jueves, 21 de mayo de 2015

Luz Eléctrica en Rioverde (inicio)

Foto tomada del Archivo Histórico
“La Planta” de San Isidro fue un bello parque natural, el cuarto de máquinas, el área arbolada, los canales y el rio aun sin descargas contaminantes, constituyo uno de los lugares más hermosos de la región, el recreo más popular de los rioverdenses. El Licenciado Lorenzo Nieto (uno de sus últimos propietarios) reforesto y embelleció el lugar, dio un esmerado mantenimiento con el cuidado laborioso de una cuadrilla de trabajadores.
Pero además, ese paraje representa el inicio de Rioverde en la época moderna, por la producción del flujo eléctrico, a través de la caída del agua del brazo “del Carmen”, proveniente del manantial la Media Luna, que desde el 23 de junio de 1860, el ayuntamiento había concesionado a Don Manuel Verastegui Suarez para beneficio de su hacienda San Isidro. El Ayuntamiento dejo en libertad (de elegir) a Don Manuel Verastegui Suarez para instalarse las maquinas que creyese convenientes, ya para aserrar madera, fabricar papel, moler trigo, producir hilados y otros productos que redundaran en beneficio público.
De esta forma, Don Manuel Verastegui fabrico harinas, pero después trato de vender el rancho al Dr. Arturo Piernas, que era un médico dentista recién avecindado en Rioverde, no lo compro, pero influyo para que lo adquiriera su tía María del Refugio Martínez, y el Dr. Como era de empuje decidió aprovechar las instalaciones para generar electricidad. Así, en 1874, el Dr. Arturo Piernas encauso el agua por un canal que mando abrir de 1,90 metros de longitud, en forma de escuadra, para dar mantenimiento a la corriente que caía sobre una rueda que movía el molino. Sin embargo, con los años cambio la maquinaria de producir harina, por otra para generar electricidad.
De esta manera logro que el agua cayera sobre una rueda Pelton, que hacia girar un dinamo de 80 caballos de fuerza, con el 50% de utilidad, luego se tendió la línea de conducción y las ramificaciones entre el vecindario. Se dieron tomas limitadas a los más “acomodados” a la capacidad de la planta, que trasmitía corriente a un alternador Stanley de 1,000 lámpara, en servicio 400 incandescentes, con un costo de $ 1.25 al mes por lámpara de 40 watts de las cuales, 150 pertenecían al alumbrado público libres de costo al Municipio. No obstante fue hasta el 2 de abril de 1902 cuando el Gobernador del estado Ing. Blas Escontria Ruiz de Bustamante inauguro la planta eléctrica.
Las instalaciones se verificaron bajo la supervisión de la casa “Braschi Hermanos” de México, las cuales quedaron bajo la dirección del electricista Manuel Leduc, con oficina en la 2da. Calle de Moctezuma, bajo la denominación de “Compañía de Alumbrado Eléctrico, S. A.” de esta forma, Rioverde fue la segunda ciudad del estado que obtuvo el beneficio del alumbrado eléctrico. La Compañía era anónima, su primer gerente fue Don Francisco I. Martínez, familiar de doña Refugio Martínez viuda de Piernas, quien para 1902 aparecía como propietaria de la referida Hacienda.
Para 1906, el nombre de la sociedad anónima cambio a “Compañía Eléctrica de Rioverde”, con un capital social de $ 50,000.00 directiva formada por un presidente, Juan Pablo Alcocer y el gerente Francisco I. Martínez. La planta se anunciaba a seis kilómetros, de distancia al sureste de Rioverde, ahora, con un motor generador de 100 caballos de potencia, que abastecía molinos de nixtamal, ventiladores y algunas otras utilidades de las poblaciones de Rioverde y Ciudad Fernández. Para el 28 de febrero de 1918, la plata de Rioverde se llamó “Compañía Eléctrica de Rioverde, S. A.” el administrador era don Manuel M. Gama, sucesivamente, en mayo de 1922, la empresa se denominó “Planta Eléctrica San Isidro, S. A.” como se le conoció popularmente.
Siguió el tiempo su marcha de manera inexorable, la planta cumplía bien que mal su función, sujeta a los caprichos del rio que duraba crecido hasta tres semanas y por el alto nivel que alcanzaba, no dejaba operar el desagüe de la turbina, de manera que el pueblo quedaba sumergido en tinieblas. Así hasta la década de los cincuentas, fueron muy comunes los apagones y en el momento menos pensado, había que encender los aparatos o quinqués de petróleo, que consistía en un depósito de cristal con una mecha y en la parte superior una bombilla, o bien mechones del mismo combustible que eran de lámina, sin bombilla o las tradicionales velas de cebo que eran amarillentas, o las blancas de parafina.
Por ello, el 19 de febrero de 1937, los consumidores de la compañía de energía eléctrica se manifestaron por los constantes apagones, bajo esta inquietud se unieron, y se eligió una mesa directiva: presidente Luis F. Tenorio, tesorero, Enrique Agreda, secretario Antonio Hernández Guillen primer vocal Álvaro Martínez, segundo vocal Fidencio Castro, tercer vocal Sabino Martínez. Además se aprobó el cata de la sociedad: “Unión de Consumidores de Luz y Fuerza Electica de Rioverde” y el lema: “Justicia y Progreso”.
En ese año, el Presidente de la República Mexicana General Lázaro Cárdenas ordeno al secretario de Economía Nacional, que diera los pasos necesarios para la creación de una comisión federal de electricidad. La secretaria de Economía Nacional, convoco a una junta en la ciudad de México, de todos los consumidores energía eléctrica del país, de esta manera, se acordó nombrar a don Armando Alvarado Alemán autorización para que interviniera en todos los asuntos que ahí se trataran.
Así, el 14 de abril de 1937, asistió a la Junta de Representantes de Consumidores en la ciudad de México, quien al sopesar el panorama nacional contemplo la posibilidad de que los usuarios adquirieran y administraran la empresa hidroeléctrica “San Isidro”. Para tal efecto, el 24 de abril de 1942, los usuarios se reunieron en los salones de la Presidencia Municipal. La asamblea fue presidida por Francisco Rocha Mendoza, Presidente Municipal, la mejor opción para solucionar el problema del mal servicio de suministro de energía eléctrica, es que la unión adquiriera la compañía y la administre. En diferentes ocasiones se habían entrevistado con los señores Alcocer en la ciudad de México, a fin de obtener las mejores condiciones para llevar adelante la adquisición de la empresa.
En consecuencia, el 6 de mayo de 1942, los usuarios lograron un préstamo por $ 38,500.00 pesos y el primero de junio pagaron el valor de la casa matriz del Banco Nacional de México, y así liquidaron la suma convenida a los señores Alcocer, el 17 de noviembre de 1942, se firmó el contrato de compraventa, los señores Armando Alvarado Alemán y Eleazaro Martínez Sosa procedieron a la legalización. Fue hasta el año de 1954, cuando en un proceso de nacionalización de la industria eléctrica, la Comisión Nacional de Electricidad adquirió el equipo, cuarto de máquinas y demás bienes de la antigua planta de San Isidro; así mismo absorbió al personal, procedió a su reacomodo e inicio la ampliación de redes de distribución.
Además se realizó el cambio de contratación de las instalaciones caseras. La antigua planta dejo de trabajar hasta el 1 de mayo de 1955, cuando fue sustituida por la unidad que construyo la C. F. E. en la prolongación de la calle Aldama, donde generaron electricidad dos máquinas diésel, una inglesa y la otra suiza, y se mejoró el servicio, después construyo una unidad en la prolongación de la calle Nicolás Bravo, donde instalo cuatro generadores.

Fue hasta el 29 de mayo de 1971, cuando Rioverde conto con sobrada corriente eléctrica, al ser alimentada la línea de conducción con la que llego desde la hidroeléctrica de Malpaso, Chiapas, para ello se construyó la subestación del Puente Verastegui, con una capacidad de 15,000 voltios, después se sustituyó por la energía que proviene de Altamira, Tamaulipas.
Fuentes:
Lic. Ricardo Castillo R. Cronista de la Ciudad
LCC Lucas Hernández S. Responsable de Archivo Histórico Municipal
Foto: archivo historico

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