y palco de sombra.
Javier Parra.
Portero sol.
Javier Hernández.
Tendido de sol.
Ramón Z. Granados.
Tendido de sol.

Contabilidad de 25 de noviembre 1934. Corrida toros de la hacienda de Guanamé 4

Matador Anselmo García Barrera. $ 30.00
Matador Manuel Cervantes.              30.00
Banderillero José Guido.                   20.00
Banderillero Ricardo Cervantes.       20.00
Picadores Tomás Castro.                   20.00
Picador José Salgado.                        20.00
Gastos originados por Salvador Muriel en ir a Guanamé a escoger los toros.    16.00
Arreo, pagado a vaqueros por traída de toros de Guanamé a Río Verde.            43.00
Gastado en pasturas y cuidado de toros 12 días.                                                  18.50
Tres mil programas hechos en Río Verde.                                                            13.50
Valor de nómina de personal de servicio de plaza en corrida.                              43.50
Valor de programas en Escuela Industrial de San Luis Potosí, S.L.P.                    9.33
Valor de zarzo banderillas.                                                                                    10.00
Valor de carteles chicos.                                                                                          5.25
Gastos de propaganda.                                                                                           15.00
Pagado a la Tesorería Municipal por licencia.                                                       25.00
Pagado por 2 pasajes de México de ambos matadores, viaje redondo, a Río Verde.    74.60
Pasajes de viaje redondo de tres toreros y dos picadores de San Luis Potosí a Río Verde. 48.00
Gastos flete, equipajes y los erogados en camino por 7 miembros de la cuadrilla.               7.40
Gastos de asistencia y hospedaje de los mismos siete miembros de la cuadrilla.               40.00
Honorarios pagados a la cuadrilla                                                                                       160.00
Pérdida de bueyes utilizados para traída de toros; costaron $7.50 más del valor en que fueron vendidos.                                                                                                                                  7.50.
En taquilla se vendieron:    (Cuatro Taquillas).   944 boletos de sol a $0.50         $ 472.00
120 boletos medios sol a $0.25                                                                                    30.00
24 boletos medios sombra a $0.75                                                                               18.00
130 boletos sombra general a $1.50                                                                           195.00
1 barrera.                                                                                                                         2.00
19 barreras sombra de $2.00                                                                                         38.00
11 boletos sombra general a $1.50                                                                                16.50
25 boletos de sol general a $0.50                                                                                  12.50
12 boletos sombra de $1.50                                                                                           18.00
9 boletos sol general $0.50                                                                                              4.50

Contabilidad del 10 de febrero de 1935. 4 toros de Santo Domingo

Matadores.

Sueldo.
Leopoldo Ramos.                                  $ 100.00
Paco Hidalgo                                              75.00
Banderilleros.
Homero González.                                      20.00
J. Jesús Meléndez.                                      20.00
Fernando Cervantes.                                   20.00

Picadores.

Pascual Meléndez.                                      20.00
Santiago Zaragoza.                                     20.00

Relación de gastos:

Valor de 4 toros, 3 a $125.00 c/u y 1 de $150.00.                                         $ 525.00
Arreo de toros desde Santo Domingo a Rioverde.                                             30.00
Compra de pastura.                                                                                               6.10
Ídem, de maíz para toros.                                                                                     6.10
Pagado por moler maíz.                                                                                        1.70
Ídem, por cuidar toros.                                                                                          3.90
Importe de nómina por servicio de plaza.                                                            52.00
Valor de programas y carteles.                                                                             28.50
Reparto de programas y demás propaganda.                                                        13.50
Telegramas conferencias y situación de fondos a toreros.                                    17.00
Auto a Gallinas a encontrar los toros.                                                                     8.00
Pago de Tesorería Municipal por licencia.                                                            12.50
Valor de un zarzo de banderillas.                                                                           10.50
Alquiler de un caballo para la pica.                                                                          1.00
Honorarios de cuadrilla de toreros.                                                                       275.00
Dos pasajes, viaje redondo de México a Río Verde. De dos toreros.                      74.00
Cinco pasajes, viaje redondo de San Luis Potosí a Río Verde.                                24.00
Flete equipo de toreros y gastos de éstos en camino.                                               19.00
Gastos de asistencia y hospedaje de cuadrilla en Rioverde dos días.                      42.00

Tomado de “Los Cervantes Lucio y algunos datos de Rioverde, S. L. P” de Jose J. Alvarado
Fotos del mismo libro

domingo, 12 de noviembre de 2017

De los recuerdos de Juan Manuel Medina “Meme”

Parte de mis recuerdos:

De los recuerdos de Juan Manuel Medina “Meme”

Algunos pasajes:

El Capi Fernández
A partir de que llego el “Capi” Fernández, y que el ya venía de haber jugado profesionalmente inclusive en la selección nacional; hizo lo más importante: nos enseñó a jugar futbol; desde como colocarnos, el parado, como movernos, como pegarle al balón, como cabecear, como pararla con el pecho o con el muslo y como calentar antes del partido para evitar una lesión; ya para entonces se nos habían unido Rafael Castillo Flores “El Fitas” y Rafael Castillo Medina “El fi”.
Posteriormente empezamos a invitar a mas amigos a jugar con nosotros, los que recuerdo son: Ignacio Martínez García “Nachito”, al “Japo” (de ojos rasgados) además de su hermano que le decíamos “El Gordo” un personaje flaco y alto el cual nunca jugo pero siempre nos acompañó y Teodoro Rostro “El Coico” enseguida se nos unió José Antonio Núñez “El cherif” jugador muy veloz por el lado izquierdo. Nuestras primeras reuniones eran obviamente en Santa Elena en el parquecito que había y que estaba circulado por una pequeña barda lleno de pinos; ahí jugábamos y ya teníamos enfrentamientos entre los de Santa Elena contra los de la Héroes Potosinos; hubo un tiempo que se nos hizo chico el lugar por lo que buscando otro llegamos a la calle Zaragoza con Quezada a pedir permiso con los Míster, no nos dieron permiso y nos brincamos una barda y empezamos a jugar pero se dieron cuenta y nos corrieron; pero valió la pena porque se dieron cuenta de lo que andábamos haciendo los jóvenes que jugaban en ese lugar y que eran: Salvador “Chavo” Rivera, Bonifacio “El Boni” Medina, Ausencio Rodríguez y Jesús Rocha, ellos  jugaban beisbol y todos eran panaderos y eran conocidos como “Los panaderos de la Zaragoza” ellos pidieron y consiguieron permiso con el Míster y nos dejaron entrar a jugar; por supuesto nos dimos una divertida muy grande pues nunca habíamos jugado en un campo con pasto. Ya considerándolos amigos nuestros los invitamos a jugar a Santa Elena; de esa manera ya nos juntamos más jugadores como 11 o 12, les platicamos de como íbamos a jugar a el campo de la Esc. Practica y el jueves siguiente nos fuimos todos a ese lugar en esa ocasión llegamos temprano y grande fue la sorpresa de los mayores al vernos a nosotros y ver que éramos ya un equipo completo y ahí se juega el primer encuentro de futbol nosotros contra los mayores, a nosotros nos decían en ese entonces el equipo de “La Feria” como no contábamos con portero la primera vez habilitamos a “El Cherif” como portero también en esa posición colocábamos a Benito Nava Rocha; en los primeros encuentros nos daban unas golizas de padre y señor mío por lo que batallábamos para que alguien quisiera ser portero.
Campo Cantarranas
En parte porque era el único y en parte por la distancia fue que buscamos otro campo donde jugar eso nos llevó a un lugar que era conocido como “Cantarranas”, en ese lugar había un terreno donde guardaban la maquinaria los de la SOP lugar que estaba por la calle Abasolo, cerca del lugar existía una cantina que se llamaba “El satélite ruso” de donde salían los parroquianos al oír la gritería que traíamos con el juego; les empezó a llamar el juego que practicábamos y viendo nuestras carencias y necesidades, hablaron con los encargados de la SOP y consiguieron que nos limpiaran un lugar para habilitarlo como campo, a ese campo se le llamo el campo “El satélite ruso” al principio pusimos piedras como porterías y a alguien se le ocurrió colocar postes de bambú y como travesaño un palo atravesado y bien amarrado; para esas fechas ya eran los años de 1959.
En ese lugar y al vernos jugar se acercaron más jóvenes oriundos de ese lugar, de ellos recuerdo a Juan Navidad, Francisco Guerrero “El chivero” y Andrés Haro; de esa manera ya éramos jugadores de Santa Elena, Héroes Potosino, Zaragoza y El satélite ruso.
Por esas fechas llega a Rioverde una avanzada del 5º. Regimiento de Caballería y con ellos llegan los hijos de un Sargento; establecen sus oficinas en la calle victoria los hijos del sargento eran “El chiro” y “El Quirino” los cuales ya tenían conocimiento y habilidades para el futbol y de ellos el Chiro jugaba en la portería.
Ya para entonces logramos conjuntar a un buen grupo de jugadores y formamos el primer equipo de futbol; fuimos a invitar al “Capi” para que fuera nuestro entrenador lo cual acepto con mucho gusto, por las carencias que teníamos no contábamos con uniforme y como el capi tenía una cantina la cual estaba por las callecitas, él nos consiguió playeras con una firma cervecera.
Por ese tiempo invitamos también a Benito Castro “El Fachas” y a “El cachunga” para que jugaran con nosotros, sabiendo de las carencias que teníamos de donde jugar Benito nos sugiere un lugar que estaba por la calle pípila mejor conocido como la y griega y que era donde los vagones del ferrocarril hacían su maniobras de reacomodo; en ese lugar estaba en el centro un espacio suficiente para poder hacer fácilmente una cancha de futbol; el único inconveniente era que había que pedirle permiso al Sr. Juan C. luna encargado del Ferrocarril; Benito se ofrece para pedir permiso y lo logra de tal manera que tuvimos otro lugar para jugar donde se limpió y se acondiciono para ese fin, solo que hubo un inconveniente, a Benito le gustaba más el Beis bol entonces él se iba con sus jugadores a jugar beisbol y nosotros a jugar futbol pues nos revolvíamos y todos teníamos el miedo de recibir un pelotazo; eso termino por hacernos correr de ese lugar.


Y eso fue una parte de como fuimos juntando mas jóvenes a que jugaran el futbol y fuera reconocido y de como fuimos haciendo canchas para lo mismo.

domingo, 5 de noviembre de 2017

Quienes y como iniciaron la difusora XEEM aquí en Rioverde

Ricardo Delgado, Don Carlos Martinez y Francisco Guerrero
Quienes y como iniciaron la difusora XEEM aquí en Rioverde?, ¿Quiénes participaron en todo este proyecto? un personaje que estuvo cerca de esta historia fue el Lic. Ignacio Cervantes Álvarez quien de una manera clara y amena revive algunos de sus recuerdos y aquí los comparte:
ANECDOTARIO SOBRE LA RADIODIFUSORA XEEM, SU FUNDADOR Y PRIMEROS LOCUTORES
En el viejo Rioverde que yo con mucha nostalgia recuerdo de la segunda mitad de los años cincuenta en adelante, era un pueblo apacible y muy agradable, donde algunas veces la tranquilidad y el silencio de sus calles era roto por el trote de los caballos de los solkeros, de los carretoneros de los aguadores y el paso cansino de las carretas de bueyes y uno que otro camión minero que en ese entonces circulaban en el pueblo.
El pueblo,  rodeado de huertas y cañaverales y que en temporada de los cortes de caña o naranja se acrecentaba el ruido y bullicio de gente que pasaba muy temprano a las faenas; ya sea en los molinos de caña que recuerdo como el de la Pasadita, el Molino Colorado el de los Rodríguez, el del Jabalí el de San Diego y algunos más que se me escapan en este momento, así como los grupos de cortadores que muchas veces eran trasladados en carretones hacia las huertas, entonando alegres canciones a voz en cuello.
Nuestro Rioverde que se fué, tenía su mercado frente a la Iglesia de Santa Catarina, hoy el área de la plazoleta de los fundadores y durante mucho tiempo era el punto de reunión para los cortadores de naranja, que en cuadrillas y alegres algarabías,  desde las cuatro de la mañana esperaban ser contratados para ser llevados a tal o cual huerta.
Muchas veces la paz y tranquilidad del poblado era roto también por el sonido de las campanas que don Darío hacia tañer con mucha enjundia y que en todo el poblado se escuchaban ya sea para llamar a un servicio religioso o bíen para avisar de alguna “quemazón”.
Por esos tiempos, un grupo de gente visionaria, encabezados por el Lic. Lorenzo Nieto Pro, aveces reunidos en el restaurant Noche y Día, del Patabofa,  en el villar del Capi o de la Cuatana o con Maciste o ya sentados en una banca bajo la sombra de los bambúes de la plaza de armas, idearon que era necesario tener en rioverde una difusora, ya que en la capital ya había varias y en nuestro pueblo ya era necesario contar con una, ya que por un lado algunas pocas familias  tenían televisión y la chiquillada nos arremolinábamos en las ventanas a ver cómicos y canciones Adams, las caricaturas de los picapiedra, la famosa serie de la ley del revolver de la cual un personaje le da el sobrenombre a otros destacado rioverdense por adopción me refiero el famoso  “Chester”.
Pues bién, este grupo de gente de negocios formalizan la sociedad para crear una difusora, se dice que contrataron los servicios de don Carlos Martínes Guillén como técnico operativo como se decía -para echar a andar la difusora-. Por desacuerdos entre los socios ésta se disuelve, pagando a don Carlos sus emolumentos con el poco equipo que se había adquirido.
Don Carlos le da continuación al proyecto por su cuenta, tramita los permisos correspondientes antes las dependencias que ese tiempo aplicaban y en un cuartito de adobe, ubicado en la calle de Aldama 55 en el barrio de San Juan, coloca su tornamesa dentro de un cubículo de fibracel y cartón vinagris que aislara el ruido exterior y nace así un 18 de febrero del año 1958 la radio difusora XEEM la voz de naranjopolis que inicia sus trasmisiones en 880 kc con 100 watss de potencia efectiva en amplitud modulada.
Quiero hacer mención de la persona de Don Carlos Martínez o como era conocido  don Carlos el de la difusora.
Don Carlos Martínez nació un 4 de noviembre de 1918 en la fracción de el Refugio, del municipio de Arroyo Seco, Qro. Su padre fue don Rafael Martínez y su madre doña María Guillen, y se casó con la señorita María Gertrudiz Sánchez Arvizu.
En sus inicios en Rioverde se dice que don Carlos vendía televisores y gas licuado, quizás era la competencia del Chifuga, y de Toño Valduvi.
Pero su ingenio siempre era patente en sus actos, pues el mismo diseñó la antena y siguió la fabricación de la misma en un taller de rioverde.
El realizaba las reparaciones a su estación difusora. Recuerdo que allá a principios de los sesenta inventa y fabrica un vehículo anfibio, que era un simple chassis de estructura tubular, con cuatro llantas de hule de esa de tipo carretilla, una barra y volante al centro en la parte delantera y un cajón acojinado con una almohada amarrada,  que le servía como asiento, bajo el chassis le colocó varias  latas mantequeras selladas, de lámina, de manera que cubría toda la superficie inferior del chassis, y servían como flotadores.
Impulsaba dicho artefacto un ventilador de seis aspas de aprox. 1.50 m de largo que era movido por un motor de petróleo de esos que se utilizaban en las huertas para bombear aguas de las norias o en los molinos de nixtamal de los que había varios en el pueblo y rancherías.
Cuando realizó la prueba de flotación en la Media Luna, se hizo acompañar por su fiel trabajador Max o Machi, también un tipazo  del viejo rioverde, nos contaba Maxi en el estanquillo de don Daniel que estaba sobre la acequia que pasaba por la Placita de San Juan, que fue toda una aventura la que vivió ese día con Don Carlos, ya que tuvo su fallas dicho vehículo anfibio y el nadando lo empujaba hasta una orilla. A su regreso a rioverde entraban por la calle Porfirio Díaz y ahí tomaban la calle Aldama que es donde estaba la difusora. Como en aquellos años no estaba pavimentada ni una calle en Rioverde, ya se han de imaginar la polvadera que levantaba con las hélices a su paso el flamante vehículo anfibio, claro con el corredero de gente y gritos de la chiquillería para ponerse a salvo de la polvadera, algunos muchachos gritaban “ahí viene ciro peraloca” a su paso por la placita de San Juan, con las consiguientes risotadas.
Quiero recordar que en aquellos años a la Media Luna solo se llagaba en solky, carretón o carreta y que no existía ningún árbol que dispensara su sombra, por lo que en semana santa, si había quince gentes en la Media Luna era mucha, algunos muchachos osados íbamos en bicicleta y ya sabíamos que en algunos tramos tendríamos que cargar con ellas al hombro debido a los lodazales que se hacían al reventarse las regaderas de las milpas y huertas.
Don Carlos, inquieto inicia la fabricación de una avioneta en un taller rumbero de la calle bravo y como el fuselaje quedó más largo ya no cupo en el patio del taller, por lo que tuvieron que quitar la barda de carrizos del vecino para sacarla de ahí, desconozco el fin de éste artefacto. Posteriormente decide  comprar una avioneta al Cap. Guillermo Gilbert, el cual venía desde San Luis capital para enseñarlo a volar, nuestro campo de aviación estaba frente a los campos de la minera Rio Colorado, que no era más que un área de aproximadamente 500 m de largo y unos cincuenta de ancho,  desmontada, rodeada de mezquites, zacate y arbustos chaparros, normalmente invadida por chivas o caballos.
Al capitán Gilbert le gustaba hacer “cabriolas” con su avioneta y que nosotros en tierra disfrutábamos con emoción y más cuenta que le metía cada susto a don Carlos al realizar descenso en picada cuando lo traía en adiestramiento.
Un buen día estando por despegar en la aeropista le dice el cap. Gilbert a don Carlos: -bueno don Carlos, ya usted a guiado la avioneta allá arriba, ya conoce los instrumentos de vuelo, así que creo que ya es tiempo de que usted se heche el despegue- Y contaba que don Carlos se pone nervioso y veía al frente la pista con algunos terrones sueltos, pequeños hoyancos y el pastar de los chivos regados por el campo de aviación, y ya la avioneta funcionando, le contesta don Carlos “ oiga capi, mejor déjemela otra vez alla arriba, en lo parejito” ante la consabida risotada del Capitán Gilbert.
Ya siendo Don Carlos un ducho piloto aviador, un buen día convida a don Melitón Godinez a volar y pues el  buen Melitón se la rifa y acepta la invitación. Hago mención de que dicha avioneta era un monoplaza, con fuselaje forrado con lona y cuero y una palanca de mando al centro, es decir no tenía volante.
Pués ahí van nuestros amigos surcando los aires de rioverde, Melitón viendo sus naranjales desde el viento y don Carlos mostrándole cada lugar desde las alturas; que la media luna, que el puente de fierro, que los anteojitos, que el presidio, que los molinos de caña, que allá se ve a don Miguel Panzón, en fin todo lo que su vista alcanzaba a distinguir.
Contó don Melitón que ese día iba muy contento con don Carlos en su avioneta, y le dice a manera de halago –oiga don Carlos pues usted ya pilotea re bién esta charchina- y le contesta don Carlos, con voz socarrona, “si ya la manejo muy bien, aunque todavía me falla algo pa´ aterrizar”, y Melitón agarrándose a veinte uñas de donde podía le replica a don Carlos, -no le creo, si usted pilotea muy bien- y acercándose a la pista le dice don Carlos, mire como tengo los mezquites “todos descopetados” donde no le atino.
Melitón dijo con el pensamiento –ya me llevo la toztada- y comenzó a encomendarse a las once mil vírgenes y a toda la corte celestial para que aterrizaran con bien, en cuanto bajó de la avioneta corrió rápidamente  a abonar los mezquites.
Don carlos recibió del Comandante Roberto Reynoso Parra el patronato de la Cruz Roja, siendo don Carlos y Max choferes y camilleros a la vez.
Con éste breve anecdotario, de manera respetuosa  quise recordar brevemente a ese gran fundador de nuestra difusora XEEM
Ahora mencionaré a los primeros locutores que también fueron una institución dentro de esta difusora y que se cuecen aparte, me refiero a los señores:

Armando Sánchez Herrera
Ricardo Delgado Herrera
Francisco Guerrero Guillén
Que en esos tiempos para obtener la licencia de locutor tenían que presentar un extenso exámen de conocimientos  de cultura general y si aprobaban se les emitía su licencia.

De Armando Sánchez Herrera a quien se le conocía como El Infame, recuerdo que su voz era agradable al oído, había entre otros programas uno que se llamaba “Polkas redovas y canciones”, normalmente con el piporro, los alegres de Terán entre otros y en algunas ocasiones invitaba a músicos que deambulaban por las fondas o cantinas del pueblo ofreciendo sus servicios. Uno de estos grupos que es aun recordado era el de “Bocho y sus astronautas” pues apenas comenzaba la conquista del espacio y era lo de moda, decía el Infame que este grupo se llamaba así porque un astronauta le daba 360 vueltas a la tierra en un día, y que Bocho y sus astronautas le daban 360 vueltas a las cantinas de rioverde en una semana.
Había un programa que se llamaba “complacencias” donde a través de reportes escritos a mano los oyentes solicitábamos las canciones de nuestro agrado. Como el Infame leía los reportes es decir los nombres de los solicitantes de canciones, muy rápido, no faltaba quien le jugaba bromas como aquella de Ma. De Jesús Patiño, que un dia solicita una canción y el infame lee:
Para complacer a María de Jesús Patiño, Marichuy patiño, jesusita patiño, chuya patiño, Jesús Patiño, bueno toda la familia Patiño que diariamente nos escuchan. Y claro la risotada de los radio escuchas.
Tenía el Infame espíritu deportivo y juntaba la muchachada de ese tiempo  como el Avalos, el Ostión, la Gringa Cervantes, el mudo Medel, el profe Paz Badillo y su hermano, Pancholín Martínez Jr., el Vebo Martínez, mi hermano Guillermo Cervantes, el Cheve, Braulio la cochinilla, Poncho la rubia, el Quinillo, los Escamilla, Julio Galicia, Pedro Zarur y muchos otros con los cuales organizaba carreras de bicicletas  ya fuera a Plazuela, a San Ciro,  Santa Rita, Callejones, el lomo de toro o hasta el Charco. Quiero hacer mención que en un principio venía a ésta ciudad desde San Luis Potosí, a apoyar a su amigo El Infame otro gran locutor de la radiodifusora La Rancherita, era nada más y nada menos que Don Marcelino Castillo toda una institución en la radio en san Luis, un gran ciclista y promotor de éste deporte.
Salía toda la muchachada de la meta que normalmente era frente al Molino Colorado, y allá va el Infame dentro del pelotón, pasaban si al caso diez o quince minutos y el primero en regresar era el Infame, ante la sorpresa de todos los aficionados que lo recibíamos con rechiflas, ya que de todos era conocido que el nunca llegaba al punto de retorno y siempre se regresaba antes.
El Infame despedía algunas veces la transmisión a las seis de la tarde diciendo:
X doble e eme llega al final de sus transmisiones, agradeciendo el favor de su atención esperando contar con su amable escucha el día de mañana, “pues aún nos quedan siete luces de esperanza”.
Un día le pregunto que a que se refería con esa despedida, que si eran los siete días de la semana, o los siete magníficos o los siete sabios o setenta veces siete y me dice “hay Kennedy, son los siete focos que tiene la antena y pues mientras no se caiga… seguiremos trasmitiendo”

Ricardo Delgado Herrera, pues vamos a decir que era el que siempre andaba involucrado en los eventos políticos, era el serio de la radio, no bromeaba, raras veces lo veía uno reir, pero era amigable. Muchas veces fungía como maestro de ceremonias en los eventos cívicos.
Cuando despedía la trasmisión a las seis de la tarde decía:
Gracias al esfuerzo de nuestro gobierno y su patriota presidente, XEEM ha llegado este día al final de sus trasmisiones, agradeciendo su gentil escucha, esperamos contar con ustedes el día de mañana y disfrutar de los bienes que nos han dados los gobiernos emanados de la revolución mexicana. Hasta mañana.

Francisco Guerrero Guillén.- Un locutor muy sui géneris, era muy conocido y estimado en todos los ámbitos de la sociedad , pues era un distinguido católico, gran promotor de eventos culturales y religiosos; ya lo veíamos encabezando los rosarios de aurora, ya encabezando a los jóvenes de la ACJM, ya organizando la peregrinación del 12 de diciembre, ya organizando charlas de formación espiritual y humana entre los jóvenes, ya organizaba las carreras de antorchas el 5 de febrero, ya el festival de la palabra que eran concursos de oratoria y declamación, en fin un locutor muy culto, estudioso y alegre. En ese tiempo la ACJM era el único foro de expresión juvenil que había en Rioverde donde fueron miembros ahora distinguidos profesionistas, hombres de negocios, maestros, en fin todos hombres de bien. Un buen día organiza una rondalla a la cual pertenecían entre otros: El chagui, Gabriel Castillo, Miguel Reyna, mismos que eran citados a ensayar todos los días a las seis de la mañana en el campanario. Los muchachos que eran algo flojos para levantarse temprano le dicen a Panchito que como le harían para madrugar, a lo que les suelta la siguiente receta naturista: -tomen mucha agua antes de dormirse, y las ganas de hacer  pipí los hará madrugar- un día ensayando los muchachos maloras rascan las guitarras por ningún lado; unos en do, otros en fa, aquel en re, ese en mi y Panchito que lo único que sabía tocar –era la puerta- les dice: “estamos ensayando en serio” y todos muy solemnes reprimen sus carcajadas. 

Panchito –como se le conocía- tenía la particularidad de utilizar mucho el trastueque, que consistía en cambiar el orden de las palabras en una oración por ejemplo decía;
-San Ciro de Acosta los invita a sus tradicionales fiestas patronales, donde habrá sensacionales carreras de gallos y peleas de caballos. A caray,  remataba
-El telégrafo ofrece elegantes y finos pantalones para caballeros, de lana
-Precios de México tiene para usted finas medias schalimar para señoritas de naylon
El noticiero de las 14:00 horas normalmente no se preparaba, así que únicamente leían el periódico y era común las equivocaciones como esta: Ciudad del Vaticano: El Papa Paulo VI emitió la bula –pasa a la página ocho- a caray eso no es noticia-
Notas de la región: Terrible Marcos en el barrio de San Fuego y describía el hecho. Que era terrible fuego en el barrio de San Marcos.
Después del noticiero había un programa que se llamaba “Agua Viva” con el hermano Daniel de Rioverde, San Luis Potosí, que también fue un gran personaje misionero pentecostal que estuvo en rioverde unos años, pero también con mucho don de gentes, a los chiquillos nos gustaba verlo volar porque desde su avioneta lanzaba volantes o libritos que nosotros en abigarrada algarabía corríamos a –capiarlos-
Pues bien como este programa era de carácter bíblico normalmente grabado, el buen Panchito provocaba algunas veces,  que la trasmisión se viciara con ruidos, reververancias y demás linduras para que el programa fuera inaudible en algunos segmentos. Claro como era la competencia, pues panchito no veía bien ese programa. Aunque no le faltaban los regaños de don Carlos.
Un día estando Panchito en cabina allá por el mes de noviembre que en rioverde era muy frío, Panchito alegremente decía: Bienvenidos todos los visitantes a naranjópolis  -en ésta calurosa y soleada tarde de noviembre-. Y entra don Carlos tiemble y tiemble de frio a la cabina, bien abrigado con su abrigo negro y su paraguas escurriendo de agua y recrimina a panchito: Está usted loco pancho ya vió que esta lloviendo y haciendo un frillazo y usted con sus cosas. Y panchito riéndose le dice: perdóneme don Carlos yo estoy en cabina desde las siete de la mañana y como no vino mi relevo pues no he salido, en la mañana que llegue estaba muy agradable, y sale don Carlos refunfuñando.
Como les recuerdo que le gustaba el trastueque dice un día, como era común en él: son los quince horas tres de la tarde con veinte centímetros. Pues los que lo escuchábamos que héramos muchos decíamos –hoy panchito está bien loco- pero nos hacía reir.
Panchito, así como fomentaba el amor a Dios también fomentaba el amor a la patria, así que era común que el viernes santo el ponía pura música instrumental suave, música sacra, poemas religiosos como el cristo roto, quien te partió la cara, el lobo de gubia, las reflexiones de mons. Fulton J. Shen de vale la pena vivir entre otros. Ese día no complacía a nadie.
El 16 de septiembre su programación era  pura música mexicana de mariachi, que las coronelas, el zopilote mojado, jesusita en chihuahua, Guadalajara, que el herradero, las bicicletas en fin puras canciones mexicanas y pues no podía faltar el Charro Avitia, Miguel Aceves Mejía, Juan Zaizar, y Lucha Reyes con puros temas campiranos.
Un día leyendo una esquela dice: Falleció en el seno de nuestra madre la santa iglesia católica, apostólica, romana y confortado con todos los auxilios espirituales y la bendición papal, el señor Nepomuceno Roque de Aguado a la edad de setenta y ocho años. Le participan con el más profundo dolor SU AFLOJADA ESPOSA, hijos, hijas, nietos y demás familiares. Claro los telefonazos no se hacían esperar para corregirle sus disparates que el siempre tomaba con humor.
Y bueno iniciaba y despedía la transimisón diaria con una oración, una jaculatoria y un agradecimiento a Dios y a María Santísima.
Aun hay mucho de que hablar de aquella que fue nuestra gran difusora la XEEM que trasmite desde Naranjopolis en 880 kc 10000 watts de potencia efectiva.
Sea el presente un modesto homenaje a los directivos, las familias Martínez Sánchez, Rivera Martínez y el cuerpo de locutores que actualmente mantiene las trasmisiones en estos cincuenta y nueve años de estar en el aire.
Felicidades Rioverde por tener ésta típica difusora y que nos dure muchos años más.

Rioverde, S.L.P. a 18 de febrero del 2017

LIC. IGNACIO CERVANTES ALVAREZ
COLABORADOR DE LA ACADEMIA DE HISTORIA

DE RIOVERDE, S.L.P.