domingo, 11 de octubre de 2015

Una Anécdota del Dr. Martinez

Dr. Martinez a la derecha, foto tomada del archivo de
Elenita Rodriguez de la Tejera.
De los recuerdos de Elenita Rodriguez de la Tejera.


Ambos el Dr. Y su esposa fueron personas muy caritativas y además simpáticas y agradables, era mi tío ya que su esposa, a quien yo llamé siempre “Mamá Nena”, era prima de mi mamá. El Dr. Solía no cobrar las consultas, en esas tardes de calor olorosas a azahares era común que en su consultorio se juntara algunos amigos para escuchar los partidos de Baseball, sobre todo la de los Niños Beisbolistas de Monterrey, no recuerdo el nombre del equipo. Hasta donde llegaban personas a pedirle consulta. También si lo encontraban en la Plaza de Armas, les daba la consulta en ese lugar y a falta de recetario, solía escribirles en la mano la receta. (Mi padre tenía una farmacia y me toco varias veces surtir la receta escrita en la mano).
A pesar de su peso era muy ágil, contaba que en el Colegio Militar le decían La Liebre, por su rapidez y en una ocasión lo vi, en una calurosa noche de verano jugar carreras en la plaza, no recuerdo si era con el Sr. Adolfo López Díaz, a la sazón presidente municipal, habiendo ganado el Dr. Martínez y solo se detuvo al llegar a un poste de la luz en una esquina de la plaza, agarrarse del mismo y por la velocidad que llevaba, le dio dos o tres vueltas agarrado del poste.

Cuantos y enormes recuerdos tengo de estos fabulosos tíos.
ANECDOTAS
LIC. ELENA RODRÍGUEZ DE LA TEJERA

No hay comentarios:

Publicar un comentario