domingo, 10 de diciembre de 2017

“Betty López”


Un personaje muy querido por la gente de Rioverde y la Region.

“Betty López”

Araceli Austreberta López, C.F.

Nació en Rioverde el 8 de abril de 1934, sus padres fueron Adolfo López Díaz y María Gómez. Fue la segunda hija de una familia de tres hijos: Fernando López y Graciela Yolanda. Curso sus primeros estudios en el colegio Díaz Moran, para luego trasladarse a la ciudad de San Luis Potosí, por cuestiones de salud de su madre, donde termino su educación primaria en el colegio Anáhuac y en colegio Motolinia, después paso a la ciudad de México para estudiar en el Instituto de Decoración.
Por 1956 regreso a Rioverde para apoyar a su padre y quedar al frente de “Rancho Alegre”, entre otras huertas y dedicarse en trabajos de agricultura y administración. Fue cuando se hizo muy popular, conocida como Betty López.
Después del fallecimiento de don Adolfo, ocurrido el 8 de diciembre de 1968, Betty se fue a vivir a la casa de doña Goyita Govea hasta que esta murió un año después, en la misma casa donde su padre se crio y murió.
Uno de sus grandes sueños de Betty fue conocer el mundo, lo cual logro viajando por los cinco continentes. Para el año 2000 estuvo internada en un sanatorio particular de Guadalajara a consecuencia de un mal cardiaco, antes de la operación autorizo donar sus órganos y cualquier parte de su cuerpo, si algo le pudiera suceder. La operación resulto adversa, de tal forma que todos sus órganos fueron utilizados para que otras personas siguieran viviendo, y ella fue incinerada. Sus cenizas se depositaron en la capilla familiar del panteón de Rioverde.
Lo cual ocurrió el 25 de noviembre de 2000, sus trabajadores al saber el deceso exigieron una investigación para esclarecer los hechos en que perdiera la vida su patrona; pues denunciaron que no era posible que se fuera viva y que regresaran solo sus cenizas. Era la primera vez que llegaba incinerada a Rioverde una persona, aun la gente no comprendía esto, ya que antes las inhumaciones eran de manera tradicional. Fue la primera persona de Rioverde que sus restos se incineraran en vez de inhumarse como era la costumbre en el lugar.
Lo singular del caso, es que se trata de una persona que siempre apoyo las causas nobles, quien fundadora la casa de ancianos, quien estuvo al pendiente de la construcción hasta su funcionamiento; además como regidora formo parte en la administración municipal, así mismo constituyo la Unión de Citricultores de Rioverde. Por eso, y en su recuerdo una de las calles de la ciudad lleva su nombre.
Tomado del libro en trámite Los Nombres y las Calles de Rioverde y Ciudad Fernández.

Foto del Archivo Municipal de Rioverde.

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