Dr.
Eleno Cervantes González “El Apóstol del árbol”
Alcalde ordinario en 1893, 1898,1905, 1906 y
1911
Nació el 18
de agosto de 1840, cuando don Juan Cervantes Saldaña era el administrador de la
hacienda de Palmillas, tamps., ahí doña Josefa Gonzales dio a luz a quien
estudiaría en la Escuela de Medicina de la ciudad de México, donde fue
condiscípulo del poeta Manuel C. Acuña.
Caso con
Ramona Lucio Ortega, hija mayor del director de dicho instituto Dr. Rafael
Lucio Nájera, y nieta, por línea materna, del literato Francisco Ortega.
Concibió cuatro hijos: Juan, María, Fausto y Raquel.
En 1875 era
aspirante al Cuerpo Médico Militar, en 1878 médico de la Armada Nacional. Fue
miembro de la Sociedad Lancasteriana. Con motivo de sus estudios aprendió inglés
y francés y por gusto el italiano.
Para 1879
ya radicaba en Rioverde, donde fue Presidente Municipal en varios periodos:
1893, 1894/96, 1898 1905 1906 1911 y en 1906 Jefe Político interino del Partido
de Rioverde; Presidente del Club Central Rioverdense, asociado con los Clubes Políticos
Alianza “Blas Escontria” de San Ciro y Pastora, en 1887 Presidente y fundador
de la Sociedad Mutualista de Agricultores de Rioverde.
Iniciador
del cultivo del naranjo a mayor escala y fomento el del tabaco. En 1884
presidente de la Logia Hidalgo 39. Medico municipal y Director del Hospital de Jesús,
al fallecer el Dr. Javier Gallardo. En varias ocasiones Sindico y Regidor del
H. Ayuntamiento. En 1912 fue nombrado Jefe Político por los alzados de San Ciro
que encabezaba Julio del Castillo en la toma de Rioverde.
Inicio el
ciclismo con las primeras bicicletas. Intento en una creciente del rio llegar a
Tampico en la barca “La descubridora” que mando construir, y al zozobrar y ver
que la corriente arrastraba a un compañero, buscándolo exclamaba: “sin duda que
Pedraza se ahoga”, frase que se hizo popular hasta la primera década del siglo
XX y que se pronunciaba cuando se creía que un asunto iba a salir mal.
En la
sociedad filarmónica “La Armonía” asombraba al público infantil como mago
prestidigitador, desapareciendo y apareciendo objetos y a los adultos, de un
chasquido con los dedos los regresaba del sueño hipnótico.
Bajo su
administración municipal de 1894 y 1898 enfrento los problemas por la
distribución de las aguas de la Media Luna con el ayuntamiento de Ciudad Fernández
y la hacienda del Jabalí. En la administración de 1906 inauguro el Rastro donde
ahora es la escuela “Manuel José Othón” y la liga de las Comunidades Agrarias.
Creo el “Tivoli de los Naranjos”, un área de esparcimiento en las manzanas
entre Morelos y Dr. Islas, con árboles, calzadas y juegos infantiles, tenía desayunadores
rústicos, bancas y callecitas que conducían a pérgolas con plantas trepadoras
como madreselvas y jazmín de España.
A su
llegada, todos los naranjos injertados con las mejores variedades, y
aprovechando que fungía como presidente planto naranjos dulces en todas las
plazas y calles que se prestaban para ello. Como fue la calle José María
Verastegui y la de Reyes, a esta se le conoció como la calle de los naranjos, porque
el doctor la adorno con sus árboles favoritos, y en el atrio construyo bancas
llamadas glorietas.
Cuando
alcanzaban de 1.50 m. a 2 m. de altura, hacia una fiesta en la cual aprovechaba
la oportunidad para exaltar las cualidades de toda clase de árboles y el papel
que desempeñan en la naturaleza. Para el Ayuntamiento, el fruto aportaba la no despreciable
cantidad de doscientos pesos anuales. El pueblo tenia oxígeno y sombra y el ayuntamiento
dinero. ¡Benditos naranjos!
Así, al Apóstol
del árbol inicio la industria citrícola en grandes proporciones, los agricultores
se abastecieron con las yemas de los naranjos dulces plantados en las calles
para injertar sus viveros y después poblar los huertos con el árbol de las
manzanas de oro, que con los años constituiría la principal fuente de ingreso
de los rioverdenses y convertiría el lugar en una entidad naranjera por
excelencia.
Colaboro en
el Centro Agrícola Industrial Potosino que se fundó el 27 de mayo de 1905, con
el objeto de procurar el progreso, la agricultura y la industria, y el 19 de
septiembre de 1906 recibió en compañía de James Reed el primer premio por su
participación en cultivo de tabaco en rama. El evento se realizó en el edificio
donde ahora está el internado Damián Carmona, que adquirió el gobierno para la
escuela Industrial Militar. Murió el 16 de abril de 1934.
Tomado del
libro: Los Cervantes Lucio en la historia de Rioverde, S.L.P escrito por J. Jesús
Alvarado Orozco.
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