domingo, 1 de octubre de 2017

Pancho, Pancho Loco

Les comparto parte de la historia de Pancho Loco, un personaje que vivió en Rioverde, una historia real  que a través del tiempo se convirtió en leyenda.

Pancho, Pancho Loco

Andaba descalzo por las calles de terracería. Un viejo sombrero de palma de ala corta. Un pantalón de pechera que se sostenía de un tirante, el otro le arrastraba como cola de chamuco. Barba crecida, cara filada que asemejaba el fiel rostro de Cristo. Deambulaba, más allá del bien y del mal, por alguna misteriosa razón que esta ya lo había abandonado.
Se debió llamar Francisco, porque le decían “Pancho”. Solo se afirmaba que fue una persona inteligente y que se volvió loco por una decepción amorosa. Otros comentaban que perdió el juicio de tanto estudiar; que había trabajado en Comunicaciones. De manera furtiva se acercaba a la oficina de telégrafos donde traducía en voz alta los mensajes que trasmitía el sonido Morse. Enseguida lo echaban a la calle, donde los muchachos, por vacilarlo le preguntaban: -¡Pancho! Dos por dos. Rápido contestaba –Cuatro; -nueve por nueve- ochenta y uno. –La capital de Francia, -Paris; Rio amazonas –Brasil; Pirineos –Suiza; Bicéfalo –El caballo de Alejandro el Grande; Time is, contestaba, -Money; desde la cúspide de estas pirámides; respondia –Napoleón, Cuarenta siglos os contemplan; otro le gritaba –Eureka; contestaba –lo halle, Arquímedes; La Mayéutica, Sócrates; Pancho -¿Iustitia est? – Ius suum cuique tribuere, Ulpiano. Así respondía, entre dientes y con voz rápida, todas las preguntas que le formulaban.
Cuando le preguntaban aspectos de su vida se ponía muy nervioso con el remanso del agua. Así pasaba las horas, meditando, quizá se recreaba en un lugar fantástico, el sitio ideal del universo, en una existencia feliz. Y se bloqueaba. Hasta la madre le podían recordar, lo que no permitía era que le gritaran, ¡Eli! ¡Pancho, Pancho Loco! Cuando esto ocurría se arrebataba en cólera, levantaba piedras que les arrojaba con furia, perseguía por toda la cuadra a sus agresores, escena que, después del susto, en forma reiterada provocaban.
Solía retirarse a la rivera del rio verde, ahí se recostaba bajo la sombra, del pirul grande. Sobre la arena fina, boca-arriba se arrullaba con el remanso del agua. Así pasaba las horas, meditando, quizá se recreaba en un lugar fantástico, el sitio ideal del universo, en una existencia feliz. Tal vez, si no era dichoso en este mundo desdichado, lo era en sus largas horas de ensueño, donde podría hacer todo aquello que le negaba la realidad. El reencuentro con la amada que lo decepciono y a quien podía reivindicar y de forma ideal reconstruir el pasado, donde él era el protagonista principal de una existencia que consideraba verdadera.
Con ánimo repuesto se reconcentraba en la esquina de Juárez y héroes potosinos, frente a una construcción cuadrada con dos plantas superpuestas, una escalera exterior de caracol confeccionada en estructura metálica y madera, que se conocía como “torre de babel”, que si no le dio la confusión de la lengua si, de la realidad.
Este enigmático hombre fue hijo de un Presidente Municipal llamado Lázaro, quien construyo la casa más alta de esa época, el cual abrigaba grandes proyectos para iniciar a su vástago en la vida política del Estado. El plan se truncó el 27 de marzo de 1931. El hombre fuerte de la región fue asesinado por la calle Gama, debido a causas políticas. Se asegura que fueron tres los asesinos pagados, otra versión que fue objeto de una venganza por desterrar a una mujer que era amante de una persona importante del pueblo, hay quienes afirman que se debió al problema del agua potable, al final nada se supo.
Siempre causo misterio el origen de la locura de Pancho que falleció por 1990, pero queda grabado en la memoria, el semblante, cultura y los sustos que dio este personaje singular; y en el recuerdo de aquellos niños, que para que se portaran bien, fueron espantados con la amenaza de que “pancho loco” se los llevaría en un costal.

Relato tomado de “Miscelánea Rioverdense” de José J. Alvarado O.

5 comentarios:

  1. Cómo olvidar apancho loco i su pantalón de pechera

    ResponderEliminar
  2. Si no.me equivoco a Pancho Loco lo.atropello un infeliz de un auto en la calle Centenario y nunca se le.hizo justicia... 😪

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si se hizo justicia la persona que lo atropello ya lo mataton.

      Eliminar
  3. De el y su hijo me acurdo muy bien Adrian que tanbien estaba loco

    ResponderEliminar
  4. Yo me acuerdo porque mis padres vivían en la 16 de septiembre y pancho loco pasaba y decía me dió un taco me lo dió y si el taco se lo daba un hombre no lo quería tenía que ser una de mis hermanas y luego ya se iba pero venía ya según el muy limpio con agua de la sequía de la bravo

    ResponderEliminar