domingo, 13 de enero de 2019

Historia del Ferrocarril en Rioverde


Algunos datos de los Archivos Históricos y el relato de Don Manuel de la Hoya Escalera.
Primero algo de historia:
Fue en 1880 cuando se tuvo la oportunidad de traer el Ferrocarril a Rioverde e hizo una formal invitación a ingenieros de la compañía del Ferrocarril Central para entablar negociaciones y concretar un arreglo adecuado a las necesidades de ambos. Fue en 1882 cuando la compañía se puso en contacto con el ayuntamiento Rioverdense a través del ingeniero responsable de la sección San Luis-Tampico. James Harrinton, quien solicitó una entrevista con las autoridades para proporcionarles las condiciones bajo las cuales sería posible tender la vía del ferrocarril hasta la población de Rioverde. En ese mismo año el señor Franco Verástegui Navarro encabezó la junta que nombraron las autoridades de Rioverde para gestionar la construcción del ferrocarril, realizando un primer contrato con la compañía del Ferrocarril Central Mexicano, mismo que sería rescindido en 1888.
Finalmente, en febrero de 1900 se firmó el contrato entre la Compañía del Ferrocarril Central Mexicano y los ayuntamientos de Rioverde y Ciudad Fernández, con lo cual se formalizaba la construcción del ramal, beneficiando a un total de 24 haciendas y 20 ranchos localizados en Rioverde y Ciudad Fernández. El contrato y todos los acuerdos oficiales entre el partido de Rioverde y la Compañía del Ferrocarril Central  fue signado ante el notario público Luis Guerrero  en la ciudad de México, el 26 de enero de 1901.

Fue el señor Lauro Ramírez Guillén según relata Roberto Reynoso Parra, quién sugirió el trazo por donde correría el ramal. El ramal constaba de 43 kilómetros San Bartolo-Rioverde se inauguró en 1902, con la presencia del gobernador del estado, Blas Escontría de Bustamante, se menciona que el conductor de la primera máquina de vapor marcada con el número 275, con la que se inauguró el ramal  San Bartolo-Rioverde, fue el norteamericano Charles Thomas oriundo de Denver, Colorado.

Se puede considerar que la época dorada para los ferrocarriles en  Rioverde fueron los años 20s. Y los 30s., cuando el tren trasportaba productos agrícolas de esta ciudad a diferentes mercados del interior del país como: maíz, chile, naranja, cacahuate y piloncillo, de este último producto no hay que olvidar que en nuestro pueblo existían más de 50 trapiches o molinos de caña de azúcar que lo elaboraban.

Una segunda etapa de bonanza surgió con la llegada de las compañías mineras a partir de 1959, estableciéndose en esta región al margen de las vías del ferrocarril, como la compañía minera Río Colorado ubicada en el camino a Puertas Cuatas, en Los Llanitos y la Fluorita de Rioverde en los patios del ferrocarril, las cuales extraían por esta vía el mineral hacia el puerto de Tampico para ser comerciada en los EUA, esta actividad se realizó hasta 1992.

El 8 de agosto de 1997 dejó de correr el tren San Luis-Tampico, por no convenir a los intereses  de la empresa Trasportadora Ferroviaria Mexicana y para el 6 de diciembre se canceló definitivamente la corrida de pasaje, se extinguió totalmente el servicio de pasaje del ferrocarril tras la caída de los Ferrocarriles Nacionales de México. Y el 21 de abril de 2003, la empresa Kansas City Southern compró a Trasportadora Ferroviaria, el ferrocarril del noreste.

Cuando se despidio el Ferrocarril de Rioverde

Platicando con don Manuel de la Hoya nos compartió algunos de sus recuerdos:

Hubo una época que la estación del ferrocarril tuvo un auge muy grande y siempre estaba abarrotada de gente pues toda la gente viajaba en el, cuando se inauguró en 1902 hubo una fiesta muy grande y fue muy importante mientras era el único medio para transportarse y eso fue hasta 1965 aproximadamente que entro la carretera de san Luis Tampico y eso hizo que poco a poco se perdiera el interés en usar este medio y al último acarreaba puro mineral y alguno otro carro que llenaban de cartón, también se acabó la traída de la sal en grano que se traía en bruto utilizando un carro de ferrocarril, la cual llenaban en costales de yute y se llevaba a las tiendas más grandes generalmente a la fama y ella se encargaba de distribuirla a las tiendas pequeñas y a los ejidos o ranchos.

Recuerdo algunos de los jefes de estación: entre ellos: Abundio Bautista quien primero trabajo en la bodega luego fue jefe, primero en labra y después se fue para valles; por último se jubiló y como él tenía su familia en ébano se fue con ella y ahí murió pero él era de aquí; recuerdo a él boletero que estuvo aquí que se llamaba Ramoncito Martinez, él era de san Bartolo pero aquí vivió muchos años también se fue para ébano y ahí falleció; otro fue don Antonio Basculet, él tenía el tipo de checoslovaco sabe que sería tenía una hija llamada Lourdes que puso una dulcería en donde estaba el obrero de don Alfonso difour; otro fue Gustavo alemán; también don Gregorio Martinez que era de cerritos; recuerdo a don Enrique Uribe que duro muchos años aquí y que venía de Pénjamo, y que a sus hijos les decíamos “los penjamos”; otro don Jesús no recuerdo su apeido, el venia de Tampico; también a otro llamado Ramoncito Gama, el aquí nada más fue auxiliar el llevaba el rol de los vagones y lo que cargaban al último el murió en Tampico.
Los puestos que hubo en el ferrocarril fueron: por ejemplo en las oficinas había un jefe de estación que para ser jefe de estación tenía que conocer hasta el manejo del telégrafo, incluso el telégrafo del ferrocarril era distinto al telégrafo nacional pues los números, las letras y los signos eran diferentes no en su totalidad pero si en aprox. El 50 %, la del ferrocarril era más rápida porque tenía más puntos y el punto es más rápido que la raya porque en morse se compone de punto raya por ejemplo al poner el nombre de Manuel era en el ferrocarril: dos rayas la M, punto raya la A, raya punto la N dos puntos raya la U, un punto la E, y una raya grande es la L; los del ferrocarril llamaban al sistema de comunicación “El Tortugo” porque era más lento que el otro pues tenía más rayas que puntos pues en el alfabeto había mas rayas que puntos por ejemplo en el ferrocarril: pesos: cinco puntos  la P, un punto la E, tres puntos la S, dos puntos separados la O, y tres puntos la S. ahora en le nacional es: punto raya, raya punto es la P, un punto la E, tres puntos la S, tres rayas la O, tres puntos la S; había que saber el alfabeto para poderlo descifrar
Después del jefe había un telegrafista, pero en oficinas pequeñas el mismo jefe era el jefe y era el telegrafista, aquí no había problema porque era un ramal pero en las vías grandes por ejemplo san luis-tampico si, por ejemplo hay lugares en que viene un tren de carga y ese no está programado, entonces ellos tienen que pararse en cada estación donde hay telégrafo y avisar para que en determinado lugar hagan el cambio para que no vayan a chocar entonces se denominan por números por ejemplo el 357 el 458 entonces se avisa y en cada estación donde hay telégrafo o estación grande ellos avisaban donde estaban para hacer el cambio y ya ellos le decían al conductor calculando la hora decían por ejemplo en tal parte viene el 358 entonces acordaban encontrarse en un punto y ahí tenía que esperar el que venía más cerca y ahí esperaba a que llegara el otro y poder hacer libre el paso.

En la estación estaba el agente exprés que era el que documentaba lo que era exprés, luego el boletero en la bodega documentaban lo que era carga, había un encargado de bodega y un auxiliar, luego estaban los carretilleros que eran los encargados de subir la mercancía a los vagones o al carro exprés, había un carro independiente que era el carro exprés, ese pertenecía a correos y era un carro que era correo y era exprés, ahí colocaban las valijas y colocaban bultos y el que acarreaba valijas y bultos se le llamaba conductor postal, del correo al tren y del tren a la oficina de correos y ya en el vagón había una persona que era la que recibía todo eso documentado y el recibía y firmaba.

Luego la tripulación del tren: se empezaba con el maquinista, el fogonero, los garroteros eran dos o tres y son los que hacen las señales al maquinista y al conductor, ellos están viendo las instrucciones que les están dando; el conductor es el jefe de la tripulación, estaba el truquero él estaba en la estación y le tocaba engrasar las chumaceras, y eso era cada que llegaba el tren y colocaba grasa en las partes que tenían roce, los mecánicos que estaban al pendiente de algunas fallas, el combustible lo traían en tanques de chapapote, de petróleo de gasolina y los traía el tren que venía de Tampico y el cambio se hacía en san Bartolo, para eso los garroteros hacían los cambios de vía, aquí estaba Zúñiga que era un lugar que existía entre Pastora y Rioverde estaba por mojarrillas y ahí había puros trabajadores de vía y ellos traían un cabo que era el cabo de vía y en ese lugar tenían sus casas y sus familias, era como un pobladito, incluso muchos Vivian en los carros del ferrocarril y a veces había otros que venían de otros lados que los comisionaban para recorrer todo el ramal por si había problema de cambiar rieles o descomposturas para asegurar que no hubiera accidentes, eran cuadrillas que duraban un tiempo y se iban y luego llegaban otros, se movían en unos carritos que se llamaban armones y eran de motor; otro era el conductor  el que checaba los boletos, otro era el mensajero que era el encargado del exprés y los extras que agarraban cuando había carros extras cuando había mucha mercancía se metía un carro extra, eso lo decidía el jefe, metía un carro extra por ejemplo cuando solicitaban un carro para la naranja llegaban los carretones y el vagón lo cargaban con colotes a lado y lado del vagón y se acomodaba muy bien la naranja y esa era la que era a granel porque había otros que la empacaban y la subían a los carros pero ya iba empacada como el tomate que tenía que ser empacado, la mandarina el aguacate la lima o también la echaban en arpillas como el piloncillo que era en arpillas.
En aquel tiempo el pasaje a san Bartolo está muy barato costaba un peso o un peso y feria y mucha gente lo acostumbraba llegaban a la sala de espera en la estación y era común que le daban el boleto luego el boletero se lo checaba y lo cortaba a la mitad y la mitad se le colgaba en la camisa y era señal de que ya había pagado también o la colgaban en el sombrero porque llegaba el auditor y revisaba, aparte del conductor había un auditor.

También había los que entregaban la mercancía en las tiendas y eran particulares uno de ellos era don Joel Hernández pues él era particular y tenía su camioncito un Ford 46 color rojo y don Mauricio Maldonado el del exprés, cada quien tenía su ramo don Mauricio era el del exprés el agarraba todo lo que venía por exprés y él estaba autorizado para firmar me imagino que por los del ferrocarril para que el hiciera los traslados y llevara los cotenses (bultos amarrados con cinchos y en ellos ponían cosas que las protegían mejor) las cajas y los bultos o sea todo lo que venía en exprés por ejemplo los sombreros venían en fundas como de carrizo y grandes para que no se maltrataran ni se apachurraran inclusive los echaban al último don Mauricio y don Joel iban diariamente don Joel tenía el carretón y un camión, y cuando la carga ameritaba el camión le hablaba a su hermano Antonio para que llevara el camión y el camión de don Mauricio lo traía un hijo que se llamaba Abel Maldonado.
También recuerdo que siempre había una escolta que iba en el recorrido desde tiempos de la revolución, que normalmente eran cuatro soldados y el cabo o a veces un sargento también había vigilantes afuera, ellos tenían un tramo hasta donde les correspondía donde estaban los carros del ferrocarril que no los fueran a robar y tenían un rol porque andaban toda la noche y se turnaban.  

Siempre en el cabus (era el último carro) iban unos que normalmente eran los garroteros y ese carro nada mas era para ellos era un carro de ferrocarril pero diferente a los demás

Existían unas bodegas alrededor de las oficinas en los mismos terrenos del ferrocarril, que estaban por el lado de la calle pípila pasando la matamoros ahí estaba una bodega muy grande y que era donde se empacaba naranja tomate y todo lo que se podía empacar,

Atrás de las oficinas había una bodega muy grande donde el ferrocarril bajaba toda su mercancía y era conocida como zona de carga y descarga


Enfrente de las oficinas también estaba una bodega muy grande y ahí había muchos empacadores, por la parte donde se quemó el vagón estaba una compañía minera que se llamaba “la boringer” en la esquina estaba un puesto que era de “doña carlota” que se dice que tuvo un final trágico porque la mataron, también recuerdo a un señor que se llamaba Amado Vega que también fue agente de publicaciones y era el que vendía chocolates dulces y refrescos en el ferrocarril el traía una cubeta y también vendían cerveza yo no sé si era por comisión o que pero tenía que tener un permiso especial, aparte este señor se dedicaba a rentar bancas en la plaza en los días de fiesta el traía bancas y tenía permiso daba boletos y andaba dando vueltas a la plaza y el boleto era la constancia y cobraba 20 o 10 centavos no recuerdo bien pero me parece que también hacia bailes de wuarapaleo y los hacia allá por la bravo y Morelos ahí donde había unas ruina donde actualmente está un negocio de forrajes.

En san Bartolo era común la venta de gorditas pacholes la barbacoa de chivo al parar el tren se acercaban todos los vendedores por los lados y algunos se subían gordas de horno gordas de chile de nopales con carne de puerco había una señora que era muy famosa ella hacia unas gorditas de chile rojo de revoltillo las hacia tan sabrosas que luego luego acababa.

En la estación recuerdo que los López y Martinez eran los que tenían el negocio de embarcar toda clase de mercancía y tenían sus bodegas que eran de la mercantil rioverde, ellos tenían carros propios de ferrocarril y ellos eran los acaparaban la naranja y ahí mismo empacaban todo eso, también la sal que se traía a granel de Tampico de Altamira y la movían en unos camioncitos, el que cargaba mucho de eso era don Joel Hernández, el tenía un Ford 46 color rojo, había otro de Mauricio Maldonado; los comerciantes que embarcaban se peleaban por dar propina para que subieran su producto al carro de ferrocarril y si el carro de ferrocarril se llenaba, sacaban otro carro y lo llenaban también de mercancía, generalmente una parte iba para san Luis y para el otro lado el primer punto era Cárdenas ahí había mucho negocio y arpillas de naranja unos camioncillos salían del mercado de los mesones ahí llegaban eran 2 camioncillos 38 y los llenaban de naranja y de cajas de fruta y aguacate y lo que hubiera de aquí eso también llevaban,  luego llegaba a tamasopo, a valles, a ébano y Tampico generalmente las plazas grandes eran ébano por ser petrolero.

Aquí los dueños del ferrocarril eran la mercantil rioverde, los López, los verastegui, ellos tenían carros de ferrocarril tenían tren propio mi abuela me mencionaba que parte de los terrenos del ferrocarril una parte era de sus parientes y los expropiaron les dieron cualquier cosa en aquel tiempo y agarraban extensiones grandes y luego la gente era muy ignorante y lo que dijera el gobierno eso hacían y los ricos que tenían la sociedad de mercantil rioverde de los López los zarate los verastegui y había otros como los Maldonado que compraron carros de ferrocarril y entonces ellos embarcaban en sus carros, entonces en la estación eran muchas bodegas para empacar nosotros íbamos por el jitomate sobrante que desechaban y nosotros íbamos en carretón cuando íbamos llevábamos las bolsas llenas de granos de sal agarrábamos el jitomate y le poníamos unos granos de sal y a comérnoslo entonces llenábamos el carretón del deshecho y lo llevábamos a las vacas se los echábamos en el pesebre y a comer las vacas; había bodegas de naranja, había bodegas de tomate, aquí había lugares donde se dedicaban nada más a hacer cajas, ahí en el ferrocarril había como unas 4 bodegas de los de la comercial y aquí había comerciantes había los  Jesús flores que embarcaban el chile en arpillas, también estaba don Juvencio castillo que tenía sus bodegas por la Morelos tenía un camioncito que lo llenaba y lo embarcaba, estaba don pedro castillo, don Quintín Núñez, estaba el que hizo los baños en el mercado este Nerón Rodríguez, el tenía una bodeguita; estaban los rojas, los castillo, doña Juana Olguín, don Fernando ferretiz, Melesio Rodríguez, ahí estuve yo de chícharo de aprendiz ahí en el exprés y don Antonio Gámez; se llamaba mensajero al que iba con la carga a donde fuera ella para que la fuera entregando y a donde llegar ya estaban ahí los que iban a recoger la carga.
En fin fue tan grande el movimiento que provoco el ferrocarril que cuando falto se notó luego luego en la económica de toda la región por la gran cantidad sobre todo de gente que se quedó sin trabajo.

Datos y fotos tomados de los Archivos Históricos y del relato que no dio Don Manuel de la Hoya Escalera.


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