domingo, 2 de junio de 2019

Luz eléctrica, Planta San Isidro Puente de El Carmen


Sus inicios:

El área arbolada de la compañía de "La Planta San Isidro" fue un bello parque natural. El cuarto de máquinas, los canales y el río aún sin descargas contaminantes, constituyó uno de los lugares más hermosos de la región, el recreo más popular de los rioverdenses. El Lic. Lorenzo Nieto (uno de sus últimos propietarios) reforestó y embelleció el lugar, dio un esmerado mantenimiento con el cuidado laborioso de una cuadrilla de trabajadores.

Pero además, ese paraje representa el inicio de Rioverde en la época moderna, por la producción del flujo eléctrico, a través de la caída del agua del brazo de "El Carmen", proveniente del manantial de agua la Media Luna, que desde el 23 de junio de 1860 el ayuntamiento había concesionado a Manuel Verástegui Suárez para beneficio de su hacienda San Isidro, quien quedó en libertad de elegir si para aserrar madera, fabricar papel, moler trigo, producir hilados u otros productos que redundaran en beneficio público.

En un principio, Verástegui produjo harinas, después en poder del Dr. Arturo Piernás, un médico dentista recién avecindado en Rioverde, que influyó para que lo adquiriera su tía María del Refugio Martínez, y el Dr. como era de empuje decidió aprovechar las instalaciones para generar electricidad. Así, en 1874, el Dr. Arturo Piernás encausó el agua por un canal que mandó abrir de 1.90 metros de ancho, en forma de escuadra, para dar mantenimiento a la corriente que caía sobre una rueda que movía el molino. Sin embargo, con los años cambió la maquinaria de producir harina, por otra para generar electricidad.

De esta manera logró que el agua cayera sobre una rueda Pelton, que hacia girar un dínamo de 80 caballos de fuerza, con el 50% de utilidad. Luego tendió la línea de conducción y las ramificaciones entre el vecindario. Se dieron tomas limitadas a los más "acomodados" a la capacidad de la planta, que transmitía corriente a un alternador Stanley de 1,000 lámparas, en servicio 400 incandescentes, con un costo de $ 1.25 al mes por lámpara de 40 watts, de las cuales, 150 pertenecían al alumbrado público libres de costo. No obstante, fue hasta el 2 de abril de 1902 cuando el gobernador del Estado Ing. Blas Escontría Ruiz y Bustamante inauguró la planta eléctrica.

Las instalaciones se verificaron bajo la supervisión de la casa "Braschi Hermanos" de México, las cuales quedaron bajo la dirección del electricista Manuel Leduc, con oficina en la 2a calle de Moctezuma, bajo la denominación de "Compañía de Alumbrado Eléctrico, S.A." De esta forma, Rioverde fue la segunda ciudad del estado

Que obtuvo el beneficio del alumbrado eléctrico. La compañía era anónima, su primer gerente fue don Francisco I. Martínez, familiar de doña Refugio Martínez viuda de Piernás, quien para 1902 aparecía como propietaria de la referida hacienda.

Para 1906, el nombre de la sociedad anónima cambió a "Compañía Eléctrica de Rioverde", con un capital social de $ 50,000.00 pesos y una junta directiva formada por un presidente, Juan Pablo Alcocer y el gerente Francisco I. Martínez. La planta se anunciaba a seis kilómetros de distancia al sureste de Rioverde, ahora, con un motor generador de 100 caballos de potencia, que abastecía molinos de nixtamal, ventiladores y algunas otras utilidades de las poblaciones de Rioverde y Ciudad Fernández. Para el 28 de febrero de 1918, la planta de Rioverde se llamó "Compañía Eléctrica de Rioverde, S.A." el administrador era don Manuel M. Gama, sucesivamente. En mayo de 1922, la empresa se denominó "Planta Eléctrica San Isidro S.A.", como se le conoció popularmente.

Siguió el tiempo su marcha de manera inexorable, la planta cumplía bien que mal su función, sujeta a los caprichos del río que duraba crecido hasta tres semanas y por el alto nivel que alcanzaba. El agua del río no dejaba operar el desagüe de la turbina, de manera que el pueblo se quedaba sumergido en tinieblas. En el momento menos pensado había que encender los aparatos o quinqués de petróleo, que consistía en un depósito de cristal con una mecha y en la parte superior una bombilla, o bien mechones con el mismo combustible en recipientes que eran de lámina, sin bombilla o las tradicionales velas de cebo que eran amarillentas, o las blancas de parafina, pues era muy comunes los apagones hasta década de los cincuentas.

Por ello, el 19 de febrero de 1937 los consumidores de la compañía de energía eléctrica se manifestaron por los constantes apagones, bajo esta inquietud se unieron, se eligió una mesa directiva en la cual se nombró presidente a Luis F. Tenorio, tesorero Enrique Agreda, secretario Antonio Hernández Guillén, primer vocal Álvaro Martínez, segundo vocal Fidencio Castro, tercer vocal Sabino Martínez. Además se aprobó el acta de la sociedad "Unión de Consumidores de Luz y Fuerza Eléctrica de Rioverde" y el lema "Justicia y Progreso".

En ese año, el presidente de la República general Lázaro Cárdenas ordenó al Secretario de Economía Nacional diera los pasos necesarios para la creación de una Comisión Federal de Electricidad. La Secretaría de Economía Nacional convocó a una junta en la ciudad de México con todos los consumidores de energía eléctrica del país, de esta manera, se acordó autorizar a don Amando Alvarado Alemán para que interviniera en todos los asuntos que ahí se trataran.

Así, el 14 de abril de 1937 asistió a la junta de representantes de consumidores en la ciudad de México, quien al sopesar el panorama nacional contempló la posibilidad de que los usuarios adquirieran y administraran la empresa hidroeléctrica "San Isidro". Para tal efecto, el 24 de abril de 1942, los usuarios se reunieron en los salones de la presidencia municipal. La asamblea fue presidida por el alcalde Francisco Rocha Mendoza, la mejor opción para solucionar el problema del mal servicio de suministro de energía eléctrica, fue que la unión adquiriera la compañía y la administra. En diferentes ocasiones se habían entrevistado con los señores Alcocer en la ciudad de México a fin de obtener las mejores condiciones para llevar adelante la adquisición de la empresa.

En consecuencia, el 6 de mayo de 1942, los usuarios lograron un préstamo por $ 38,500.00 pesos y el primero de junio pagaron el valor de la casa matriz en el Banco Nacional de México y así liquidaron la suma convenida a los señores Alcocer. El 17 de noviembre de 1942, se firmó el contrato de compraventa, los señores Amando Alvarado Alemán y Eleázaro Martínez Sosa procedieron a la legalización. Fue hasta el año de 1954, cuando en un proceso de nacionalización de la industria eléctrica, la Comisión Nacional de Electricidad adquirió el equipo, cuarto de máquinas y demás bienes de la antigua planta de San Isidro así mismo absorbió al personal, procedió a su reacomodo e inició la ampliación de redes de distribución.

Además se realizó el cambio de contratación de las instalaciones caseras. La antigua planta dejó de trabajar hasta el primero de mayo de 1955, cuando fue sustituida por la unidad que construyó la Comisión Federal de Electricidad, CFE en la prolongación de calle Aldama en donde funcionaban dos máquinas diésel, una inglesa y la otra suiza y se mejoró el servicio. Después construyó una unidad en la prolongación de la calle Nicolás Bravo, donde instaló cuatro generadores.

Fue hasta el 29 de mayo de 1971, cuando Rioverde contó con sobrada corriente eléctrica, al ser alimentada la línea de conducción con la que llegó desde la hidroeléctrica de Malpaso, Chiapas, para ello se construyó la subestación del Puente Verástegui, con una capacidad de 15,000 voltios, para después sustituirla por la energía que proviene de Altamira, Tamaulipas.

Un trabajo de Ricardo Castillo Robles
Cronista de la Ciudad
Fotos del Archivo Municipal

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