domingo, 24 de agosto de 2014

Softbol, inicios en rioverde

El softbol (sus inicios)
     Era el año de 1977 cuando a Rioverde llegó el Ing. Carol Rojas, y desde que llego se caracterizó por promover sus gustos y conocimientos, algunos de sus gustos en cuanto deporte se referia fueron el Volibol, el Yoga, entre otros… pero además, trajo y promovió el Softbol, que es del que nos cuenta el personalmente a continuación:
     Cuando llegué aquí a Rioverde, y hasta que ya más o menos conocí a la gente, fue cuando salió lo del softbol, me organicé con el Ing. Carrillo, él era el presidente de obras de La Media Luna y empezamos con el softbol, primero eran puros equipos de gente que trabajaba en el gobierno, como recursos hidráulicos, la comisión federal de electricidad, el banco rural, etc. Poco tiempo después se hizo la liga comercial que eran puros comerciantes, dado que ellos en ese entonces los jueves no trabajaban pues abrían los domingos, aprovecharon y formaron una liga que era los jueves y así poco a poco fue creciendo el gusto por este deporte.
     En un principio, el softbol no era muy bien aceptado y lo criticaban mucho pues le hacían burla, una de las causas principales era por el tipo de pelota y como además nadie sabía pichar la bola, ésta iba lenta y era fácil batear, pero a medida que fueron encontrándole el modo y pudieron lanzar la bola fuerte ya no era tan fácil batearla.
      Además de la liga de hombres, también las muchachas se entusiasmaron e hicieron sus equipos, recuerdo que mucha gente las iba a ver y no tanto porque les gustara el juego sino por ver a las muchachas. Y así continuó la liga de mujeres, por dos años más o menos, pero llegó un momento en que se terminó, yo considero que  fue porque algunas de ellas se casaron y tuvieron familia o siguieron otro rumbo que ya no les permitía seguir asistiendo a los partidos. Sin embargo, recientemente volvieron a resurgir y con el mismo éxito o más que antes y es que siempre llama más la atención un deporte practicado por las mujeres que por los hombres, o sea va a verlo más gente, como que les llama más la atención y pues desgraciadamente la mujer todavía no participa al 100% en la cuestión de deportes y hay algunas muy buenas pero son “garbanzos de a  libra”. Vale la pena comentar que los mejores jugadores son de Ciudad Fernández, hay dos equipos de llanitos que juegan bien y siempre están peleando el campeonato.
     De los equipos de softbol que llegué a traer, para mí lo fundamental no era llegar como llegan los equipos de que luego luego agarran la pelota y se ponen a jugar. Si usted ve a los equipos de softbol se va a dar cuenta de que no tienen  condición física que es lo básico para todo deportista, si usted no tiene condición física es usted un palo y un claro ejemplo lo tiene al ver a las muchachas y ver a los hombres y ver que hay una diferencia muy significativa, y eso se debe a que a nadie le gusta hacer ejercicio y acondicionamiento, pero lo que yo hacía con los equipos que dirigí era primero sentar a todo el equipo y pedirles concentración, que pensaran como  iban a enfrentar el juego; enseguida los ponía a hacer gimnasia, la que era la ideal para el deporte que estábamos practicando. Puede ser que no se ganara el encuentro, pero con todo esto el equipo estaba más lejos de accidentes, jugaban más sueltos y con más ganas porque jugar no se trata de sólo ir a competir con el equipo contrario, sino que es una competencia con uno mismo y si se perdía entonces teníamos que analizar porqué se perdió, qué hicimos mal y qué se dejó de hacer para no repetir esos errores en futuros partidos; todo esto son cosas que las pasamos por alto pero que son muy importantes, tal vez en el deporte profesional sí lo hagan, y supongo que ahí sí porque hasta tienen psicólogos aparte del entrenador.
     Otra razón por la que terminó el softbol femenil fue porque se me ocurrió en una ocasión traer un equipo de Ciudad Valles, pues en Valles ya tenían tiempo jugando las mujeres y ya conocían bien este deporte, y pues invité a un equipo, con ellas venía una pítcher que se llamaba creo Anabella o algo así, lo particular de este personaje era que no le veían la bola ni los hombres, empezó el juego y las mujeres se quedaban viendo nada más como lanzaba la pelota pues era con una velocidad “endemoniada” y pues nomás se paraban ahí, ya ni querían batear por temor a que les fueran a dar un pelotazo.
     Al termino del juego varios hombres se pusieron a quererle batear y para su desgracia tampoco pudieron, eso hizo que las muchachas se desanimaran y dijeron ya no quedárles ganas de competir. Hasta ahora que resurgieron con las hijas del Dr. Anguiano y Don Panchito, de esa manera empezó nuevamente el softbol y cabe destacar que ellas se manejan independientemente, asimismo ellas manejan todo administrativamente hablando. También han estado en contacto con el Sr. Morquecho, que fue con el contacto que tuve cuando fuimos a Valles y él nos apoyó mucho.
     Afortundamente, en tiempos recientes el softbol de los hombres ha ido poco a poco reafirmándose en la región.
     La labor que hice en el softbol me ha sido reconocida un poco, me han invitado a algunas inauguraciones y a un campeonato le pusieron mi nombre, pero lo que yo hice ahí está para la historia y  siendo uno de mis lemas el de servir siempre que alguien solicite mi ayuda ahí estaré.

     El lema que nos dice el Ing. se reafirma con lo que ha hecho pues aparte del Softbol ha promovido el Volleyball, también dio inicio del Yoga y muchas otras actividades, las cuales se las iremos mostrando poco a poco.

Agradecemos al Ing. Carol Rojas por su amable participación.

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