domingo, 21 de abril de 2019

Usos y costumbres













Antonio Salazar, su sobrino Jaime Cortes Castro, su compadre Eulalio Olvera y don Lamberto.

De los recuerdos de don Lamberto Olivo.

Los usos y costumbres en Rioverde eran tantos que trataré poco a poco de describirlos, uno de ellos era el de los fumadores, pues había tantas marcas de cigarros y tan de buena calidad, que era difícil tener un favorito; solo los muy adictos si tenían su marca preferida. Había desde Los Capricho, los Soberbios, los Carmencitas, los faros, los tigres, Alas, alas extra, estos eran tabacos obscuros, pues había otros que se catalogaban como tabaco rubio, estos eran los Montecarlo, los Montecarlo extra, Casinos y casinos extra, Bohemios, Virginia, había unos que los hacía el mismo fumador y por lo regular lo fumaban personas de edad y sobre todo campesinos; venían el tabaco en un costalito y en uno de sus lados un paquete de hojas de maíz cortadas en rectángulos pequeños para hacer el cigarro, para esto se necesitaba experiencia pues no cualquiera lo podía hacer, había otros que ya venían hechos, también con hoja de maíz, estos se llamaban Rojos. También hubo los Belmont que ya era cigarro de categoría y fue tanto su lujo que se llegaron a envasar en cajetillas de hojalata, la cajetilla era de color rojo y en un pequeño círculo un jokey montado en su caballo. Ya después comenzaron a llegar los Gratos que eran mentolados, también se me olvidaban los Fragantes, Cumbres Elegantes Rialtos; las compañías que elaboraban estos cigarros eran El Buen tono el Águila. Y la Moderna y los Rojos y los de costalito que se llamaban Tigre Negro eran elaborados por una casa independiente en Monterrey. Posteriormente, ya entraron los Camel, los Lukystryk, los Palmoll y al último los tradicionales Raleigh. Hasta aquí lo que recuerdo.

En los años 30s solo había tres fábricas cerveceras, la modelo con su única cerveza, la CARTA BLANCA, la Moctezuma con la XX y estaba la Monterrey que fabricaba la cerveza con ese nombre, esta cerveza con el tiempo desapareció y en los finales de los 40s. apareció con el nombre de Don Quijote, para darle entrada se vendía con una promoción de 2x1, o sea que si compraban un cartón le obsequiaban otro; estuvo algún tiempo en auge, pero así como apareció, desapareció, San Luis Potosí también tuvo su fábrica y se llamaba Zorrilla, fabricó la cerveza SAN LUIS, pero no tuvo mucha demanda. Más tarde comenzaron su auge con diferentes marcas ejemplo: la cerveza ligera BRISA, LA SUPERIOR y la XXX, llegó a tener una económica pero muy sabrosa que era la NORTEÑA equivalente a la SOL pero de mejor calidad; la Modelo por su parte fabricó LA ESTRELLA en Guadalajara, LA PACÍFICO en Sinaloa y LA MONTEJO y LEON en Mérida, en RIOVERDE los distribuidores eran de la Modelo Don Galdino Martínez Sr. y la Moctezuma por don José Román. En vinos en los 30s. No eran muy populares pues solo se conocía la Caña, el Mezcal y una que le decían Piedra Alumbre, y el tequila que se conocía era el Vda. de Martínez y un reposado con él nombre del viejito. Las cantinas que así se les nombraba y que hoy son bares estaban distribuidos en diferentes zonas del pueblo, y estaba la principal en Moctezuma y Pablo Verástegui y se llamaba la Oficina, era una cantina mixta ya que contaba con cantina y billar y como era muy amplio el establecimiento tenía bastantes mesas unas de Pool y otras para Carambola, se jugaba además la baraja con un juego que le decían EL PACO y el CUBILETE; estos dos juegos eran muy populares en la mayoría de las cantinas y se jugaba bastante dinero y las autoridades eran complacientes pues nunca al menos en ese tiempo las prohibieron. Esta cantina LA OFICINA era propiedad de Juan Izar, (Maciste) y cuando falleció Juan José (La cuatana) que era su hijo se hizo cargo de él. Algún tiempo siguió ahí, hasta que en su casa construyó un local muy grande y ahí se fue con la cantina, cambiándole por CLUB SOCIAL. Sobre la misma calle Moctezuma, entre la tienda del Telégrafo y lo que hoy es el hotel Plaza estaba otra cantina mixta que se llamaba el Gato Negro ahí si no supe cómo se llamaría el dueño; esta cantina duró poco y después fue una sombrerería de don Heriberto Agreda que se llamó el Palmar. Antes de llegar a la calle de Ponce hoy Gabriel Martínez estaba otra más de las cantinas y esta era de Chaffy Buneder, cuando abrieron el pasaje, puso su cantina don Elías Izar hermano de Maciste y más adelante en la esquina antes de llegar a Madero la cantina mixta propiedad de Carlos Thomas Sr. En la esquina de Madero y Centenario casi para entrar a Pablo Verástegui estaba otra mixta que se llamaba EL CLUB VERDE, esta cantina era de Jesús Medina, en el lado oeste frente a la placita de los zolquies estaba el Superior de Chonillo Ceballos y en la esquina de Zaragoza y 5 de Mayo estaba el Puerto propiedad de Porfirio Montenegro, quien al morir su hijo se hizo cargo de ella, esa casa aún persiste con ese nombre pero desconozco quien sea el dueño ni que giro tenga. Sobre la calle de Reyes y Guerrero estaban LAS PLAYAS, cantina que era del señor Ogata, padre del Chifuga. Siguiendo por Reyes y en la Calle Nueva, hoy dé Quesada, estaba una cantina y miscelánea llamado el ATORON, se decía que ahí, cuando iban a sepultar a un difunto este, al llegar a ese punto se hacía más pesado, ¿verdad o mentira? Nunca lo supe y por eso esa tienda cantina se ganó ese nombre. Si tomamos por la calle Centenario, llegamos a la calle Escobedo, hoy Porfirio Díaz estaba la tienda y cantina EL INCENDIO, Su dueño se llamaba Faustino pero no recuerdo su apellido y siguiendo por la misma Centenario en el crucero del ferrocarril se encontraba una cantinita que se llamaba EL GOLFO DE MÉXICO, esta cantinita era de don Wulfrano Figueroa el Jerarca de todos los Figueroa, enfrente se encontraba LAS TRES HUASTECAS y su propietario era Alfonso de León Méndez, aún existe esta cantina más adelante pero hoy su dueño es su hijo del mismo nombre. Seguimos por la Centenario y al llegar a la llamada Cortadura entre Centenario y Frontera estaba el NO ME OLVIDES, este negocio era de don Antonio Castro y lo atendía su hijo Ignacio, más adelante, ya en Ciudad Fernández en una esquina de la plaza frente a l escuela Zenón Fernández estaba la cantina EL CAZADOR, propiedad de Moisés Aguilar y lo atendían alternativamente tanto él como sus hermanos Marcos y el Chato. También en 5 de Mayo en seguida de la que fue Ferretera de Rioverde estuvo un tiempo Otra cantina que el dueño era un chavo que se apellidaba Cantú pero no supe su nombre. En el barrio de San Juan hubo varias cantinas ya de más bajo nivel, y era primero en Aldama casi con Colón estuvo una miscelánea y cantina llamada Mi Tienda, esta también era de don Antonio Castro y la atendía su hijo Alfonso.

En la misma calle pero en la esquina con Colon estaba la Muralla que era del güero Elías integrante del trío Rioverde, había otras cantinas de menos categoría en el barrio de San Juan, como era EL BARTOLIN que aún existe pero en ese tiempo eres de Antolín Jiménez y de ahí el nombre de bartolin.

Bueno hasta ahí mi relato y como Ya hace sed entraré al bar de Chonillo Ceballos que ahora atienden sus hijos en Zaragoza y Guerrero, SALUD.

Relato de don Lamberto Olivo.

Foto propiedad de don Lamberto Olivo y en ella están: Antonio Salazar, su sobrino Jaime Cortes Castro, su compadre Eulalio Olvera y don Lamberto.



1 comentario:

  1. Interesante todo el relato de los bares en Rioverde, aunque se brinca un poco en el tiempo, del 1971 a 1980 La Oficina se encontraba en donde estaba la fuente donde después estuvo la oficina de correos, sería la continuación de las Playas del Sr. Ogata, pero despues propiedad de Abraham Chávez Mtz. Solo es un comentario, gracias por ofrecer esas memorias del sr. Lamberto.

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