El 29 de noviembre de 1852 la
guarnición de Tampico se pronunció por el regreso al poder de José Antonio
López de Santa Anna. Los rioverdenses secundaron este movimiento subversivo,
pues la sala capitular de esta ciudad levantó un acta donde, además, desconocía
al gobernador Julián de los Reyes, quien se había hecho reelegir. Para lo cual,
formaron un llamado “Directorio de Rioverde”; organismo que tenía la misión de
enjuiciar al gobernador. Estaba conformado por personas de relieve, tanto
social como político. Por supuesto que don Manuel Verástegui no podía estar
fuera del Directorio, siendo uno de los promotores más encarnizados. El
movimiento estuvo apoyado por las fuerzas militares acantonadas en esta
localidad, así como por los soldados de la colonia militar de San Ciro de las
Albercas.
Para lograr el fin propuesto, hacía
falta tener en las manos el espurio gobernador, y para ello, contrataron los
servicios de un notorio bandido, al que se le conocía con el mote de “El Amito”
o el “Amito Andrés”. Mediante la suma de $8,000.00 el bandido se comprometió a
secuestrar a don Julián, preparó a su gente, y el 9 de enero de 1853, al caer
la tarde, esperó a que el gobernador saliera a dar su habitual paseo por la
Calzada de Guadalupe de la capital potosina. Al pasar frente a la Caja del Agua
se le acercaron galantemente y lo invitaron a que montara un caballo, que le
tenían preparado.
Don Julián era un individuo irascible,
por ello se había ganado el odio de mucha gente, de inmediato, con palabras
fuertes declinó la invitación. Con el ruido del alterado los curiosos y vecinos
comenzaron a asomarse a las puertas de sus casas; esto no estaba previsto en los
planes, y como, ni por la fuerza pudieron montarlo en el caballo, sencillamente
le dieron muerte, huyendo del lugar de la escena.
Los resultados fueron los apetecidos
por los miembros del Directorio; pues triunfante la revolución tomó el poder su
candidato, el Lic. Ramón Adame, quien para febrero de ese año ya era el
gobernador en funciones. [1] Eugenio Verástegui. Hechos de Armas en Rioverde.
Pp63-65. Mecanografiado. 1968.
1a. foto es Tomás Mejía y la otra es la representación de la rendición de Mariano Escobedo ante Mejía. Retrato proporcionado por Emmanuel
Mejía (bisnieto) al Archivo Histórico Municipal; versión libre a lápiz por
Manuel Fuentes
Fuentes:
Motilla Martínez, Jesús. Entonces lo
matan...Ed.Universidad Autónoma de San Luis Potosí, SLP. México. 2001.
Escritora, Maestra Teresita Verástegui
Nieto
Historiador, Lic. José de Jesús
Alvarado Orozco
Archivo Histórico Municipal, LCC.
Lucas Hernández Salinas
Cronista de la Ciudad, Lic. Ricardo
Castillo Robles
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