Este próximo 15 de diciembre se cumplen 39 años del suceso
que marco la historia de Rioverde, como lo fue el derrumbe de la Torre de la
Iglesia de Santa Catarina; a continuación un fragmento de ese suceso
El día que se cayó la
torre
En medio de un sordo ruido y una inmensa nube de polvo que
cubrió varia cuadras de la Ciudad se vino abajo la enorme torre de la Iglesia
de Santa Catarina de Alejandría.
Los hechos ocurrieron a las 17:10 hs. Del día 15 de
diciembre de 1976, cuando por fortuna, dado lo frio del tiempo, había poca
gente a los alrededores. La enorme torre de casi 60 metros de altura, hecha de
piedra y mezcla, contaba con 205 años de que fue terminada.
Testigos presenciales de los hechos señalaron que sintieron
que la tierra tembló y se dejó escuchar un sonido sofocante, pero fuerte a la
vez, viendo como la elegante de piedra caía por tierra, hecha en miles de
cientos de pedazos. Dentro de los escombros fue rescatado el menor Antonio Reyes
Hernández, de 3 años de edad por el valeroso joven Antonio Reyes Hernández,
quien perdió el dedo medio de la mano derecha al serle prensado por una piedra,
también resultó lesionado el menor José Arturo Reyna.
La noticia corrió como reguero de pólvora por toda la
Ciudad, los comercios cerraron sus puertas, la gente se aglomero por millares
en la plataforma de la plaza de la fundación y de lugares circunvecinos
acudieron, entorpeciendo por un lado grandemente las labores de salvamento y
búsqueda de posibles víctimas.
Fue hasta que llego el ejército, que se acordono todos los
alrededores del templo de Santa Catarina de Alejandría, llegando trascabos,
bulldozers, camiones y todo tipo de vehículos de la Residencia S.O.P., Cía. Mineras
y particulares.
Que la torre se sentó, evito la muerte de cuando menos medio
centenar de personas, alcanzo a derribar todo el atrio con miles de toneladas
de pesadas piedras y polvo, en el cual quedo hecho en mil pedazos el centenario
reloj.
Varias personas recibieron un fuerte shock nervioso, así
como el sacerdote Ernesto Huerta Vázquez, y el otro vicario lo era el padre Crescencio
López Alonso. Los trabajadores encargados de reparar y pintar por su
puntualidad característica para salir del trabajo fue lo que en este caso salvo
a los cuatro que trabajaban en la torre, que se dedicaban a pintar, sin tocar
la parte norte del primer piso, el campanario, donde había siete grandes
grietas.
Aunque uno de ellos se dio cuenta que las grietas se estaban
ensanchando y empezó a caer tierra de la parte superior de la torre, lo que
hizo que estos trabajadores se bajaran sin saber ni cómo.
Solo hubo una defunción a causa del derrumbe, siendo del
menor Victorino Torres Vázquez, de 13 años de edad, por fractura de cráneo. La
misa de cuerpo presente fue en la Plazoleta con la concelebración de los
sacerdotes del Refugio y Ciudad Fernández, y una multitud de gente. El Sr. Cura
lo era Don Juvenal Martínez Lara y el Presidente Municipal Don Fausto Izar
Charre.
Se entrevistó a Don Eugenio Verastegui, el cual señalo que
el templo fue terminado incluyendo la alta torre aproximadamente por el año de
1771, instalándose el reloj en 1872.
Por comentarios del Dr. Alberto Verastegui Estrella, quien
comando un grupo de camiones mineros voluntarios, dijo que de acuerdo al número
de viajes y el tonelaje de uno de ellos se pudo calcular que la torre tenía un
peso de 800 toneladas y con el total de escombro de 100 toneladas.
Por la opinión de la Secretaria del Patrimonio Nacional y de
los ingenieros locales indica que la causa del derrumbe fue lo débil de los
pilares del primer piso, “el campanario”, varios de los cuales tenían grandes
grietas. Para 1970 presentaba un desplome de 0.70 mts.
Lo cierto es que era del conocimiento popular de que la
torre estaba inclinada hacia el lado noroeste, y se le había detectado un
desplome desde principios de siglo, que cada vez era mayor, el señor Cura Feliz
M. Madrazo, tuvo la intensión de derribarla, pero ante la imposibilidad de
poderla reconstruir desistió de la idea.
Una página triste que enluto a Rioverde: El derrumbe de la
torre de su querido Templo Parroquial. Los señores Fausto Izar Charre, J.
Trinidad Zarate Castillo, Miguel Ángel Sierra, y Abel Rangel, fueron de las
personas que con entusiasmo bravío y amor al terruño, realizaron el prodigio
que resume el valor de un pueblo que ama su parroquia, que realizaron el
prodigio de la nueva torre, símbolo de la fe de un pueblo creyente. Su resurrección
fue bendecida por el Sr. Obispo Diocesano a las 5:00 P. M. del 1º. De julio de
1980.
Lic.
José de Jesús Alvarado Orozco, Historiador
LCC
Lucas Hernández Salinas, Archivo Histórico Municipal
Lic.
Ricardo Castillo Robles, Cronista de la Ciudad.
Foto
del Archivo Municipal de Rioverde
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